Jugaron al fútbol, pero con autos: la llamativa idea de los fanáticos de un clásico modelo argentino

Lo que comenzó como una reunión entre entusiastas del Fiat 600 terminó consolidándose como una de las comunidades más activas del país en torno a un modelo clásico. “Reunidos por el 600”, el club suma más de 23.000 participantes en su grupo de Facebook, unos 2200 vehículos censados en circulación y encuentros temáticos que combinan historia, humor y fines solidarios.
El último evento del club dejó una imagen tan llamativa como difícil de imaginar: 15 Fiat 600 en una cancha de fútbol, empujando una pelota gigante, luchando para hacer un gol. El objetivo, recrear una suerte de “Rocket League” criollo, con reglas propias y una puesta en escena pensada para las redes. “Se me ocurrió a partir de un video de los años 60, pero quisimos hacerlo con más tecnología y con un fin benéfico”, comentó el fundador, Pablo Riscica.
El partido se filmó en el Club El Fortín, en Avellaneda, con siete autos por equipo y una jueza —también a bordo de un Fitito— encargada de impartir justicia. Algunas jugadas fueron planeadas para las cámaras, pero otras salieron de improviso. El guion incluyó hasta una intervención del VAR para cobrar una “mano” de uno de los vehículos.
La pelota, cedida por el presidente de Stellantis Argentina, Martín Zuppi, fue diseñada con materiales especiales para soportar el peso de los impactos, aunque Riscica cuenta que inflarla no fue sencillo: incluso con turbina, el proceso llevó su tiempo.
Para evitar choques, los conductores tuvieron sumo cuidado y se comunicaron por walkie-talkies, además de que se acordó que los cierres de jugada debían hacerse siempre de costado. “Además, hay que tener en cuenta que quien llevaba la pelota no podía ver lo que había del otro lado como consecuencia de su tamaño”, explica el fundador del club. El video fue publicado en las redes del club y superó las 400.000 visualizaciones en pocos días.
El evento sirvió además como anticipo y promoción del próximo encuentro del club, que se realizará el 17 de agosto en el mismo predio. Habrá exhibición de autos clásicos y quienes asistan con vehículo propio podrán participar de una nueva edición del “fútbol en autos”. La entrada será gratuita, con un único requisito: llevar un alimento no perecedero o un juguete, en el marco del Día del Niño, que serán donados a El Fortín.
El vínculo de Riscica con el Fiat 600 comenzó cuando cumplió 18 años. “Mi papá me lo compró. Mis amigos quizás tenían autos más modernos o equipados, pero yo me las tenía que arreglar. Era un auto básico, de batalla, laburador. Recién con el tiempo se convirtió en un auto simpático”, recuerda.
El club se formó a pulmón, con reuniones en la autopista Riccheri o en pueblos del interior, gestionadas entre sus propios miembros. Uno de sus hitos fue la inauguración del Museo del Fitito, en el partido de Tres de Febrero. Ese día, el club logró reunir 600 autos sobre la recta del Autódromo Gálvez de Buenos Aires.
Además del partido de fútbol, organizaron en el pasado otros encuentros temáticos. El año pasado realizaron una producción basada en PacMan, también con fuerte repercusión. “Parece que la idea es solo divertirnos, pero en realidad es difundir el club con eventos que tengan siempre un fin solidario”, señala Riscica.
Hoy, “Reunidos por el 600” se encuentra en un momento de consolidación. Las reuniones convocan entre 100 y 120 autos y la comunidad online sigue creciendo. Con propuestas que combinan tradición, creatividad y compromiso social, el club logró que un modelo popular de otra época vuelva a rodar, ahora como símbolo de encuentro.
Lo que comenzó como una reunión entre entusiastas del Fiat 600 terminó consolidándose como una de las comunidades más activas del país en torno a un modelo clásico. “Reunidos por el 600”, el club suma más de 23.000 participantes en su grupo de Facebook, unos 2200 vehículos censados en circulación y encuentros temáticos que combinan historia, humor y fines solidarios.
El último evento del club dejó una imagen tan llamativa como difícil de imaginar: 15 Fiat 600 en una cancha de fútbol, empujando una pelota gigante, luchando para hacer un gol. El objetivo, recrear una suerte de “Rocket League” criollo, con reglas propias y una puesta en escena pensada para las redes. “Se me ocurrió a partir de un video de los años 60, pero quisimos hacerlo con más tecnología y con un fin benéfico”, comentó el fundador, Pablo Riscica.
El partido se filmó en el Club El Fortín, en Avellaneda, con siete autos por equipo y una jueza —también a bordo de un Fitito— encargada de impartir justicia. Algunas jugadas fueron planeadas para las cámaras, pero otras salieron de improviso. El guion incluyó hasta una intervención del VAR para cobrar una “mano” de uno de los vehículos.
La pelota, cedida por el presidente de Stellantis Argentina, Martín Zuppi, fue diseñada con materiales especiales para soportar el peso de los impactos, aunque Riscica cuenta que inflarla no fue sencillo: incluso con turbina, el proceso llevó su tiempo.
Para evitar choques, los conductores tuvieron sumo cuidado y se comunicaron por walkie-talkies, además de que se acordó que los cierres de jugada debían hacerse siempre de costado. “Además, hay que tener en cuenta que quien llevaba la pelota no podía ver lo que había del otro lado como consecuencia de su tamaño”, explica el fundador del club. El video fue publicado en las redes del club y superó las 400.000 visualizaciones en pocos días.
El evento sirvió además como anticipo y promoción del próximo encuentro del club, que se realizará el 17 de agosto en el mismo predio. Habrá exhibición de autos clásicos y quienes asistan con vehículo propio podrán participar de una nueva edición del “fútbol en autos”. La entrada será gratuita, con un único requisito: llevar un alimento no perecedero o un juguete, en el marco del Día del Niño, que serán donados a El Fortín.
El vínculo de Riscica con el Fiat 600 comenzó cuando cumplió 18 años. “Mi papá me lo compró. Mis amigos quizás tenían autos más modernos o equipados, pero yo me las tenía que arreglar. Era un auto básico, de batalla, laburador. Recién con el tiempo se convirtió en un auto simpático”, recuerda.
El club se formó a pulmón, con reuniones en la autopista Riccheri o en pueblos del interior, gestionadas entre sus propios miembros. Uno de sus hitos fue la inauguración del Museo del Fitito, en el partido de Tres de Febrero. Ese día, el club logró reunir 600 autos sobre la recta del Autódromo Gálvez de Buenos Aires.
Además del partido de fútbol, organizaron en el pasado otros encuentros temáticos. El año pasado realizaron una producción basada en PacMan, también con fuerte repercusión. “Parece que la idea es solo divertirnos, pero en realidad es difundir el club con eventos que tengan siempre un fin solidario”, señala Riscica.
Hoy, “Reunidos por el 600” se encuentra en un momento de consolidación. Las reuniones convocan entre 100 y 120 autos y la comunidad online sigue creciendo. Con propuestas que combinan tradición, creatividad y compromiso social, el club logró que un modelo popular de otra época vuelva a rodar, ahora como símbolo de encuentro.
El evento se llevo a cabo con el objetivo de impulsar un evento solidario; cuáles fueron las reglas y cuándo se jugará de nuevo LA NACION