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Diversos estudios revelaron si los perros son capaces de comerse a sus dueños en situaciones extremas

Muchas personas que tienen mascotas se hicieron la pregunta de ¿qué pasaría con su animal si llegaran a fallecer y no hubiera nadie que pudiera socorrerlos o estar pendiente? Muchos llegan a pensar que los animales se comerían su cuerpo.

Las revistas de ciencia forense están llenas de casos en el que las mascotas se comieron a sus dueños después de morir. Aunque muchos piensan que la mayoría de los casos en los que se dan estas terribles situaciones ocurren en el ámbito privado y no quedan rastros de ellos, como señalan algunos investigadores en diversas publicaciones como la revista PubMed, National Geographic, Forensic Science, Medicine and Pathology y en el Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Berna.

En un artículo de National Geographic, escrito por Erika Engelhaupt se comentó un poco más acerca del comportamiento carroñero que tienen algunas mascotas: “Los estudios sobre el comportamiento carroñero de las mascotas pueden darnos algunas respuestas, y también revelar lo equivocados que podemos estar al interpretar el comportamiento de los animales cuando no vemos las cosas desde su perspectiva. Esto es lo que revelan las pruebas forenses disponibles”.

El psicólogo que escribió varios libros acerca de perros, Stanley Coren, habló de que estos animales a veces optan por comerse a su dueño, porque no encuentran qué comer. “No debemos olvidar que estos descienden de los lobos. Y si nos encontramos en una situación en la que el dueño muere y no hay ninguna fuente de comida, ¿qué van a hacer? Comerse cualquier cosa que haya por ahí”, añadió.

Existen varios casos documentados y eso ocurre con cierta periodicidad; en un análisis de 63 casos de perros realizados en 1995, evidenciaron cómo los animales consumieron partes de sus dueños, incluso cuando tienen acceso a otro alimento y estos habían fallecido recientemente.

Markus Rothschild, un forense relacionado con algunos de estos casos, sugirió que una posible explicación es que la mascota, al intentar ayudar a su dueño, comienza a lamer o empujar su cuerpo, y en un estado de pánico termina mordiéndolo.

“Una posible explicación de este comportamiento es que una mascota intente primero ayudar a un dueño inconsciente lamiéndole o dándole un codazo. Pero cuando esto no produce ningún resultado, el comportamiento del animal puede volverse más frenético y, en un estado de pánico, y es cuando puede llegar a morder”, añadió.

Un estudio publicado por la revista PubMed, recopiló 65 casos de perros que devoraron los cadáveres de sus dueños tras su fallecimiento. Los resultados muestran que la parte del cuerpo humano preferida por los animales domésticos es la cara, especialmente la nariz y la boca, con un 73 por ciento de los casos comenzaron por ahí.

Otras de las zonas preferidas son el cuello, con un 43 por ciento, los brazos, con un 29 por ciento, y las manos, con un 26 por ciento, mientras que las piernas son las menos atractivas para ellos.

Según la investigación, este comportamiento no parece derivar de un instinto salvaje, ya que los caninos, como los lobos y coyotes, que suelen ser razas bravas, suelen comenzar por el abdomen. En cambio, los perros domésticos no muestran interés por esta parte del cuerpo.

La raza de perro también parece influir en este comportamiento. Judy Melinek, en una entrevista con el medio New York Post señaló que “los perros de tamaño mediano y grande, especialmente los pastores alemanes, son los más propensos a estos casos. Sin embargo, los golden retriever, de tamaño similar, no muestran la misma tendencia. Esto sugiere que el carácter del perro, más que su raza, juega un papel crucial”.

Muchas personas que tienen mascotas se hicieron la pregunta de ¿qué pasaría con su animal si llegaran a fallecer y no hubiera nadie que pudiera socorrerlos o estar pendiente? Muchos llegan a pensar que los animales se comerían su cuerpo.

Las revistas de ciencia forense están llenas de casos en el que las mascotas se comieron a sus dueños después de morir. Aunque muchos piensan que la mayoría de los casos en los que se dan estas terribles situaciones ocurren en el ámbito privado y no quedan rastros de ellos, como señalan algunos investigadores en diversas publicaciones como la revista PubMed, National Geographic, Forensic Science, Medicine and Pathology y en el Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Berna.

En un artículo de National Geographic, escrito por Erika Engelhaupt se comentó un poco más acerca del comportamiento carroñero que tienen algunas mascotas: “Los estudios sobre el comportamiento carroñero de las mascotas pueden darnos algunas respuestas, y también revelar lo equivocados que podemos estar al interpretar el comportamiento de los animales cuando no vemos las cosas desde su perspectiva. Esto es lo que revelan las pruebas forenses disponibles”.

El psicólogo que escribió varios libros acerca de perros, Stanley Coren, habló de que estos animales a veces optan por comerse a su dueño, porque no encuentran qué comer. “No debemos olvidar que estos descienden de los lobos. Y si nos encontramos en una situación en la que el dueño muere y no hay ninguna fuente de comida, ¿qué van a hacer? Comerse cualquier cosa que haya por ahí”, añadió.

Existen varios casos documentados y eso ocurre con cierta periodicidad; en un análisis de 63 casos de perros realizados en 1995, evidenciaron cómo los animales consumieron partes de sus dueños, incluso cuando tienen acceso a otro alimento y estos habían fallecido recientemente.

Markus Rothschild, un forense relacionado con algunos de estos casos, sugirió que una posible explicación es que la mascota, al intentar ayudar a su dueño, comienza a lamer o empujar su cuerpo, y en un estado de pánico termina mordiéndolo.

“Una posible explicación de este comportamiento es que una mascota intente primero ayudar a un dueño inconsciente lamiéndole o dándole un codazo. Pero cuando esto no produce ningún resultado, el comportamiento del animal puede volverse más frenético y, en un estado de pánico, y es cuando puede llegar a morder”, añadió.

Un estudio publicado por la revista PubMed, recopiló 65 casos de perros que devoraron los cadáveres de sus dueños tras su fallecimiento. Los resultados muestran que la parte del cuerpo humano preferida por los animales domésticos es la cara, especialmente la nariz y la boca, con un 73 por ciento de los casos comenzaron por ahí.

Otras de las zonas preferidas son el cuello, con un 43 por ciento, los brazos, con un 29 por ciento, y las manos, con un 26 por ciento, mientras que las piernas son las menos atractivas para ellos.

Según la investigación, este comportamiento no parece derivar de un instinto salvaje, ya que los caninos, como los lobos y coyotes, que suelen ser razas bravas, suelen comenzar por el abdomen. En cambio, los perros domésticos no muestran interés por esta parte del cuerpo.

La raza de perro también parece influir en este comportamiento. Judy Melinek, en una entrevista con el medio New York Post señaló que “los perros de tamaño mediano y grande, especialmente los pastores alemanes, son los más propensos a estos casos. Sin embargo, los golden retriever, de tamaño similar, no muestran la misma tendencia. Esto sugiere que el carácter del perro, más que su raza, juega un papel crucial”.

 Hay algunas investigaciones que muestran que algunas mascotas se comieron a sus dueños ya fallecidos; cuál es la realidad sobre este misterio  LA NACION

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