Aunque está lejos de morir, los clientes de la televisión paga tiene cada vez menos clientes
La televisión paga está lejos de morir. Pero desde 2019 que viene reduciéndose la cantidad de clientes. Según el último informe del Enacom, en 2023 totalizó 9,16 millones de clientes, 360 mil menos que el año anterior, y con una caída por cuarto año consecutivo, tras el pico de 2019, cuando sumaba 9,76 millones.
Seguramente, en esto influyen distintas variables, desde los cambios en el consumo hasta los costos, pero llama la atención un detalle adicional. Es que al desagregar los tipos de clientes que disminuyen, el dato relevante es que la mayoría de los que dejaron de pagar son de la televisión satelital (cuyo principal proveedor en el país es DirecTV). En principio, de TV por cable había 6,48 millones de clientes en 2014. Ese número trepó a los 7,65 millones en 2023 (con una pequeña caída tras los 7.68 en 2022). Pero a la vez, sucede un fenómeno inverso en la TV satelital: de los 2,47 millones que había en 2014, pasó a 1,51 millones en 2023. El último año cayó un 4 por ciento.
Números diferentes pero parecidos
Esta disminución podría estar relacionada con varios factores, como el auge de los servicios de streaming y la competencia con otras formas de entretenimiento digital. Incluso la tasa de penetración de la TV paga por cada 100 hogares también mostró una disminución a lo largo del tiempo, pasando de 68,45 en 2014 a 62,31 en 2023, según el Enacom. Esta reducción refleja una menor proporción de hogares suscritos a TV por cable, posiblemente debido a cambios en las preferencias del consumidor y a la migración hacia plataformas digitales, años en los que también proliferaron plataformas -además de Netflix- como Amazon Prime o Disney+, que compiten directamente con la programación televisiva tradicional.
Enrique Carrier, especialista en telecomunicaciones, agrega un condimento más: “en esto sin dudas impacta la mayor competencia que se registró en la TV paga desde el 2018, con el comienzo de los despliegues de fibra óptica tanto de Claro como de Movistar, que permitió a ambas empresas ofrecer paquetes de conectividad con servicio de TV IP incluido en ofertas agresivas en precio. Lógicamente, también influyeron, aunque con menor peso en la oferta total, los despliegues de fibra de ISP PyME que sumaron alguna propuesta de IPTV de terceros”.
Lejos de terminarse, este fenómeno promete agrandarse, asegura Carrier. “La tendencia a la caída de suscriptores de la TV satelital no pareciera que fuera a desacelerarse (y mucho menos frenarse). Cada vez más siente la competencia de redes terrestres que pasan por los hogares de sus clientes en zonas urbanas. Pero en las zonas suburbanas y rurales, seguramente comenzará a sentir el impacto de la conectividad satelital, donde Starlink ha comenzado a crecer con accesos de un ancho de banda similar a la fibra óptica o el cablemódem y sin límites de tráfico. Esto permitirá que diversas propuestas audiovisuales OTT también compitan por una fracción de las billeteras de quienes hasta ahora solo disponían de la opción satelital para TV”.
Un fenómeno global que obliga a reacomodarse
Desde 2015, el uso de la TV por cable y satélite en los Estados Unidos disminuyó significativamente. En 2015, el 76% de los estadounidenses veían televisión a través de estos medios, mientras que en 2021 esta cifra se redujo al 56%, según el Pew Research Institute. En el Reino Unido, Sky, uno de los grandes de la televisión por satélite quiere completar su transición al streaming, de forma casi total, a fin de la década.
En Argentina ya se ofrecen las plataformas de televisión separadas del servicio de conexión, como Flow o DGO. Y DirecTV (a través de Vrio) llegó a un acuerdo para poder comercializar en Sudamérica el servicio de internet satelital de la multinacional Amazon, el cual fue bautizado como Proyecto Kuiper, mientras también amplía su servicio de fibra óptica al hogar.
La televisión paga está lejos de morir. Pero desde 2019 que viene reduciéndose la cantidad de clientes. Según el último informe del Enacom, en 2023 totalizó 9,16 millones de clientes, 360 mil menos que el año anterior, y con una caída por cuarto año consecutivo, tras el pico de 2019, cuando sumaba 9,76 millones.
Seguramente, en esto influyen distintas variables, desde los cambios en el consumo hasta los costos, pero llama la atención un detalle adicional. Es que al desagregar los tipos de clientes que disminuyen, el dato relevante es que la mayoría de los que dejaron de pagar son de la televisión satelital (cuyo principal proveedor en el país es DirecTV). En principio, de TV por cable había 6,48 millones de clientes en 2014. Ese número trepó a los 7,65 millones en 2023 (con una pequeña caída tras los 7.68 en 2022). Pero a la vez, sucede un fenómeno inverso en la TV satelital: de los 2,47 millones que había en 2014, pasó a 1,51 millones en 2023. El último año cayó un 4 por ciento.
Números diferentes pero parecidos
Esta disminución podría estar relacionada con varios factores, como el auge de los servicios de streaming y la competencia con otras formas de entretenimiento digital. Incluso la tasa de penetración de la TV paga por cada 100 hogares también mostró una disminución a lo largo del tiempo, pasando de 68,45 en 2014 a 62,31 en 2023, según el Enacom. Esta reducción refleja una menor proporción de hogares suscritos a TV por cable, posiblemente debido a cambios en las preferencias del consumidor y a la migración hacia plataformas digitales, años en los que también proliferaron plataformas -además de Netflix- como Amazon Prime o Disney+, que compiten directamente con la programación televisiva tradicional.
Enrique Carrier, especialista en telecomunicaciones, agrega un condimento más: “en esto sin dudas impacta la mayor competencia que se registró en la TV paga desde el 2018, con el comienzo de los despliegues de fibra óptica tanto de Claro como de Movistar, que permitió a ambas empresas ofrecer paquetes de conectividad con servicio de TV IP incluido en ofertas agresivas en precio. Lógicamente, también influyeron, aunque con menor peso en la oferta total, los despliegues de fibra de ISP PyME que sumaron alguna propuesta de IPTV de terceros”.
Lejos de terminarse, este fenómeno promete agrandarse, asegura Carrier. “La tendencia a la caída de suscriptores de la TV satelital no pareciera que fuera a desacelerarse (y mucho menos frenarse). Cada vez más siente la competencia de redes terrestres que pasan por los hogares de sus clientes en zonas urbanas. Pero en las zonas suburbanas y rurales, seguramente comenzará a sentir el impacto de la conectividad satelital, donde Starlink ha comenzado a crecer con accesos de un ancho de banda similar a la fibra óptica o el cablemódem y sin límites de tráfico. Esto permitirá que diversas propuestas audiovisuales OTT también compitan por una fracción de las billeteras de quienes hasta ahora solo disponían de la opción satelital para TV”.
Un fenómeno global que obliga a reacomodarse
Desde 2015, el uso de la TV por cable y satélite en los Estados Unidos disminuyó significativamente. En 2015, el 76% de los estadounidenses veían televisión a través de estos medios, mientras que en 2021 esta cifra se redujo al 56%, según el Pew Research Institute. En el Reino Unido, Sky, uno de los grandes de la televisión por satélite quiere completar su transición al streaming, de forma casi total, a fin de la década.
En Argentina ya se ofrecen las plataformas de televisión separadas del servicio de conexión, como Flow o DGO. Y DirecTV (a través de Vrio) llegó a un acuerdo para poder comercializar en Sudamérica el servicio de internet satelital de la multinacional Amazon, el cual fue bautizado como Proyecto Kuiper, mientras también amplía su servicio de fibra óptica al hogar.
Según el último informe del Enacom se redujo el número de usuarios de TV paga en el país; el mayor impacto está en la TV satelital; la difusión del contenido por streaming implica un cambio de hábito, que no está acotado a la Argentina, sino que se da en todo el mundo LA NACION
