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“Puse la cara”: habló un exministro de Agricultura, se refirió a un desvelo del campo y defendió una extinta intervención

El dos veces ministro de Agricultura, Julián Domínguez, pasó este martes por la Exposición Rural de Palermo y dejó definiciones sobre el momento actual del agro, medidas controvertidas tomadas en el gobierno anterior, como la intervención de los mercados, y se refirió al Gobierno de Javier Milei. “Por su filosofía tiene la obligación de hacerlo”, dijo el exministro de la cartera agrícola de los expresidentes Cristina Kirchner y Alberto Fernández consultado sobre una posible rebaja de retenciones en el actual Gobierno. “No impactó en la pérdida de valor del productor”, dijo, en tanto, al mencionar los volúmenes de equilibrio en trigo y maíz que en la gestión anterior ponían una cuota a las exportaciones. Domínguez en su momento definió al trigo, el maíz y la carne como bienes culturales.

Domínguez visitó la muestra acompañado de dos de sus exsubsecretarios: José María Romero, de Ganadería, y Javier Preciado Patiño, de Mercados Agropecuarios. El exministro actúa como referente para el peronismo en los temas de agro. Ante LA NACION hizo un repaso de los distintos temas comenzando por la situación de la ganadería y, en particular, la seca que sufrieron los productores el año pasado.

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“A pesar de la sequía, el productor ganadero logró el año pasado un nivel de destete altísimo contra todos los pronósticos; se preveía una pérdida de un millón y medio de terneros y se perdieron 400.000 contra un año como 2022 que había sido del destete de 67%. Lo primero que podemos decir es que hay una mejora en el productor ganadero tras un año con sequía como fue el año pasado”, dijo el exfuncionario, que luego agregó que, en tanto, “obviamente hay una caída del consumo en el mercado interno que representa el 70%”. Señaló que, además, se dio “un crecimiento del 7% en la exportación que no alcanza a compensar”. No obstante, indicó: “Vemos un escenario bueno para la ganadería”.

Para Domínguez, “el principal desafío debería estar puesto en convencer a la población argentina” que se están comiendo animales más chicos y en realidad se debería avanzar en la promoción de animales más pesados, como los que se exportan. “Debería ser parte de la promoción del hábito de los argentinos porque tienen, igual, la mejor calidad”, apuntó. Para el exfuncionario el foco tiene que ser que se “gane más volumen de producción”, esto con animales que produzcan más.

Indicó que “este sigue siendo un desafío importante de la ganadería argentina que ha demostrado que tiene un proceso de superación y de mejoría permanente”.

Situación

Consultado sobre las expectativas de las entidades del campo sobre el actual gobierno, consideró que “es muy poco tiempo para evaluar”. Agregó: “Las expectativas se ven sobre el resultado final de un negocio. Me parece que tanto a la ganadería como la agricultura, además de una forma de producir, un estilo de vida, también puede ser analizado al cierre de ejercicios económicos, de rentabilidad que permita seguir produciendo y seguir generando valor agregado a la producción”.

En este contexto, remarcó que el campo “es determinante en la economía argentina”. Recordó que “cada vez que hay una sequía en la Argentina [esta] produce crisis como la de 2023″.

Domínguez defendió las medidas tomadas por la administración anterior, como los volúmenes de equilibrio en trigo y en maíz que ponían un tope en las ventas al exterior. Además una veda para la venta al exterior de siete cortes populares.

Reunión con Caputo: la Mesa de Enlace le dio un voto de confianza al Gobierno mientras aguarda por señales

“Creo que muchas cosas son absurdas. Cualquier país garantiza el consumo mínimo de trigo y de maíz en su país. Es decir, yo creo que eso no lo discute nadie. Sí molesta que figure cuando los precios del trigo se fueron por las nubes y, si no había un punto, un límite, la alternativa era el cierre de la exportaciones. Yo me opuse siempre al cierre de las exportaciones en la Argentina, porque el cierre de las exportaciones en un país generan imprevisibilidad, caída de precio y lo paga el productor”, expresó.

Y luego defendió: “Había que fijar reglas; esa regla era cuánto se consume de trigo en la Argentina y garantizar eso. Cuánto se consume de maíz y garantizar eso; no veo que eso tenga perjuicio sobre el productor. ¿Vos te imaginas si el Gobierno tiene que comprar trigo afuera porque no tuvo la previsión o maíz para alimentar la ganadería porque no tuvo la previsión?”

En este contexto, el exministro insistió, en relación a la medida que se tomó, que se trata de “una cosa absolutamente lógica que la hace cualquier nación soberana para no pagar más costos por una subida del precio del trigo”. Según Domínguez, el volumen de equilibrio “no impactó lo más mínimo en la pérdida de valor del productor”.

En marzo de 2022, tras la invasión de Rusia a Ucrania se dispararon los precios internacionales de las commodities. El anterior gobierno subió las retenciones al aceite y la harina de soja para crear el fondo FETA para que la industria molinera llegara con menores precios de la harina a las panaderías. En este sentido, recordó: “Yo puse la cara en la defensa del sector agropecuario y defendí el no aumento de retenciones y me he peleado con compañeros de mi propio gobierno por defender estas posiciones, pero hay cosas que son básicas de responsabilidad indelegable que tiene el Estado”. Para Domínguez, las medidas tomadas en su momento fueron “instrumentos económicos para evitar que la Argentina tenga que salir a comprar lo que produce”.

Consultado sobre si cree que el gobierno de Javier Milei avanzará en la prometida baja de las retenciones, Domínguez apuntó: “El Gobierno, por su filosofía, tiene la obligación de hacerlo”. Recientemente, el exministro publicó un artículo en LA NACION donde proponía un esquema para que las retenciones a la soja fueran menores y así se produzcan 70 millones de toneladas, por encima de los 50 millones de toneladas actuales. En opinión del funcionario, los derechos de exportación (DEX) de la soja deben acortar la brecha que tienen con los del maíz y el trigo. Hoy la soja paga 33% contra 12% de trigo y maíz.

“Hay que hacer alguna corrección sobre este tema. Yo hoy no soy gobierno, pero hay que mirar la ecuación económica. Nosotros necesitamos darle valor agregado a nuestras exportaciones y hay que buscar el proceso de financiar la generación de valor agregado”, dijo.

“Voy a seguir trabajando para representar dentro del peronismo los intereses del sector agropecuario porque creo que es una manera de defender los intereses del país”, expresó el exfuncionario, que hoy preside el peronista Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino. Agregó: “Creo que el sector agropecuario es patria, son 235.000 ganaderos en la Argentina”.

El dos veces ministro de Agricultura, Julián Domínguez, pasó este martes por la Exposición Rural de Palermo y dejó definiciones sobre el momento actual del agro, medidas controvertidas tomadas en el gobierno anterior, como la intervención de los mercados, y se refirió al Gobierno de Javier Milei. “Por su filosofía tiene la obligación de hacerlo”, dijo el exministro de la cartera agrícola de los expresidentes Cristina Kirchner y Alberto Fernández consultado sobre una posible rebaja de retenciones en el actual Gobierno. “No impactó en la pérdida de valor del productor”, dijo, en tanto, al mencionar los volúmenes de equilibrio en trigo y maíz que en la gestión anterior ponían una cuota a las exportaciones. Domínguez en su momento definió al trigo, el maíz y la carne como bienes culturales.

Domínguez visitó la muestra acompañado de dos de sus exsubsecretarios: José María Romero, de Ganadería, y Javier Preciado Patiño, de Mercados Agropecuarios. El exministro actúa como referente para el peronismo en los temas de agro. Ante LA NACION hizo un repaso de los distintos temas comenzando por la situación de la ganadería y, en particular, la seca que sufrieron los productores el año pasado.

Eugenia se lució en la pista de Palermo y se consagró Gran Campeón Hembra de la raza Brangus

“A pesar de la sequía, el productor ganadero logró el año pasado un nivel de destete altísimo contra todos los pronósticos; se preveía una pérdida de un millón y medio de terneros y se perdieron 400.000 contra un año como 2022 que había sido del destete de 67%. Lo primero que podemos decir es que hay una mejora en el productor ganadero tras un año con sequía como fue el año pasado”, dijo el exfuncionario, que luego agregó que, en tanto, “obviamente hay una caída del consumo en el mercado interno que representa el 70%”. Señaló que, además, se dio “un crecimiento del 7% en la exportación que no alcanza a compensar”. No obstante, indicó: “Vemos un escenario bueno para la ganadería”.

Para Domínguez, “el principal desafío debería estar puesto en convencer a la población argentina” que se están comiendo animales más chicos y en realidad se debería avanzar en la promoción de animales más pesados, como los que se exportan. “Debería ser parte de la promoción del hábito de los argentinos porque tienen, igual, la mejor calidad”, apuntó. Para el exfuncionario el foco tiene que ser que se “gane más volumen de producción”, esto con animales que produzcan más.

Indicó que “este sigue siendo un desafío importante de la ganadería argentina que ha demostrado que tiene un proceso de superación y de mejoría permanente”.

Situación

Consultado sobre las expectativas de las entidades del campo sobre el actual gobierno, consideró que “es muy poco tiempo para evaluar”. Agregó: “Las expectativas se ven sobre el resultado final de un negocio. Me parece que tanto a la ganadería como la agricultura, además de una forma de producir, un estilo de vida, también puede ser analizado al cierre de ejercicios económicos, de rentabilidad que permita seguir produciendo y seguir generando valor agregado a la producción”.

En este contexto, remarcó que el campo “es determinante en la economía argentina”. Recordó que “cada vez que hay una sequía en la Argentina [esta] produce crisis como la de 2023″.

Domínguez defendió las medidas tomadas por la administración anterior, como los volúmenes de equilibrio en trigo y en maíz que ponían un tope en las ventas al exterior. Además una veda para la venta al exterior de siete cortes populares.

Reunión con Caputo: la Mesa de Enlace le dio un voto de confianza al Gobierno mientras aguarda por señales

“Creo que muchas cosas son absurdas. Cualquier país garantiza el consumo mínimo de trigo y de maíz en su país. Es decir, yo creo que eso no lo discute nadie. Sí molesta que figure cuando los precios del trigo se fueron por las nubes y, si no había un punto, un límite, la alternativa era el cierre de la exportaciones. Yo me opuse siempre al cierre de las exportaciones en la Argentina, porque el cierre de las exportaciones en un país generan imprevisibilidad, caída de precio y lo paga el productor”, expresó.

Y luego defendió: “Había que fijar reglas; esa regla era cuánto se consume de trigo en la Argentina y garantizar eso. Cuánto se consume de maíz y garantizar eso; no veo que eso tenga perjuicio sobre el productor. ¿Vos te imaginas si el Gobierno tiene que comprar trigo afuera porque no tuvo la previsión o maíz para alimentar la ganadería porque no tuvo la previsión?”

En este contexto, el exministro insistió, en relación a la medida que se tomó, que se trata de “una cosa absolutamente lógica que la hace cualquier nación soberana para no pagar más costos por una subida del precio del trigo”. Según Domínguez, el volumen de equilibrio “no impactó lo más mínimo en la pérdida de valor del productor”.

En marzo de 2022, tras la invasión de Rusia a Ucrania se dispararon los precios internacionales de las commodities. El anterior gobierno subió las retenciones al aceite y la harina de soja para crear el fondo FETA para que la industria molinera llegara con menores precios de la harina a las panaderías. En este sentido, recordó: “Yo puse la cara en la defensa del sector agropecuario y defendí el no aumento de retenciones y me he peleado con compañeros de mi propio gobierno por defender estas posiciones, pero hay cosas que son básicas de responsabilidad indelegable que tiene el Estado”. Para Domínguez, las medidas tomadas en su momento fueron “instrumentos económicos para evitar que la Argentina tenga que salir a comprar lo que produce”.

Consultado sobre si cree que el gobierno de Javier Milei avanzará en la prometida baja de las retenciones, Domínguez apuntó: “El Gobierno, por su filosofía, tiene la obligación de hacerlo”. Recientemente, el exministro publicó un artículo en LA NACION donde proponía un esquema para que las retenciones a la soja fueran menores y así se produzcan 70 millones de toneladas, por encima de los 50 millones de toneladas actuales. En opinión del funcionario, los derechos de exportación (DEX) de la soja deben acortar la brecha que tienen con los del maíz y el trigo. Hoy la soja paga 33% contra 12% de trigo y maíz.

“Hay que hacer alguna corrección sobre este tema. Yo hoy no soy gobierno, pero hay que mirar la ecuación económica. Nosotros necesitamos darle valor agregado a nuestras exportaciones y hay que buscar el proceso de financiar la generación de valor agregado”, dijo.

“Voy a seguir trabajando para representar dentro del peronismo los intereses del sector agropecuario porque creo que es una manera de defender los intereses del país”, expresó el exfuncionario, que hoy preside el peronista Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino. Agregó: “Creo que el sector agropecuario es patria, son 235.000 ganaderos en la Argentina”.

 En una visita a la Exposición Rural de Palermo, Julián Domínguez, dos veces titular de esa cartera con los expresidentes Cristina Kirchner y Alberto Fernández, dijo que el sector es “determinante” para la economía y dio su postura sobre las retenciones, entre otros temas  LA NACION

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