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Zidi Yu, la china de 12 años que asombra en el Mundial de natación y enciende un profundo debate

Mi edad es una ventaja, y espero crecer y desarrollar más fuerza en el futuro”, sostiene Zidi Yu, la nadadora china de apenas 12 años que asombra en el Mundial de Singapur, donde estuvo a apenas seis centésimas de subirse al podio y colgarse una medalla en los 200m combinados individuales, prueba en la que llegó cuarta. Del otro lado, los cuestionamientos se propagan más allá del ámbito deportivo y su protagonismo a tan temprana edad genera un profundo debate.

“¿Cómo se puede alcanzar tal nivel de rendimiento a los 12? Otros tardan 15 años en lograrlo. Lo que significa que ella no había nacido cuando las demás empezaron a entrenarse. Y lo digo sin ninguna segunda intención nauseabunda. No, ni siquiera se trata de dopaje, sino de una carga de trabajo y un entrenamiento con pesas que no se corresponden con un cuerpo en desarrollo”, analizó Denis Auguin, un entrenador francés de renombre mundial, que trabajó estrechamente con grandes campeones. Sus opiniones fueron replicadas en los medios europeos que siguen el minuto a minuto del torneo, entre ellos L’Equipe y La Vanguardia.

Zidi Yu desempolvó una de las estadísticas más improbables de la natación: desde que la danesa Inge Sorensen ganó una medalla de bronce en los 200m pecho en los Juegos Olímpicos de 1936, ninguna niña de esa edad estuvo tan cerca de quedar entre las tres primeras en una definición. La canadiense Summer McIntosh, de 18, ganó con cierta comodidad, con un tiempo de 2m6s69/100, y los expertos señalaron que la longitud final del crol de la china fue casi tan rápida como la de McIntosh en la final (30s16 contra 30s17), tras arrasar en esos 50m en su semifinal (30s07). Con 2m9s21/100, la prodigio asiática registró un tiempo impresionante, más rápido que el récord francés de Camille Muffat (2m9s37), por dar un ejemplo.

Zidi Yu compitió en la final de los 200 metros combinados en Singapur y quedó a centésimas de segundo de subirse al podio

“Consideramos que las pruebas de combinado, especialmente los 400m, son las más difíciles. Para mí, es como si fueran cocinas diferentes; es divertido pensar en una deliciosa comida mientras me entreno”, dice la pequeña, que considera esa prueba del sábado y los 200m mariposa (que comienzan el miércoles) sus distancias favoritas.

En esa última tiene argumentos sólidos para soñar: su marca de 2m6s83/100 en las pruebas de clasificación de China la coloca en el séptimo puesto mundial esta temporada, mientras que su marca de 4m35s53/100 en los 400m combinados la sitúa en el quinto lugar.

Sin embargo, su edad genera más inquietud que entusiasmo. Desde el ascenso de su compatriota Fu Mingxia, saltadora que se coronó campeona mundial de clavados de altura en 1991 a los 12 años y campeona olímpica al año siguiente, un título que se hizo famoso gracias a la icónica foto de la joven en Barcelona, la Federación Internacional de Saltos (FINA) estableció en 14 años el límite de edad para participar en sus disciplinas. ¿Por qué se permitió a Zidi Yu participar en este Campeonato Mundial?

Zidi Yu llegó cuarta en la final de los 200 metros individuales combinados en Singapur, desde el andarivel 1

Porque desde entonces se añadió un párrafo que estipula que los más jóvenes pueden clasificarse si alcanzan los mínimos B. Esa norma le permitió competir en el Mundial 2015 a una niña de Bahréin, Alzain Tareq, que entonces tenía 10 años y contaba con el amplio apoyo financiero de su padre. “Los estándares B son relativamente fáciles de alcanzar. Es el equivalente a no establecer ninguno. Y, sobre todo, olvidar que la idea básica era proteger a los niños”, añade Auguin.

Yu mide casi 1,70 m y tiene unos hombros imponentes. “Para nadar a ese nivel, hay que hacer un trabajo especializado. ¿A qué edad empezó a entrenarse así? Me alegra que tenga un talento excepcional, que tenga mucho, pero para este nivel de rendimiento hay que entrenarse como una adulta. En cuanto a la salud mental y el equilibrio personal, a esa edad, me genera dudas. Exponer a una niña de 12 años a tal nivel de presión y exigencias… Físicamente, me cuestiona, pero mentalmente, creo que puede ser peligroso para las niñas”, remarcó el entrenador.

La china Zidi Yu, la estrella joven que asombra al mundo de la natación en el Mundial de Singapur

“Cuando un joven atleta con talento se destaca a los 12 años, se trata de tomar las decisiones correctas a largo plazo. Eso significa progresar a un ritmo razonable, introduciendo el tipo de entrenamiento y la competición adecuados en el momento oportuno. Muchos atletas de todo el mundo fueron identificados a esa edad y podrían haber sido mejores a los 13, 14 o 15, pero fueron entrenados para alcanzar su mejor condición física entre los 20 y los 26. Siguen apasionados por el deporte, sanos y capaces de hacer lo que quieren y necesitan en el momento oportuno de sus vidas”, contextualiza el preparador desde su experiencia.

No obstante, vale recordar que muchas adolescentes la precedieron en la competición al más alto nivel. La australiana Shane Gould, que se retiró a los 16 años, sigue siendo la única mujer que ha ostentado simultáneamente todos los récords mundiales en estilo libre, desde los 100m hasta los 1500m. La húngara Krisztina Egerszegi tenía 14 años, un mes y 9 días cuando ganó los 200m espalda en Seúl 1988, un récord que se batió en Barcelona 1992, cuando la japonesa Kyoko Iwasaki conquistó el oro en los 200m pecho con 14 años y 6 días.

Y la estadounidense Katie Ledecky tenía 15 años cuando ganó su primer título olímpico en los 1500m en 2012… y sigue siendo la reina de la larga distancia en la piscina. Este martes, a los 28, la nadadora de Washington se proclamó campeona del mundo de esa distancia estilo libre por sexta ocasión y totaliza 28 medallas en campeonatos mundiales, 22 de ellas de oro, con lo que quedó a sólo cuatro títulos del récord absoluto de su compatriota Michael Phelps.

“No podemos comparar culturas, pero una vez más el sistema de entrenamiento en Francia es muy protector, a veces demasiado –acepta Auguin–. Tenemos categorías por edad, y esta pequeña china podría competir en el Campeonato de Francia en la categoría júnior”, señala, en medio de una contradicción: las performances de Zidi no pueden considerarse récords mundiales júnior… porque no tiene la edad suficiente para competir en esa categoría, para nadadores de entre 14 y 18 años.

Yu Zidi nació en octubre de 2012 y fue fichada en 2021, cuando tenía apenas 9 años, y se mudó a otra provincia para entrenar en un club de la provincia de Hebei. Su relación con la natación comenzó de casualidad, en un verano al que fue con su madre a un parque acuático y un entrenador la vio. Su grandísimo rendimiento con tan corta edad llamó la atención de todos. Algunos la comparan con su compatriota Ye Shiwen, la nadadora más joven en obtener una medalla olímpica, a los 16, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El coach australiano de la selección china, Michael Bohl, aseguró que, de continuar esta tendencia, va camino a convertirse en un pilar de la natación de su país.

Se entrena como lo hace una juvenil en China: 15 kilómetros al día, en una cámara de hipoxia y con la rutina de una deportista adulta, según un análisis que publicó The New York Times basándose en documentos de la Oficina Provincial de Deportes de Hebei.

En la prueba en la que McIntosh se colgó otra medalla de oro, las miradas se las llevó desde que ingresó a la pileta la asiática. Nunca nadie tan joven nadó tan rápido. En ese contexto, World Aquatics tuvo que crear una nueva categoría para sus récords mundiales bajo el título “12 o menos años”, donde Zidi Yu podría ocupar todos los estantes porque, como destacan los periodistas chinos en Singapur, “ella puede tomarse siete pruebas como si fuera una comida”.

La final de los 200m combinados

Para explicar este fenómeno hay que averiguar sus virtudes antropomórficas, las que le permiten nadar tan bien todos los estilos con tan poco entrenamiento. En España señalan que si Mireia Belmonte, en su esplendor, decía que nadaba 90 kilómetros a la semana, salta a la vista la diferencia de entrenamiento entre una niña de 12 años y una nadadora de 22. Aunque, en natación, más no significa mejor. “Su subacuático y su movimiento de piernas son muy buenos. Alinea muy bien el cuerpo. Lleva la espalda hacia el fondo de la piscina y luego remonta, lo que reduce el impacto en el agua. Su frecuencia de nado es muy alta; aguantar en un 200 es exigente. Hizo mucho cardio. Su buena alineación le permite mantener la velocidad conseguida por la patada y la brazada”, suma su voz Andreu Roig, biomecánico del CAR, un centro de alto rendimiento.

¿El secreto del éxito? Como les ocurre a otros nadadores destacados como McIntosh o David Popovici, la muchacha cuenta con unos fundamentos básicos casi perfectos. Consiguió que su cuerpo tenga una posición aerodinámica en el agua: avanzan más dando menos brazadas, son eficientes. A eso hay que unirle el entrenamiento de la escuela china. En un año, mejoró cinco segundos de promedio sus mejores pruebas. Además, superó 27 controles antidoping en tres años. Y los estudios óseos anticipan que medirá 1,81m; será un portento físico similar a Ledecky.

La presentación de Zidi Yu en la final de 200m

Zidi Yu rompió toda precocidad. Y eso abrió otros debates, los morales. La psicóloga de The Rize, Ana Merayo, aporta su mirada: “Está construyendo su autoestima y su visión del mundo. Lo que está viviendo no encaja con el momento evolutivo y socio-afectivo. Sólo valgo si gano. Para ella el juego no es un espacio de aprendizaje, que es lo que debería ser a su edad. Para ella es una profesión”.

“En China funcionan por nivel, no por edad”, sostiene un entrenador. “Ella es una Mozart, no se puede frenar”, responde otro. “Si no se protege al menor surgen situaciones como abandono prematuro, burnout, trastornos de ansiedad… Su vida debe ser equilibrada, debe tener relaciones horizontales y ser una niña. Los invito a la reflexión de todos, tenemos una responsabilidad”, agrega Ana.

No soy un genio. Sólo le pongo trabajo y esfuerzo”, aseguró la nadadora, sonriente tras su cuarto puesto, al pie de un podio al que no va a sorprender que se suba en las especialidades que le restan competir. Está viviendo un sueño prematuro.

Mi edad es una ventaja, y espero crecer y desarrollar más fuerza en el futuro”, sostiene Zidi Yu, la nadadora china de apenas 12 años que asombra en el Mundial de Singapur, donde estuvo a apenas seis centésimas de subirse al podio y colgarse una medalla en los 200m combinados individuales, prueba en la que llegó cuarta. Del otro lado, los cuestionamientos se propagan más allá del ámbito deportivo y su protagonismo a tan temprana edad genera un profundo debate.

“¿Cómo se puede alcanzar tal nivel de rendimiento a los 12? Otros tardan 15 años en lograrlo. Lo que significa que ella no había nacido cuando las demás empezaron a entrenarse. Y lo digo sin ninguna segunda intención nauseabunda. No, ni siquiera se trata de dopaje, sino de una carga de trabajo y un entrenamiento con pesas que no se corresponden con un cuerpo en desarrollo”, analizó Denis Auguin, un entrenador francés de renombre mundial, que trabajó estrechamente con grandes campeones. Sus opiniones fueron replicadas en los medios europeos que siguen el minuto a minuto del torneo, entre ellos L’Equipe y La Vanguardia.

Zidi Yu desempolvó una de las estadísticas más improbables de la natación: desde que la danesa Inge Sorensen ganó una medalla de bronce en los 200m pecho en los Juegos Olímpicos de 1936, ninguna niña de esa edad estuvo tan cerca de quedar entre las tres primeras en una definición. La canadiense Summer McIntosh, de 18, ganó con cierta comodidad, con un tiempo de 2m6s69/100, y los expertos señalaron que la longitud final del crol de la china fue casi tan rápida como la de McIntosh en la final (30s16 contra 30s17), tras arrasar en esos 50m en su semifinal (30s07). Con 2m9s21/100, la prodigio asiática registró un tiempo impresionante, más rápido que el récord francés de Camille Muffat (2m9s37), por dar un ejemplo.

Zidi Yu compitió en la final de los 200 metros combinados en Singapur y quedó a centésimas de segundo de subirse al podio

“Consideramos que las pruebas de combinado, especialmente los 400m, son las más difíciles. Para mí, es como si fueran cocinas diferentes; es divertido pensar en una deliciosa comida mientras me entreno”, dice la pequeña, que considera esa prueba del sábado y los 200m mariposa (que comienzan el miércoles) sus distancias favoritas.

En esa última tiene argumentos sólidos para soñar: su marca de 2m6s83/100 en las pruebas de clasificación de China la coloca en el séptimo puesto mundial esta temporada, mientras que su marca de 4m35s53/100 en los 400m combinados la sitúa en el quinto lugar.

Sin embargo, su edad genera más inquietud que entusiasmo. Desde el ascenso de su compatriota Fu Mingxia, saltadora que se coronó campeona mundial de clavados de altura en 1991 a los 12 años y campeona olímpica al año siguiente, un título que se hizo famoso gracias a la icónica foto de la joven en Barcelona, la Federación Internacional de Saltos (FINA) estableció en 14 años el límite de edad para participar en sus disciplinas. ¿Por qué se permitió a Zidi Yu participar en este Campeonato Mundial?

Zidi Yu llegó cuarta en la final de los 200 metros individuales combinados en Singapur, desde el andarivel 1

Porque desde entonces se añadió un párrafo que estipula que los más jóvenes pueden clasificarse si alcanzan los mínimos B. Esa norma le permitió competir en el Mundial 2015 a una niña de Bahréin, Alzain Tareq, que entonces tenía 10 años y contaba con el amplio apoyo financiero de su padre. “Los estándares B son relativamente fáciles de alcanzar. Es el equivalente a no establecer ninguno. Y, sobre todo, olvidar que la idea básica era proteger a los niños”, añade Auguin.

Yu mide casi 1,70 m y tiene unos hombros imponentes. “Para nadar a ese nivel, hay que hacer un trabajo especializado. ¿A qué edad empezó a entrenarse así? Me alegra que tenga un talento excepcional, que tenga mucho, pero para este nivel de rendimiento hay que entrenarse como una adulta. En cuanto a la salud mental y el equilibrio personal, a esa edad, me genera dudas. Exponer a una niña de 12 años a tal nivel de presión y exigencias… Físicamente, me cuestiona, pero mentalmente, creo que puede ser peligroso para las niñas”, remarcó el entrenador.

La china Zidi Yu, la estrella joven que asombra al mundo de la natación en el Mundial de Singapur

“Cuando un joven atleta con talento se destaca a los 12 años, se trata de tomar las decisiones correctas a largo plazo. Eso significa progresar a un ritmo razonable, introduciendo el tipo de entrenamiento y la competición adecuados en el momento oportuno. Muchos atletas de todo el mundo fueron identificados a esa edad y podrían haber sido mejores a los 13, 14 o 15, pero fueron entrenados para alcanzar su mejor condición física entre los 20 y los 26. Siguen apasionados por el deporte, sanos y capaces de hacer lo que quieren y necesitan en el momento oportuno de sus vidas”, contextualiza el preparador desde su experiencia.

No obstante, vale recordar que muchas adolescentes la precedieron en la competición al más alto nivel. La australiana Shane Gould, que se retiró a los 16 años, sigue siendo la única mujer que ha ostentado simultáneamente todos los récords mundiales en estilo libre, desde los 100m hasta los 1500m. La húngara Krisztina Egerszegi tenía 14 años, un mes y 9 días cuando ganó los 200m espalda en Seúl 1988, un récord que se batió en Barcelona 1992, cuando la japonesa Kyoko Iwasaki conquistó el oro en los 200m pecho con 14 años y 6 días.

Y la estadounidense Katie Ledecky tenía 15 años cuando ganó su primer título olímpico en los 1500m en 2012… y sigue siendo la reina de la larga distancia en la piscina. Este martes, a los 28, la nadadora de Washington se proclamó campeona del mundo de esa distancia estilo libre por sexta ocasión y totaliza 28 medallas en campeonatos mundiales, 22 de ellas de oro, con lo que quedó a sólo cuatro títulos del récord absoluto de su compatriota Michael Phelps.

“No podemos comparar culturas, pero una vez más el sistema de entrenamiento en Francia es muy protector, a veces demasiado –acepta Auguin–. Tenemos categorías por edad, y esta pequeña china podría competir en el Campeonato de Francia en la categoría júnior”, señala, en medio de una contradicción: las performances de Zidi no pueden considerarse récords mundiales júnior… porque no tiene la edad suficiente para competir en esa categoría, para nadadores de entre 14 y 18 años.

Yu Zidi nació en octubre de 2012 y fue fichada en 2021, cuando tenía apenas 9 años, y se mudó a otra provincia para entrenar en un club de la provincia de Hebei. Su relación con la natación comenzó de casualidad, en un verano al que fue con su madre a un parque acuático y un entrenador la vio. Su grandísimo rendimiento con tan corta edad llamó la atención de todos. Algunos la comparan con su compatriota Ye Shiwen, la nadadora más joven en obtener una medalla olímpica, a los 16, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El coach australiano de la selección china, Michael Bohl, aseguró que, de continuar esta tendencia, va camino a convertirse en un pilar de la natación de su país.

Se entrena como lo hace una juvenil en China: 15 kilómetros al día, en una cámara de hipoxia y con la rutina de una deportista adulta, según un análisis que publicó The New York Times basándose en documentos de la Oficina Provincial de Deportes de Hebei.

En la prueba en la que McIntosh se colgó otra medalla de oro, las miradas se las llevó desde que ingresó a la pileta la asiática. Nunca nadie tan joven nadó tan rápido. En ese contexto, World Aquatics tuvo que crear una nueva categoría para sus récords mundiales bajo el título “12 o menos años”, donde Zidi Yu podría ocupar todos los estantes porque, como destacan los periodistas chinos en Singapur, “ella puede tomarse siete pruebas como si fuera una comida”.

La final de los 200m combinados

Para explicar este fenómeno hay que averiguar sus virtudes antropomórficas, las que le permiten nadar tan bien todos los estilos con tan poco entrenamiento. En España señalan que si Mireia Belmonte, en su esplendor, decía que nadaba 90 kilómetros a la semana, salta a la vista la diferencia de entrenamiento entre una niña de 12 años y una nadadora de 22. Aunque, en natación, más no significa mejor. “Su subacuático y su movimiento de piernas son muy buenos. Alinea muy bien el cuerpo. Lleva la espalda hacia el fondo de la piscina y luego remonta, lo que reduce el impacto en el agua. Su frecuencia de nado es muy alta; aguantar en un 200 es exigente. Hizo mucho cardio. Su buena alineación le permite mantener la velocidad conseguida por la patada y la brazada”, suma su voz Andreu Roig, biomecánico del CAR, un centro de alto rendimiento.

¿El secreto del éxito? Como les ocurre a otros nadadores destacados como McIntosh o David Popovici, la muchacha cuenta con unos fundamentos básicos casi perfectos. Consiguió que su cuerpo tenga una posición aerodinámica en el agua: avanzan más dando menos brazadas, son eficientes. A eso hay que unirle el entrenamiento de la escuela china. En un año, mejoró cinco segundos de promedio sus mejores pruebas. Además, superó 27 controles antidoping en tres años. Y los estudios óseos anticipan que medirá 1,81m; será un portento físico similar a Ledecky.

La presentación de Zidi Yu en la final de 200m

Zidi Yu rompió toda precocidad. Y eso abrió otros debates, los morales. La psicóloga de The Rize, Ana Merayo, aporta su mirada: “Está construyendo su autoestima y su visión del mundo. Lo que está viviendo no encaja con el momento evolutivo y socio-afectivo. Sólo valgo si gano. Para ella el juego no es un espacio de aprendizaje, que es lo que debería ser a su edad. Para ella es una profesión”.

“En China funcionan por nivel, no por edad”, sostiene un entrenador. “Ella es una Mozart, no se puede frenar”, responde otro. “Si no se protege al menor surgen situaciones como abandono prematuro, burnout, trastornos de ansiedad… Su vida debe ser equilibrada, debe tener relaciones horizontales y ser una niña. Los invito a la reflexión de todos, tenemos una responsabilidad”, agrega Ana.

No soy un genio. Sólo le pongo trabajo y esfuerzo”, aseguró la nadadora, sonriente tras su cuarto puesto, al pie de un podio al que no va a sorprender que se suba en las especialidades que le restan competir. Está viviendo un sueño prematuro.

 En medio de las consagraciones de Summer McIntosh, de 18, y Katie Ledecky, de 28, el deporte cuestiona la exigencia que afronta una niña que les discute el protagonismo  LA NACION

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