San Isidro: descubren un túnel de tres metros de profundidad hecho para robar un banco
La preocupación del vecino de un banco de San Isidro que escuchó ruido similar a martillazos que provenían debajo de los adoquines de una calle del casco urbano derivó en el descubrimiento que de un pozo de por lo menos tres metros de profundidad hecho, presuntamente, por delincuentes para protagonizar un robo de la modalidad conocida como “boqueteros”.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes del Ministerio de Seguridad. El hecho se descubrió en la calle Chacabuco al 400, en San Isidro, en cercanías de la sucursal San Isidro del Banco Macro.
“El vecino, que escuchó los ruidos, se preocupó porque es cliente del banco. Entonces llamó a la comisaría de la zona. Personal policial se comunicó con los responsables del banco”, dijo una fuente policial.
Primero, ante la llegada de un analista técnico del banco, se revisaron todos los sensores y las alarmas y no se encontró ninguna anomalía, “pero haciendo una inspección en la calle se halló una varilla de hierro clavada y al comenzar a sacarla se estableció que la misma está conectada por tramos por un largo de aproximadamente tres metros de profundidad”, agregaron las fuentes consultadas.
En el lugar se hicieron presentes el fiscal general de San Isidro, John Broyad, y el intendente, Ramón Lanús.
Noticia en desarrollo
La preocupación del vecino de un banco de San Isidro que escuchó ruido similar a martillazos que provenían debajo de los adoquines de una calle del casco urbano derivó en el descubrimiento que de un pozo de por lo menos tres metros de profundidad hecho, presuntamente, por delincuentes para protagonizar un robo de la modalidad conocida como “boqueteros”.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes del Ministerio de Seguridad. El hecho se descubrió en la calle Chacabuco al 400, en San Isidro, en cercanías de la sucursal San Isidro del Banco Macro.
“El vecino, que escuchó los ruidos, se preocupó porque es cliente del banco. Entonces llamó a la comisaría de la zona. Personal policial se comunicó con los responsables del banco”, dijo una fuente policial.
Primero, ante la llegada de un analista técnico del banco, se revisaron todos los sensores y las alarmas y no se encontró ninguna anomalía, “pero haciendo una inspección en la calle se halló una varilla de hierro clavada y al comenzar a sacarla se estableció que la misma está conectada por tramos por un largo de aproximadamente tres metros de profundidad”, agregaron las fuentes consultadas.
En el lugar se hicieron presentes el fiscal general de San Isidro, John Broyad, y el intendente, Ramón Lanús.
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Todo fue descubierto después de que un cliente de la entidad bancaria escuchara ruido debajo de los adoquines LA NACION
