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El frente electoral de los cinco gobernadores podría captar a los “votantes blandos” de Javier Milei, advierten analistas políticos

CÓRDOBA.− La salida al ruedo del bloque de los cinco gobernadores que diseñaron un frente electoral con eje en el federalismo y con la mirada puesta no solo en los comicios de octubre −en los que cada uno mantendrá sus candidatos y alianzas provinciales− sino en el Congreso a partir de diciembre y en 2027, es considerado por los analistas como una de las “mayores novedades” en la reconfiguración política desde la aparición de los libertarios. Aunque la expectativa está en cómo se organizarán y en la estructuración de su propuesta, coinciden en que a casi dos años de la gestión mileísta los votantes “blandos” del Presidente podrían buscar otras alternativas.

Los expertos consultados por LA NACION avizoran que este grupo integrado, por ahora, por Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) podrían tene un rol “importante” en la gobernabilidad después de la renovación del Congreso si logra liderar los intereses del resto de las provincias. Además, sostienen que el grupo de los cinco tendría más peso electoral en 2027.

Este domingo todos los integrantes del frente postearon en sus redes sociales: “Representamos la Argentina del campo, la industria, la minería y la energía, el comercio y los servicios que son los motores del desarrollo argentino. Somos el espacio político que garantiza conocimiento y decisión para llevar adelante el plan productivo que genere trabajo en todo el país”.

Para Lucas Romero, de Synopsis Consultores, en un sistema en el que es difícil identificar dónde empieza y dónde terminan tanto el oficialismo como la oposición, la constitución del frente es “la principal amenaza” que le surgió a la estrategia de Milei de intentar conservar “el mismo orden de los votantes del balotaje en la opinión pública, ‘o él o los K’”. De esa forma, dice el politólogo, “ningunea a un vasto sector que no está en ningún de esos extremos”. Entiende que el grupo de mandatarios “le dio entidad, fuerza y visibilidad a una tercera opción. Eso ayuda a deconstruir el marco interpretativo” de Milei.

En la eterna discusión sobre si, en política, la oferta ordena la demanda o a la inversa, Romero entiende que “hay un poco de los dos factores” y que esta propuesta intenta asumir la “representación vacante del federalismo, intentan catalizar eso”. Subraya que, aunque Milei mantiene niveles de apoyo significativos en las provincias, en paralelo hay un “sentimiento mayoritario en el electorado del interior de que está perjudicando a las provincias”.

Trascendente e inesperado, califica Shila Vilker (Tres Punto Zero) al bloque: “Rompe la grieta entre kirchnerismo y libertarios, una tensión que empieza a generar hartazgo y en el último tramo termina conduciendo a la desmovilización. Es de trascendencia porque se trata de cinco provincias importantes por su peso poblacional y su carácter productivo pero también porque son gobernadores jóvenes que trascienden las fronteras de sus propias jurisdicciones, con proyección nacional y personalidades definidas, como Torres, Llaryora o Pullaro y que mantienen altos niveles de adhesión en sus distritos”.

La analista añade que el “amplio espectro ideológico y territorial” del frente supone una “invitación muy tentadora para otros gobernadores. Muchos de ellos, cansados por el destrato que implica el recorte de partidas y la amenaza del veto presidencial al proyecto de ATN y combustibles, podrían fortalecer significativamente su posición de negociación en lo inmediato y componer un bloque federal activo en el Congreso que viene. No es menor tener el poder de inclinar la balanza”.

Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut),  Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba)

Federico Zapata (EscenariosAr) precisa que el bloque surgió con “una lógica diferente. No es una reunión de dirigentes sin territorio, son todos gobernadores del interior; están en su primer mandato, son de regiones económicamente diferentes y tienen un anclaje en un punto no trabajado, como es el federalismo. Es una propuesta potencialmente interesante”. Inscribe la aparición como la tercera gran novedad de los últimos tiempos en la política, detrás de la LLA y el ausentismo. Sobre el nivel de consistencia que tiene la iniciativa, dice “hay que verlo andando; tienen que tener una agenda programática a nivel nacional. Deberían tener una marca común para que no se diluya, una expresión unificada en octubre y, a partir de diciembre, un temario en el Congreso”.

“No es un capricho sino el resultado de varios movimientos lentos y profundos de la transformación de la política argentina −detalla Martín D’Alessandro, politólogo y profesor de ciencia política−. Es un armado hecho por gobernadores lo que ratifica que la poca capacidad de los partidos de rearmarse; tienen recursos propios, tienen territorio y, en general, los oficialismos provinciales presentan altas chances de ganar. Hay un voto disponible, el que busca algo distinto. Está el votante ‘blando’ de Milei que puede estar dudando pero que jamás iría al kirchnerismo. A ese electorado apuntan”.

Su diagnóstico es que Milei “no ganó por su propuesta hacia adelante, sino por un enojo del electorado hacia atrás; no es que la mayoría argentina se hizo anarco capitalista, sino que dijo basta a un sistema que no venía cambiándole la vida”. Frente a ese contexto, interpreta que hay quienes no quieren seguir “enojados a tope: son los que piensan ‘ya pusimos a Milei, apoyamos cosas extremas’ pero no ven que LLA tenga un menú más amplio para ofrecer”.

El presidente Javier Milei en La Rural

Romero ratifica que hay que ver si el “estímulo” que genera el bloque prenderá en un sector del electorado que no se siente representado ni por los K ni por los libertarios. “Si Milei quisiera retener la mayoría del balotaje no organizaría reuniones como La Derecha Fest, en los que parecen querer espantar, a donde se radicalizan ideas que alcanzan tal vez al 30%. Esa no es una mayoría para un Presidente que la necesita para tomar decisiones. Que aparezca un alternativa ‘de fuga’ puede atrapar a esos votantes, aun sin mucho entusiasmo”.

D’Alessandro suma que el bloque pone en agenda políticas públicas, ”un modelo de desarrollo que no está. Proponen hablar de mucho de lo que hoy no están en la superficie”, y añade que traen a escena “la disputa clásica de la redistribución de los recursos, un punto que está subyacente desde las guerras civiles. Ya fue novedosa la cumbre de todos los mandatarios del país; fue una luz de alarma de que está pasando otra cosa. El mandato de la reforma constitucional de cambiar la coparticipación no se cumplió nunca, esto puede ser un puntapié, es un grupo con dispersión geográfica pero varias son provincias que aportan algo más de lo que reciben. Es una novedad interesante, igual que la renovación generacional”. D’Alessandro remarca que hay tres “potenciales presidenciables” como Pullaro, Llaryora y Torres.

Sergio Berenstein subraya que, en política, los vacíos se llenan y señala que el “colapso” de Juntos por el Cambio dejó uno en el electorado. Aclara que el frente “no es lo mismo que esa fuerza en términos ideológicos ni organizacionales, sino en el llenar el vacío”. Zapata, sobre ese punto, insiste en que el bloque “no debe reproducir dinámicas políticas que la sociedad puso en crisis”.

“El mayor potencial es de cara al 2027 −continúa Berenstein−, además de una importancia central en la gobernabilidad del año próximo. La Rosada negociaba radialmente, uno a uno con los mandatarios. Si esta alianza toma forma de una construcción colectiva, se altera la ecuación”. Detalla que, en el puntapié inicial, se “autolimita” al no tener representación en la Ciudad ni en la provincia de Buenos Aires.

Sobre lo que significa hoy la UCR, el consultor indica que, a nivel nacional está “vaciada, pero en provincias y municipios es otra cosa. Hay que atender ese punto, es una escuela de gestión”. A su criterio, cuando la “radicalidad de los valores” del partido “hicieron sentido común, perdió la diferencia”.

La elección bonaerense

Los analistas no ven que el resultado de setiembre en la elección bonaerense impacte fuerte en el proyecto del bloque, sino los ven jugando un partido de más largo plazo.

Sobre si la presencia del “cordobesista” Llaryora afecta a la construcción del espacio “Somos Buenos Aires” -que integran, por ejemplo, Florencio Randazzo, Facundo Manes y que tiene vínculo con Juan Schiaretti-, Zapata responde que el PJ cordobés “ya es una marca propia. No es comparable a provincialismos como los de Neuquén o Misiones, porque siempre fue contra hegemónico, buscó darle a la vía nacional una forma diferente. Es interesante que el Gobernador avance, que ante la crisis de lo tradicional, se sume a una apuesta nacional aun con los riesgos que implica”.

Berenstein lee que los dirigentes cordobeses que quisieron instalarse a nivel nacional, no tuvieron los resultados esperados. Sobre Llaryora considera que “tiene proyección, hay que instalarlo. Pero el 2027 está abierto para todos”.

CÓRDOBA.− La salida al ruedo del bloque de los cinco gobernadores que diseñaron un frente electoral con eje en el federalismo y con la mirada puesta no solo en los comicios de octubre −en los que cada uno mantendrá sus candidatos y alianzas provinciales− sino en el Congreso a partir de diciembre y en 2027, es considerado por los analistas como una de las “mayores novedades” en la reconfiguración política desde la aparición de los libertarios. Aunque la expectativa está en cómo se organizarán y en la estructuración de su propuesta, coinciden en que a casi dos años de la gestión mileísta los votantes “blandos” del Presidente podrían buscar otras alternativas.

Los expertos consultados por LA NACION avizoran que este grupo integrado, por ahora, por Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) podrían tene un rol “importante” en la gobernabilidad después de la renovación del Congreso si logra liderar los intereses del resto de las provincias. Además, sostienen que el grupo de los cinco tendría más peso electoral en 2027.

Este domingo todos los integrantes del frente postearon en sus redes sociales: “Representamos la Argentina del campo, la industria, la minería y la energía, el comercio y los servicios que son los motores del desarrollo argentino. Somos el espacio político que garantiza conocimiento y decisión para llevar adelante el plan productivo que genere trabajo en todo el país”.

Para Lucas Romero, de Synopsis Consultores, en un sistema en el que es difícil identificar dónde empieza y dónde terminan tanto el oficialismo como la oposición, la constitución del frente es “la principal amenaza” que le surgió a la estrategia de Milei de intentar conservar “el mismo orden de los votantes del balotaje en la opinión pública, ‘o él o los K’”. De esa forma, dice el politólogo, “ningunea a un vasto sector que no está en ningún de esos extremos”. Entiende que el grupo de mandatarios “le dio entidad, fuerza y visibilidad a una tercera opción. Eso ayuda a deconstruir el marco interpretativo” de Milei.

En la eterna discusión sobre si, en política, la oferta ordena la demanda o a la inversa, Romero entiende que “hay un poco de los dos factores” y que esta propuesta intenta asumir la “representación vacante del federalismo, intentan catalizar eso”. Subraya que, aunque Milei mantiene niveles de apoyo significativos en las provincias, en paralelo hay un “sentimiento mayoritario en el electorado del interior de que está perjudicando a las provincias”.

Trascendente e inesperado, califica Shila Vilker (Tres Punto Zero) al bloque: “Rompe la grieta entre kirchnerismo y libertarios, una tensión que empieza a generar hartazgo y en el último tramo termina conduciendo a la desmovilización. Es de trascendencia porque se trata de cinco provincias importantes por su peso poblacional y su carácter productivo pero también porque son gobernadores jóvenes que trascienden las fronteras de sus propias jurisdicciones, con proyección nacional y personalidades definidas, como Torres, Llaryora o Pullaro y que mantienen altos niveles de adhesión en sus distritos”.

La analista añade que el “amplio espectro ideológico y territorial” del frente supone una “invitación muy tentadora para otros gobernadores. Muchos de ellos, cansados por el destrato que implica el recorte de partidas y la amenaza del veto presidencial al proyecto de ATN y combustibles, podrían fortalecer significativamente su posición de negociación en lo inmediato y componer un bloque federal activo en el Congreso que viene. No es menor tener el poder de inclinar la balanza”.

Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut),  Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba)

Federico Zapata (EscenariosAr) precisa que el bloque surgió con “una lógica diferente. No es una reunión de dirigentes sin territorio, son todos gobernadores del interior; están en su primer mandato, son de regiones económicamente diferentes y tienen un anclaje en un punto no trabajado, como es el federalismo. Es una propuesta potencialmente interesante”. Inscribe la aparición como la tercera gran novedad de los últimos tiempos en la política, detrás de la LLA y el ausentismo. Sobre el nivel de consistencia que tiene la iniciativa, dice “hay que verlo andando; tienen que tener una agenda programática a nivel nacional. Deberían tener una marca común para que no se diluya, una expresión unificada en octubre y, a partir de diciembre, un temario en el Congreso”.

“No es un capricho sino el resultado de varios movimientos lentos y profundos de la transformación de la política argentina −detalla Martín D’Alessandro, politólogo y profesor de ciencia política−. Es un armado hecho por gobernadores lo que ratifica que la poca capacidad de los partidos de rearmarse; tienen recursos propios, tienen territorio y, en general, los oficialismos provinciales presentan altas chances de ganar. Hay un voto disponible, el que busca algo distinto. Está el votante ‘blando’ de Milei que puede estar dudando pero que jamás iría al kirchnerismo. A ese electorado apuntan”.

Su diagnóstico es que Milei “no ganó por su propuesta hacia adelante, sino por un enojo del electorado hacia atrás; no es que la mayoría argentina se hizo anarco capitalista, sino que dijo basta a un sistema que no venía cambiándole la vida”. Frente a ese contexto, interpreta que hay quienes no quieren seguir “enojados a tope: son los que piensan ‘ya pusimos a Milei, apoyamos cosas extremas’ pero no ven que LLA tenga un menú más amplio para ofrecer”.

El presidente Javier Milei en La Rural

Romero ratifica que hay que ver si el “estímulo” que genera el bloque prenderá en un sector del electorado que no se siente representado ni por los K ni por los libertarios. “Si Milei quisiera retener la mayoría del balotaje no organizaría reuniones como La Derecha Fest, en los que parecen querer espantar, a donde se radicalizan ideas que alcanzan tal vez al 30%. Esa no es una mayoría para un Presidente que la necesita para tomar decisiones. Que aparezca un alternativa ‘de fuga’ puede atrapar a esos votantes, aun sin mucho entusiasmo”.

D’Alessandro suma que el bloque pone en agenda políticas públicas, ”un modelo de desarrollo que no está. Proponen hablar de mucho de lo que hoy no están en la superficie”, y añade que traen a escena “la disputa clásica de la redistribución de los recursos, un punto que está subyacente desde las guerras civiles. Ya fue novedosa la cumbre de todos los mandatarios del país; fue una luz de alarma de que está pasando otra cosa. El mandato de la reforma constitucional de cambiar la coparticipación no se cumplió nunca, esto puede ser un puntapié, es un grupo con dispersión geográfica pero varias son provincias que aportan algo más de lo que reciben. Es una novedad interesante, igual que la renovación generacional”. D’Alessandro remarca que hay tres “potenciales presidenciables” como Pullaro, Llaryora y Torres.

Sergio Berenstein subraya que, en política, los vacíos se llenan y señala que el “colapso” de Juntos por el Cambio dejó uno en el electorado. Aclara que el frente “no es lo mismo que esa fuerza en términos ideológicos ni organizacionales, sino en el llenar el vacío”. Zapata, sobre ese punto, insiste en que el bloque “no debe reproducir dinámicas políticas que la sociedad puso en crisis”.

“El mayor potencial es de cara al 2027 −continúa Berenstein−, además de una importancia central en la gobernabilidad del año próximo. La Rosada negociaba radialmente, uno a uno con los mandatarios. Si esta alianza toma forma de una construcción colectiva, se altera la ecuación”. Detalla que, en el puntapié inicial, se “autolimita” al no tener representación en la Ciudad ni en la provincia de Buenos Aires.

Sobre lo que significa hoy la UCR, el consultor indica que, a nivel nacional está “vaciada, pero en provincias y municipios es otra cosa. Hay que atender ese punto, es una escuela de gestión”. A su criterio, cuando la “radicalidad de los valores” del partido “hicieron sentido común, perdió la diferencia”.

La elección bonaerense

Los analistas no ven que el resultado de setiembre en la elección bonaerense impacte fuerte en el proyecto del bloque, sino los ven jugando un partido de más largo plazo.

Sobre si la presencia del “cordobesista” Llaryora afecta a la construcción del espacio “Somos Buenos Aires” -que integran, por ejemplo, Florencio Randazzo, Facundo Manes y que tiene vínculo con Juan Schiaretti-, Zapata responde que el PJ cordobés “ya es una marca propia. No es comparable a provincialismos como los de Neuquén o Misiones, porque siempre fue contra hegemónico, buscó darle a la vía nacional una forma diferente. Es interesante que el Gobernador avance, que ante la crisis de lo tradicional, se sume a una apuesta nacional aun con los riesgos que implica”.

Berenstein lee que los dirigentes cordobeses que quisieron instalarse a nivel nacional, no tuvieron los resultados esperados. Sobre Llaryora considera que “tiene proyección, hay que instalarlo. Pero el 2027 está abierto para todos”.

 Consultados por LA NACION, los especialistas sostienen que un sector del electorado que apoyó al Presidente en 2023 está decepcionado pero no quiere volver al kirchnerismo; eso se expresó en el ausentismo en las provincias  LA NACION

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