La metamorfosis de Daniel Radcliffe: de niño mago en Harry Potter a estrella de Broadway tras su lucha contra el alcohol

El 23 de julio cumplió 36 años la persona que se dio a conocer al mundo como “el elegido”, “el niño que sobrevivió”, “el joven tocado por la varita mágica (literal y metafóricamente) pero a quien, después de una década, se lo empezó a relacionar con términos como “adicción”, “maldición”, “encasillamiento” y “rechazo”. Cuando tenía 11 años, Daniel Radcliffe se puso la toga negra, los anteojos circulares y se pintó la cicatriz en la frente para darle vida al mago más famoso de la literatura y el cine: Harry Potter. De niño cumplió el sueño de todo actor, protagonizar un éxito de taquilla que traspasó cualquier tipo de límites. Pero, nada es gratis y en su caso la fama, el dinero y la sobreexposición lo llevaron por el camino del alcoholismo para intentar acallar el ruido exterior que cada vez lo oprimía más. Muchos pensaron que le sería imposible salir de ese lugar de “estrella infantil”, pero su amor por la actuación y también mucha “sangre, sudor, y lágrimas” lo llevaron a demostrar el significado de la reinvención, del trabajo duro y la importancia de tener un entorno que apoye y acompañe.
El papel que lo llevó al estrellato, la negación de sus padres y la fortuna que ganó
Así como Joanne Rowling, alias J.K. Rowling, nunca pensó (aunque tal vez fantaseó) que la saga que comenzó a escribir en servilletas de bares y restaurantes, se convertiría en un best seller con más de 500 millones de copias vendidas en 80 idiomas, se adaptaría a la pantalla grande y se volvería uno de los universos cinematográficos y literarios más grandes de todos los tiempos, Daniel Radcliffe tampoco se imaginaba que, con solo 11 años, sería uno de los actores juveniles más prometedores de Hollywood.
Daniel Jacob Radcliffe nació el 23 de julio de 1989 en Londres. Desde pequeño quiso actuar, pero sus padres -Alan Radcliffe y Marcia Gresham- no se lo permitían. Finalmente lo dejaron hacer algunas audiciones y así, llegó su primer proyecto: la versión infantil de David Copperfield en una adaptación para televisión que hizo BBC de la novela de Charles Dickens, David Copperfield. Este papel fue la puerta de entrada al éxito. Chris Columbus, director de Mi pobre angelito (Home Alone) y Papá por siempre (Mrs. Doubtfire), fue elegido para llevar a la pantalla grande el primer libro de la saga de Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal (Harry Potter and the Philosopher’s Stone) y se encontraba en la búsqueda del niño que interpretara al joven mago. Cuando vio a Radcliffe dijo: “Esto es lo que quiero. Este es Harry Potter” y la autora de la saga avaló su decisión.
Tras el extenso proceso de casting, se quedó con el papel, pero hubo un problema: sus padres no querían que participara de un proyecto tan grande y menos tan lejos de casa. Pero, cuando las grandes productoras quieren algo, lo logran. Fue así como accedieron a las exigencias de la familia de su joven estrella y aceptaron rodar la película en el Reino Unido y no en Los Ángeles, como se acostumbra a hacer.
Entre 2001 y 2011, el británico interpretó al mago en las ocho películas derivadas de los siete libros. Arrancó el proyecto con 11 años y lo culminó con 21. Pero, no solo se volvió una celebridad, sino que puso sus huellas frente al Teatro Chino (TCL Chinese Theatre) de Los Ángeles, consiguió una estrella en el paseo de la fama y se convirtió en millonario. Según la última actualización del sitio Celebrity Net Worth, su patrimonio asciende a 110 millones de dólares. Gran parte de esta cifra se construyó gracias a Harry Potter: en su primera película le pagaron un millón de dólares, pero como valores aumentaron año a año, para la última le pagaron 25 millones. Según se estima, por el proyecto ganó en total 95.6 millones de dólares.
“Me pagaron tan bien por hacer las películas de Harry Potter que es ridículo. Si alguien me preguntara ‘¿creías merecer ese dinero?’, no, claro que no. Pero, ¿lo habrías aceptado de todas formas? Por supuesto. Casualmente, descubrí esta industria donde la gente cobra cantidades absurdas. Esa es la realidad. Casi me siento culpable por haber tenido tanto éxito con Harry Potter “, le reconoció el actor a Parade en 2012.
La presión, la exigencia por estar “feliz” y el refugio en el alcohol
Pero, tal y como le sucedió a otras estrellas infantiles como Macaulay Culkin (Mi pobre Angelito) y Mara Wilson (Matilda), Radcliffe, experimentó las luces y sombras de Hollywood. Lo que suele ocurrir es que a los actores que se hicieron mega famosos de niños gracias a un personaje en particular los terminan encasillando y salir de ese lugar es extremadamente difícil. No importa lo que hagan, siempre serán Kevin McCallister o Matilda Wormwood y, en su caso, Harry Potter. Y esto siempre lo asustó, aún mientras lo interpretaba. “Mi alcoholismo se debe a Harry Potter”, reconoció tiempo atrás en una entrevista con BBC Desert Island Discs. “Me preguntaba si seguiría siendo el mago de Hogwarts para siempre y eso me estresaba”, aseguró. Aunque reconoció que nunca bebió en el set, sí llegó al estudio con algunas secuelas de la noche anterior: “De hecho, hay muchas escenas donde veo que estoy ido”.
A lo largo de los años, y tras haber dejado atrás (en la medida de lo posible) el personaje del mago, Radcliffe se sinceró sobre su problema con el alcohol. Explicó que particularmente durante la adolescencia, cuando comenzó a salir más, se sentía observado: “La forma más rápida de olvidarme de que la gente me estuvieran mirando todo el tiempo era emborracharme”. Pero, cuanto más borracho estaba, más observado se sentía. En una entrevista con el ciclo The Off Camara en 2019, el actor se habló de lo “abrumadora” que puede llegar a ser la fama y sobre todo la expectativa de que hay que estar “feliz” todo el tiempo.
“Tenés un gran trabajo, sos rico, no tenés derecho a sentirte triste o a no estar entusiasmado. Y eso también es una presión, porque si de repente sentís una emoción humana de tristeza, ¿significa que lo estoy haciendo mal? ¿Significa que no soy bueno para ser famoso?”, reflexionó. No obstante, reconoció que aun en el peor momento, sintió la fortuna de haber encontrado un trabajo soñado al que siempre quiere volver: “Incluso en el punto más bajo de mi vida todavía amo mi trabajo. Nunca hubo un día en que mis propias cosas afectaran mi desempeño en el set. Nunca hubo un momento en el que dije ‘ojalá esto no me hubiera pasado. Ojalá no fuera Harry Potter’. Eso simplemente no pasó“.
El actor tuvo el apoyo necesario para salir de ese oscuro lugar. Tuvieron que pasar “un par de años y varios intentos” para que una mañana “después de una larga noche” se despertara y dijera: “Probablemente, esto no está bien”. Reconoció que no extraña “en lo absoluto” el alcohol y se siente “mucho más feliz” sin el caos que los excesos llevaban a su vida.
Cómo logró dejar de ser solamente “el mago”, para convertirse en ganador de un Tony y formar su propia familia
Nada es eterno, y al final de los días, todo pasa, lo bueno y también lo malo. Mientras aún estaba en Harry Potter, el británico empezó a mostrarse en otro tipo de proyectos. Pero, no fue hasta 2011, cuando dejó oficialmente los lentes, se borró la cicatriz y buscó metas que lo desafiaran. En 2012 protagonizó la película Una dama de negro (The Woman in Black) y la serie Diario de un joven doctor (Young Doctor’s Notebook) con Jon Hamm. En 2015 coprotagonizó junto a James McAvoy la película Victor Frankenstein y en 2016 fue uno de los villanos en Now You See Me 2, donde compartió elenco con Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Dave Franco, Lizzy Caplan, Mark Ruffalo, Morgan Freeman y Michael Caine. La tercera parte de la saga, Now You See Me: Now You Don’t, se estrenará en noviembre y según trascendió, Radcliffe formará parte del reparto.
Si retomamos la cronología, en 2022 se unió a Sandra Bullock y Channing Tatum en La ciudad perdida (The lost city) y ese mismo año lució irreconocible en su retrato del humorista ‘Weird AI’ Yankovic en Weird: La historia de Al Yankovic (Weird: The Al Yankovic Story) de Eric Apple, papel que le valió una nominación al Emmy y al BAFTA.
Más allá de sus proyectos cinematográficos, Radcliffe encontró su verdadero lugar arriba de las tablas. En 2007, mientras aún interpretaba a Harry Potter, protagonizó en el West End de Londres, junto a Richard Griffiths, quien interpretó a su tío Vernon Dursley, el revival de Equus de Peter Shaffer, en la que su personaje mantiene relaciones con un caballo y tiene un desnudo total en escena. Contra todo pronóstico, y a sabiendas de que no era un contenido apto para todo público, Warner lo apoyó. En 2008 la producción se trasladó a Broadway y marcó su debut en teatral en Nueva York.
Este fue un momento clave en su vida. Lo llevó a darse cuenta de que se sentía cómodo arriba del escenario y le permitió demostrarle al mundo toda su versatilidad, puesto que además de actuar, también baila y canta. Eso quedó demostrado en el musical How to Succeed in Business Without Really Trying, que protagonizó entre 2011 y 2012 en el teatro Al Hirschfeld de Nueva York.
Si bien en el medio hizo otras producciones teatrales, en 2023 las cosas comenzaron a acomodarse de una manera diferente y todo lo que hizo durante 20 años en la industria del entretenimiento se resignificó. Encabezó junto a Jonathan Groff y Lindsay Mendez el revival de Merrily We Roll Along, un musical de 1981 con letra y música de Stephen Sondheim sobre un compositor de Broadway que deja todo para mudarse a la costa oeste y triunfar como productor en Hollywood. La producción, que arrancó un año antes en el Off Broadway y luego se instaló en el Hudson Theater, se convirtió en un suceso teatral, rompió récords de audiencia y recibió elogios de la crítica. Además de la grabación del álbum, el 5 de diciembre se estrenará la versión filmada del musical, tal y como ocurrió con Hamilton, Newsies, Come From Away, Waitress y más recientemente Frozen, que desembarcaron en el streaming.
Asimismo, en los premios Tony de 2024, el musical ganó como mejor revival, orquesta, actor principal en un musical para Groff y actor de reparto en musical para Radcliffe. Más allá de haber sido su primer “premio grande”, fue el reconocimiento, la validación y la reafirmación de que no era solo “el chico de Harry Potter”. “Voy a hablar rápido y trataré de no llorar”, dijo sobre el escenario del Lincoln Center frente a toda la comunidad de Broadway. “Realmente no tengo que actuar en este musical, solo tengo que mirar a mis compañeros y sentir todo lo que quiero sentir. Nunca volveré a estar tan bien”, expresó en su discurso. También le agradeció a sus padres “por poner a Sondheim en el auto y, ya saben por quererme” y por último a su esposa y a su hijo, a quienes definió como “lo mejor” que le pasó en la vida.
El actor está en pareja con la actriz Erin Darke (The Marvelous Mrs. Maisel, Good Girls Revolt) a quien conoció en 2012 en el rodaje de Kill Your Darlings. Un año después blanquearon su relación y en 2014, durante una entrevista con Us Weekly, expresó: “Creo que ese es el tipo de relación que siempre aspiro a tener con alguien con quien estoy saliendo. Quieres que esa persona sea tu mejor amiga y ella, sin duda, lo es”. En abril de 2023 le dieron la bienvenida a su primer hijo.
Pasaron 24 años desde el estreno de Harry Potter. En el medio se amplió el universo con Animales fantásticos (Fantastic Beasts), surgieron desde parques de atracciones, hasta un octavo libro, Harry Potter y el legado maldito (Harry Potter and the Cursed Child) que llegó al West End en 2016 y a Broadway dos años después, una reunión del elenco en Harry Potter 20 Aniversario: Regreso a Hogwarts (Harry Potter 20th Anniversary: Return to Hogwarts), y actualmente se trabaja en una serie basada en los siete libros.
Pero, para el intérprete de 36 años, lo que sucedió en aquellos sets hace más de dos décadas fue mágico. Allí descubrió su pasión por la actuación, forjó vínculos para toda la vida, tuvo un crush con Helena Bonham Carter, se enamoró de Rosie Coker, asistente de producción con quien salió durante un año, y compartió elenco con sus ídolos, Gary Oldman y Alan Rickman. ”No creo haber apreciado del todo el alcance que estas películas tenían cuando estaba haciéndolas. Muchas personas que dijeron cosas como ‘son las únicas películas que mi papá y yo vemos juntos; no podemos hablar de otra cosa y vemos Harry Potter‘”, les admitió a Emma Watson y Rupert Grint durante el reencuentro. Con la emoción, la sinceridad y la verborragia que lo caracteriza afirmó: “La gente de estas películas son la base de quién soy. Como persona y actor me siento afortunado de estar donde estoy y de tener la vida que tengo, y poder trabajar con las personas con las que trabajo ahora. Pero nada de eso es posible sin esto. Así que fueron diez años muy buenos”.
El 23 de julio cumplió 36 años la persona que se dio a conocer al mundo como “el elegido”, “el niño que sobrevivió”, “el joven tocado por la varita mágica (literal y metafóricamente) pero a quien, después de una década, se lo empezó a relacionar con términos como “adicción”, “maldición”, “encasillamiento” y “rechazo”. Cuando tenía 11 años, Daniel Radcliffe se puso la toga negra, los anteojos circulares y se pintó la cicatriz en la frente para darle vida al mago más famoso de la literatura y el cine: Harry Potter. De niño cumplió el sueño de todo actor, protagonizar un éxito de taquilla que traspasó cualquier tipo de límites. Pero, nada es gratis y en su caso la fama, el dinero y la sobreexposición lo llevaron por el camino del alcoholismo para intentar acallar el ruido exterior que cada vez lo oprimía más. Muchos pensaron que le sería imposible salir de ese lugar de “estrella infantil”, pero su amor por la actuación y también mucha “sangre, sudor, y lágrimas” lo llevaron a demostrar el significado de la reinvención, del trabajo duro y la importancia de tener un entorno que apoye y acompañe.
El papel que lo llevó al estrellato, la negación de sus padres y la fortuna que ganó
Así como Joanne Rowling, alias J.K. Rowling, nunca pensó (aunque tal vez fantaseó) que la saga que comenzó a escribir en servilletas de bares y restaurantes, se convertiría en un best seller con más de 500 millones de copias vendidas en 80 idiomas, se adaptaría a la pantalla grande y se volvería uno de los universos cinematográficos y literarios más grandes de todos los tiempos, Daniel Radcliffe tampoco se imaginaba que, con solo 11 años, sería uno de los actores juveniles más prometedores de Hollywood.
Daniel Jacob Radcliffe nació el 23 de julio de 1989 en Londres. Desde pequeño quiso actuar, pero sus padres -Alan Radcliffe y Marcia Gresham- no se lo permitían. Finalmente lo dejaron hacer algunas audiciones y así, llegó su primer proyecto: la versión infantil de David Copperfield en una adaptación para televisión que hizo BBC de la novela de Charles Dickens, David Copperfield. Este papel fue la puerta de entrada al éxito. Chris Columbus, director de Mi pobre angelito (Home Alone) y Papá por siempre (Mrs. Doubtfire), fue elegido para llevar a la pantalla grande el primer libro de la saga de Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal (Harry Potter and the Philosopher’s Stone) y se encontraba en la búsqueda del niño que interpretara al joven mago. Cuando vio a Radcliffe dijo: “Esto es lo que quiero. Este es Harry Potter” y la autora de la saga avaló su decisión.
Tras el extenso proceso de casting, se quedó con el papel, pero hubo un problema: sus padres no querían que participara de un proyecto tan grande y menos tan lejos de casa. Pero, cuando las grandes productoras quieren algo, lo logran. Fue así como accedieron a las exigencias de la familia de su joven estrella y aceptaron rodar la película en el Reino Unido y no en Los Ángeles, como se acostumbra a hacer.
Entre 2001 y 2011, el británico interpretó al mago en las ocho películas derivadas de los siete libros. Arrancó el proyecto con 11 años y lo culminó con 21. Pero, no solo se volvió una celebridad, sino que puso sus huellas frente al Teatro Chino (TCL Chinese Theatre) de Los Ángeles, consiguió una estrella en el paseo de la fama y se convirtió en millonario. Según la última actualización del sitio Celebrity Net Worth, su patrimonio asciende a 110 millones de dólares. Gran parte de esta cifra se construyó gracias a Harry Potter: en su primera película le pagaron un millón de dólares, pero como valores aumentaron año a año, para la última le pagaron 25 millones. Según se estima, por el proyecto ganó en total 95.6 millones de dólares.
“Me pagaron tan bien por hacer las películas de Harry Potter que es ridículo. Si alguien me preguntara ‘¿creías merecer ese dinero?’, no, claro que no. Pero, ¿lo habrías aceptado de todas formas? Por supuesto. Casualmente, descubrí esta industria donde la gente cobra cantidades absurdas. Esa es la realidad. Casi me siento culpable por haber tenido tanto éxito con Harry Potter “, le reconoció el actor a Parade en 2012.
La presión, la exigencia por estar “feliz” y el refugio en el alcohol
Pero, tal y como le sucedió a otras estrellas infantiles como Macaulay Culkin (Mi pobre Angelito) y Mara Wilson (Matilda), Radcliffe, experimentó las luces y sombras de Hollywood. Lo que suele ocurrir es que a los actores que se hicieron mega famosos de niños gracias a un personaje en particular los terminan encasillando y salir de ese lugar es extremadamente difícil. No importa lo que hagan, siempre serán Kevin McCallister o Matilda Wormwood y, en su caso, Harry Potter. Y esto siempre lo asustó, aún mientras lo interpretaba. “Mi alcoholismo se debe a Harry Potter”, reconoció tiempo atrás en una entrevista con BBC Desert Island Discs. “Me preguntaba si seguiría siendo el mago de Hogwarts para siempre y eso me estresaba”, aseguró. Aunque reconoció que nunca bebió en el set, sí llegó al estudio con algunas secuelas de la noche anterior: “De hecho, hay muchas escenas donde veo que estoy ido”.
A lo largo de los años, y tras haber dejado atrás (en la medida de lo posible) el personaje del mago, Radcliffe se sinceró sobre su problema con el alcohol. Explicó que particularmente durante la adolescencia, cuando comenzó a salir más, se sentía observado: “La forma más rápida de olvidarme de que la gente me estuvieran mirando todo el tiempo era emborracharme”. Pero, cuanto más borracho estaba, más observado se sentía. En una entrevista con el ciclo The Off Camara en 2019, el actor se habló de lo “abrumadora” que puede llegar a ser la fama y sobre todo la expectativa de que hay que estar “feliz” todo el tiempo.
“Tenés un gran trabajo, sos rico, no tenés derecho a sentirte triste o a no estar entusiasmado. Y eso también es una presión, porque si de repente sentís una emoción humana de tristeza, ¿significa que lo estoy haciendo mal? ¿Significa que no soy bueno para ser famoso?”, reflexionó. No obstante, reconoció que aun en el peor momento, sintió la fortuna de haber encontrado un trabajo soñado al que siempre quiere volver: “Incluso en el punto más bajo de mi vida todavía amo mi trabajo. Nunca hubo un día en que mis propias cosas afectaran mi desempeño en el set. Nunca hubo un momento en el que dije ‘ojalá esto no me hubiera pasado. Ojalá no fuera Harry Potter’. Eso simplemente no pasó“.
El actor tuvo el apoyo necesario para salir de ese oscuro lugar. Tuvieron que pasar “un par de años y varios intentos” para que una mañana “después de una larga noche” se despertara y dijera: “Probablemente, esto no está bien”. Reconoció que no extraña “en lo absoluto” el alcohol y se siente “mucho más feliz” sin el caos que los excesos llevaban a su vida.
Cómo logró dejar de ser solamente “el mago”, para convertirse en ganador de un Tony y formar su propia familia
Nada es eterno, y al final de los días, todo pasa, lo bueno y también lo malo. Mientras aún estaba en Harry Potter, el británico empezó a mostrarse en otro tipo de proyectos. Pero, no fue hasta 2011, cuando dejó oficialmente los lentes, se borró la cicatriz y buscó metas que lo desafiaran. En 2012 protagonizó la película Una dama de negro (The Woman in Black) y la serie Diario de un joven doctor (Young Doctor’s Notebook) con Jon Hamm. En 2015 coprotagonizó junto a James McAvoy la película Victor Frankenstein y en 2016 fue uno de los villanos en Now You See Me 2, donde compartió elenco con Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Dave Franco, Lizzy Caplan, Mark Ruffalo, Morgan Freeman y Michael Caine. La tercera parte de la saga, Now You See Me: Now You Don’t, se estrenará en noviembre y según trascendió, Radcliffe formará parte del reparto.
Si retomamos la cronología, en 2022 se unió a Sandra Bullock y Channing Tatum en La ciudad perdida (The lost city) y ese mismo año lució irreconocible en su retrato del humorista ‘Weird AI’ Yankovic en Weird: La historia de Al Yankovic (Weird: The Al Yankovic Story) de Eric Apple, papel que le valió una nominación al Emmy y al BAFTA.
Más allá de sus proyectos cinematográficos, Radcliffe encontró su verdadero lugar arriba de las tablas. En 2007, mientras aún interpretaba a Harry Potter, protagonizó en el West End de Londres, junto a Richard Griffiths, quien interpretó a su tío Vernon Dursley, el revival de Equus de Peter Shaffer, en la que su personaje mantiene relaciones con un caballo y tiene un desnudo total en escena. Contra todo pronóstico, y a sabiendas de que no era un contenido apto para todo público, Warner lo apoyó. En 2008 la producción se trasladó a Broadway y marcó su debut en teatral en Nueva York.
Este fue un momento clave en su vida. Lo llevó a darse cuenta de que se sentía cómodo arriba del escenario y le permitió demostrarle al mundo toda su versatilidad, puesto que además de actuar, también baila y canta. Eso quedó demostrado en el musical How to Succeed in Business Without Really Trying, que protagonizó entre 2011 y 2012 en el teatro Al Hirschfeld de Nueva York.
Si bien en el medio hizo otras producciones teatrales, en 2023 las cosas comenzaron a acomodarse de una manera diferente y todo lo que hizo durante 20 años en la industria del entretenimiento se resignificó. Encabezó junto a Jonathan Groff y Lindsay Mendez el revival de Merrily We Roll Along, un musical de 1981 con letra y música de Stephen Sondheim sobre un compositor de Broadway que deja todo para mudarse a la costa oeste y triunfar como productor en Hollywood. La producción, que arrancó un año antes en el Off Broadway y luego se instaló en el Hudson Theater, se convirtió en un suceso teatral, rompió récords de audiencia y recibió elogios de la crítica. Además de la grabación del álbum, el 5 de diciembre se estrenará la versión filmada del musical, tal y como ocurrió con Hamilton, Newsies, Come From Away, Waitress y más recientemente Frozen, que desembarcaron en el streaming.
Asimismo, en los premios Tony de 2024, el musical ganó como mejor revival, orquesta, actor principal en un musical para Groff y actor de reparto en musical para Radcliffe. Más allá de haber sido su primer “premio grande”, fue el reconocimiento, la validación y la reafirmación de que no era solo “el chico de Harry Potter”. “Voy a hablar rápido y trataré de no llorar”, dijo sobre el escenario del Lincoln Center frente a toda la comunidad de Broadway. “Realmente no tengo que actuar en este musical, solo tengo que mirar a mis compañeros y sentir todo lo que quiero sentir. Nunca volveré a estar tan bien”, expresó en su discurso. También le agradeció a sus padres “por poner a Sondheim en el auto y, ya saben por quererme” y por último a su esposa y a su hijo, a quienes definió como “lo mejor” que le pasó en la vida.
El actor está en pareja con la actriz Erin Darke (The Marvelous Mrs. Maisel, Good Girls Revolt) a quien conoció en 2012 en el rodaje de Kill Your Darlings. Un año después blanquearon su relación y en 2014, durante una entrevista con Us Weekly, expresó: “Creo que ese es el tipo de relación que siempre aspiro a tener con alguien con quien estoy saliendo. Quieres que esa persona sea tu mejor amiga y ella, sin duda, lo es”. En abril de 2023 le dieron la bienvenida a su primer hijo.
Pasaron 24 años desde el estreno de Harry Potter. En el medio se amplió el universo con Animales fantásticos (Fantastic Beasts), surgieron desde parques de atracciones, hasta un octavo libro, Harry Potter y el legado maldito (Harry Potter and the Cursed Child) que llegó al West End en 2016 y a Broadway dos años después, una reunión del elenco en Harry Potter 20 Aniversario: Regreso a Hogwarts (Harry Potter 20th Anniversary: Return to Hogwarts), y actualmente se trabaja en una serie basada en los siete libros.
Pero, para el intérprete de 36 años, lo que sucedió en aquellos sets hace más de dos décadas fue mágico. Allí descubrió su pasión por la actuación, forjó vínculos para toda la vida, tuvo un crush con Helena Bonham Carter, se enamoró de Rosie Coker, asistente de producción con quien salió durante un año, y compartió elenco con sus ídolos, Gary Oldman y Alan Rickman. ”No creo haber apreciado del todo el alcance que estas películas tenían cuando estaba haciéndolas. Muchas personas que dijeron cosas como ‘son las únicas películas que mi papá y yo vemos juntos; no podemos hablar de otra cosa y vemos Harry Potter‘”, les admitió a Emma Watson y Rupert Grint durante el reencuentro. Con la emoción, la sinceridad y la verborragia que lo caracteriza afirmó: “La gente de estas películas son la base de quién soy. Como persona y actor me siento afortunado de estar donde estoy y de tener la vida que tengo, y poder trabajar con las personas con las que trabajo ahora. Pero nada de eso es posible sin esto. Así que fueron diez años muy buenos”.
A los 11 años se convirtió en una celebridad; conoció las luces y sombras de Hollywood y logró reinventarse y demostrarle al mundo que tiene mucho talento para brindar LA NACION