El fútbol habla de Mauritania: el gol de arco a arco que da la vuelta al mundo

El nombre de Deportivo Táchira se hizo popular en nuestro país en 1987, cuando el conjunto venezolano salió sorteado para integrar el grupo de la Copa Libertadores en el que estaban Independiente y Rosario Central. Entonces, el fútbol en aquel país era el más débil de América del Sur (por varios cuerpos) y que pudieran conseguir un triunfo en el certamen continental más importante de esta parte del mundo era casi una utopía. Y más teniendo enfrente a equipos argentinos.
Sin embargo, Táchira pasó a la historia no solo por un indiscutible triunfo ante Independiente, en su tierra y por 3 a 2, sino porque uno de los goles llegó de manera inesperada y quedó grabado a fuego en la memoria de todos los fanáticos del fútbol. El gol de arco a arco con el que Daniel Francovig, arquero uruguayo, sorprendió a Luis Islas.
Ocurrió el domingo 19 de julio de 1987, en el Estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo. Iban 21 minutos del primer tiempo y el equipo venezolano ya ganaba 1 a 0 con un gol de Carlos Maldonado. Francovig sacó desde su área con un envío alto y fuerte que cayó a unos 20 metros del arco de Independiente. Hugo Villaverde fue a buscar esa pelota, pero prefirió dejarla pasar luego del pique, que tomó a Luis Islas a mitad de camino y lejos de su valla y que vio azorado cómo el balón entraba sin poder hacer nada.
El festejo fue una montonera de futbolistas de camiseta aurinegra sobre ese héroe que había conseguido algo que parecía imposible. Del otro lado, un racimo de camisetas rojas miraba incrédulo, sin entender qué había pasado. Aquel era un Independiente que contaba con la base que había ganado todo en la temporada 1983/84 -con nombres de peso como Néstor Clausen, Villaverde, Carlos Enrique, Ricardo Giusti, Claudio Marangoni, Ricardo Bochini, José Percudani y Alejandro Barberón- y que fue semifinalista de esa copa.
Algo parecido ocurrió el martes en el tradicional torneo Cotif de l’Alcúdia, en el verano europeo. El débil Mauritania pasó a las semifinales, luego de superar a Arabia Saudita por 3 a 2. Pero lo más importante del triunfo del conjunto africano, toda una revelación, fue el segundo gol, el del 2-0. También, de arco a arco.
Mientras todos los jugadores buscan la forma de desmarcarse, el arquero Brahim Hemedy arrojó el balón sobre el césped, al tiempo que caminaba unos pasos hacia adelante. Tocó dos veces la pelota con el botín derecho, se acomodó, levantó la cabeza y le pegó con alma y vida.
La pelota fue por los aires, picó dos veces, sorprendió a todos (sobre todo, al arquero adversario) y convirtió el 2-0, casi sin darse cuenta, sin proponérselo. Todos fueron a abrazarlo, en un hecho poco común, que viaja a los manuales de la historia.
Rápidamente, la imagen se hizo viral y dio la vuelta al mundo.
Saidou Sy, Brahim Hemedy (de arco a arco) y N’daw Abderahmane, marcaron para el conjunto africano que se quedó con el inolvidable triunfo por 3-2, en un partido de la Zona A. Awaji Mohammed Olwani y Ahmed Abdulazizi Binhameed convirtieron para Arabia Saudita.
Mauritania, ahora, puede ser el próximo rival de la Argentina, que este miércoles, desde las 17.45, juega con Valencia, el representativo local.
𝗠𝗮𝘂𝗿𝗶𝘁𝗮𝗻𝗶𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮𝘀 𝘀𝗲𝗺𝗶𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗖𝗢𝗧𝗜𝗙
🇲🇷🇸🇦 El 3-2 permite a @ffrim pasar a sus primeras semifinales en el COTIF.
➕ℹ️ https://t.co/FCrhbiVMI1 pic.twitter.com/AdBXyVlrWD
— COTIF (@Cotif) July 22, 2025
El debut albiceleste fue con números positivos: por la primera fecha del Grupo B, la Argentina derrotó por 2-0 a Chile, con los tantos de Thomas de Martis, delantero de Lanús, y Tomás Parmo, que ya tuvo acción en la primera de Independiente. Una victoria sólida, resuelta sin mayores apremios, con un buen rendimiento colectivo.
Este año, la AFA dispuso enviar un equipo Sub 17, al mando de Diego Placente, con la mira puesta en el Mundial de esa categoría que se realizará en Qatar.
Argentina formó con: José Castelau; Misael Zalazar, Fernando Closter, Matías Satas (capitán) y Simón Escobar; Felipe Pujol, Alejandro Tello, Santiago Espíndola y Ramiro Tulián; Thomas de Martis y Tomás Parmo. Luego ingresaron Jerónimo Gómez Mattar, Thiago Yáñez, Santiago Silveira, Joaquín Salas, Mateo Martínez, Ramiro Scandolo, Tomás Nosei, Uriel Ojeda, Facundo Jainikoski, Can Armando Güner.
El nombre de Deportivo Táchira se hizo popular en nuestro país en 1987, cuando el conjunto venezolano salió sorteado para integrar el grupo de la Copa Libertadores en el que estaban Independiente y Rosario Central. Entonces, el fútbol en aquel país era el más débil de América del Sur (por varios cuerpos) y que pudieran conseguir un triunfo en el certamen continental más importante de esta parte del mundo era casi una utopía. Y más teniendo enfrente a equipos argentinos.
Sin embargo, Táchira pasó a la historia no solo por un indiscutible triunfo ante Independiente, en su tierra y por 3 a 2, sino porque uno de los goles llegó de manera inesperada y quedó grabado a fuego en la memoria de todos los fanáticos del fútbol. El gol de arco a arco con el que Daniel Francovig, arquero uruguayo, sorprendió a Luis Islas.
Ocurrió el domingo 19 de julio de 1987, en el Estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo. Iban 21 minutos del primer tiempo y el equipo venezolano ya ganaba 1 a 0 con un gol de Carlos Maldonado. Francovig sacó desde su área con un envío alto y fuerte que cayó a unos 20 metros del arco de Independiente. Hugo Villaverde fue a buscar esa pelota, pero prefirió dejarla pasar luego del pique, que tomó a Luis Islas a mitad de camino y lejos de su valla y que vio azorado cómo el balón entraba sin poder hacer nada.
El festejo fue una montonera de futbolistas de camiseta aurinegra sobre ese héroe que había conseguido algo que parecía imposible. Del otro lado, un racimo de camisetas rojas miraba incrédulo, sin entender qué había pasado. Aquel era un Independiente que contaba con la base que había ganado todo en la temporada 1983/84 -con nombres de peso como Néstor Clausen, Villaverde, Carlos Enrique, Ricardo Giusti, Claudio Marangoni, Ricardo Bochini, José Percudani y Alejandro Barberón- y que fue semifinalista de esa copa.
Algo parecido ocurrió el martes en el tradicional torneo Cotif de l’Alcúdia, en el verano europeo. El débil Mauritania pasó a las semifinales, luego de superar a Arabia Saudita por 3 a 2. Pero lo más importante del triunfo del conjunto africano, toda una revelación, fue el segundo gol, el del 2-0. También, de arco a arco.
Mientras todos los jugadores buscan la forma de desmarcarse, el arquero Brahim Hemedy arrojó el balón sobre el césped, al tiempo que caminaba unos pasos hacia adelante. Tocó dos veces la pelota con el botín derecho, se acomodó, levantó la cabeza y le pegó con alma y vida.
La pelota fue por los aires, picó dos veces, sorprendió a todos (sobre todo, al arquero adversario) y convirtió el 2-0, casi sin darse cuenta, sin proponérselo. Todos fueron a abrazarlo, en un hecho poco común, que viaja a los manuales de la historia.
Rápidamente, la imagen se hizo viral y dio la vuelta al mundo.
Saidou Sy, Brahim Hemedy (de arco a arco) y N’daw Abderahmane, marcaron para el conjunto africano que se quedó con el inolvidable triunfo por 3-2, en un partido de la Zona A. Awaji Mohammed Olwani y Ahmed Abdulazizi Binhameed convirtieron para Arabia Saudita.
Mauritania, ahora, puede ser el próximo rival de la Argentina, que este miércoles, desde las 17.45, juega con Valencia, el representativo local.
𝗠𝗮𝘂𝗿𝗶𝘁𝗮𝗻𝗶𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮𝘀 𝘀𝗲𝗺𝗶𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗖𝗢𝗧𝗜𝗙
🇲🇷🇸🇦 El 3-2 permite a @ffrim pasar a sus primeras semifinales en el COTIF.
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— COTIF (@Cotif) July 22, 2025
El debut albiceleste fue con números positivos: por la primera fecha del Grupo B, la Argentina derrotó por 2-0 a Chile, con los tantos de Thomas de Martis, delantero de Lanús, y Tomás Parmo, que ya tuvo acción en la primera de Independiente. Una victoria sólida, resuelta sin mayores apremios, con un buen rendimiento colectivo.
Este año, la AFA dispuso enviar un equipo Sub 17, al mando de Diego Placente, con la mira puesta en el Mundial de esa categoría que se realizará en Qatar.
Argentina formó con: José Castelau; Misael Zalazar, Fernando Closter, Matías Satas (capitán) y Simón Escobar; Felipe Pujol, Alejandro Tello, Santiago Espíndola y Ramiro Tulián; Thomas de Martis y Tomás Parmo. Luego ingresaron Jerónimo Gómez Mattar, Thiago Yáñez, Santiago Silveira, Joaquín Salas, Mateo Martínez, Ramiro Scandolo, Tomás Nosei, Uriel Ojeda, Facundo Jainikoski, Can Armando Güner.
Un tanto fuera de lo común se dio en el tradicional torneo Cotif de l’Alcúdia LA NACION