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La misteriosa radio que se escucha hace 48 años en un pueblo abandonado y no se sabe quién la opera

Al sintonizar la frecuencia 4625 kHz podrás descubrir el misterio que atemorizó a la Tierra durante décadas y que todavía no tiene una explicación certera. Se trata de la radio UVB-76, que está operativa desde la década de los 70 y, para mayor asombro, en el pueblo donde se ubica ya no vive nadie. Este hecho descolocó a miles de personas desde hace mucho tiempo y más aún cuando en ocasiones se escucharon voces, música y hasta mensajes encriptados.

El mundo está lleno de incógnitas que en muchos casos todavía no tienen una respuesta convincente. Más allá que desde la ciencia se intente explicar y entender ciertos fenómenos, en el caso de la radio fantasma, surgieron teorías sobre su funcionamiento, que por el momento los creyentes de lo sobrenatural eligieron tomar como verdaderas.

La emisora está en el pueblo de Povarovo, en Rusia. O así descubrieron los curiosos que intentaron identificar de dónde venían los zumbidos y los pitidos constantes de una radio ya sin gente. En esa búsqueda se halló un pueblo desolado, al que presuntamente los habitantes abandonaron en 1976.

La radio de onda corta permite que se abarque un territorio más prolongado, más allá de la frontera rusa, por este motivo se piensa que podría ser una instalación militar que quedó en desuso en plena Unión Soviética. Esta es la teoría que más se acepta al respecto, aunque nadie la reclamó como suya, ni tampoco se conoció si alguna persona la manejaba.

Como se erigió durante la Guerra Fría, algunos consideran que podría ser parte de una red de espionaje o conectividad rusa entre otras localidades, con el fin de anunciar un ataque nuclear masivo. Pero nuevamente, se desconoce su origen.

Voces, música y mensajes encriptados

En 1982 la señal emitía pitidos cada treinta minutos, en 1992 pasó a transmitir también zumbidos. De allí surgió el apodo de The Buzzer, según indicó el medio Popular Mechanics. Luego se sumó la voz de un hombre o de una mujer que cada una o dos semanas leía una lista de nombres, palabras y números.

El 24 de diciembre del 1997, tal vez iniciaron los mensajes más claros, cuando se escuchó a una mujer decir: “Ya UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14″. Esto mismo se asoció con intercepciones de otras radios, por lo que se restó importancia, hasta que en 2001 se oyó: “Soy el 143. No recibo el oscilador. Esto es lo que la sala de operaciones está enviando”.

Una vez más, los zumbidos y pitidos volvían a interrumpirse y esta vez con la voz de un hombre, que pronunció un comunicado que pudo vincularse directamente con el objetivo de la emisora.

Hasta 2006 solo se escucharon los ruidos irritantes, cuando se volvió a interrumpir la misma: “75-59-75-59. 39-52-53-58. 5-5-2-5. Konstantin-1-9-0-9-0-8-9-8-Tatiana-Oksana-Anna-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4. 9-7-5-5-9-Tatiana. Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-8″, expresó lo que parecía la voz de un hombre.

En 2010 sucedieron dos hechos atemorizantes y extraños. En agosto dejó de funcionar por dos días. Por ese tiempo, dejó de existir y luego, retomó la “programación habitual”. Además, muchos de los oyentes que a diario la sintonizaban para descubrir algo más acerca de ella, oyeron la melodía de El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, al tiempo que una voz femenina recitó números del 1 al 9, algo que parecía dar a entender que era un mensaje en código Morse.

Años después de ese suceso, un grupo de exploradores ingresó a la estación sin autorización. Allí divisaron a un perro guardián atado con una cadena y un libro con los ingresos, egresos e información de las emisiones hasta 2005, las cuales coincidieron con lo que se escuchó. Tras la repercusión, la radio de Povarovo dejó de funcionar y se trasladó a un sitio desconocido. La señal sigue siendo la misma.

Según el medio citado anteriormente, que conversó con David Stupples, doctor en filosofía y experto en investigación y desarrollo de sistemas de reconocimiento, vigilancia y navegación espaciales de la Universidad de Londres, sostuvo: “Es casi seguro que es el gobierno ruso el que lo está utilizando. Si es el gobierno ruso, no sería con fines pacíficos (…) Es posible que simplemente estén reservando el canal para la defensa aérea o alguna forma de defensa”.

Al sintonizar la frecuencia 4625 kHz podrás descubrir el misterio que atemorizó a la Tierra durante décadas y que todavía no tiene una explicación certera. Se trata de la radio UVB-76, que está operativa desde la década de los 70 y, para mayor asombro, en el pueblo donde se ubica ya no vive nadie. Este hecho descolocó a miles de personas desde hace mucho tiempo y más aún cuando en ocasiones se escucharon voces, música y hasta mensajes encriptados.

El mundo está lleno de incógnitas que en muchos casos todavía no tienen una respuesta convincente. Más allá que desde la ciencia se intente explicar y entender ciertos fenómenos, en el caso de la radio fantasma, surgieron teorías sobre su funcionamiento, que por el momento los creyentes de lo sobrenatural eligieron tomar como verdaderas.

La emisora está en el pueblo de Povarovo, en Rusia. O así descubrieron los curiosos que intentaron identificar de dónde venían los zumbidos y los pitidos constantes de una radio ya sin gente. En esa búsqueda se halló un pueblo desolado, al que presuntamente los habitantes abandonaron en 1976.

La radio de onda corta permite que se abarque un territorio más prolongado, más allá de la frontera rusa, por este motivo se piensa que podría ser una instalación militar que quedó en desuso en plena Unión Soviética. Esta es la teoría que más se acepta al respecto, aunque nadie la reclamó como suya, ni tampoco se conoció si alguna persona la manejaba.

Como se erigió durante la Guerra Fría, algunos consideran que podría ser parte de una red de espionaje o conectividad rusa entre otras localidades, con el fin de anunciar un ataque nuclear masivo. Pero nuevamente, se desconoce su origen.

Voces, música y mensajes encriptados

En 1982 la señal emitía pitidos cada treinta minutos, en 1992 pasó a transmitir también zumbidos. De allí surgió el apodo de The Buzzer, según indicó el medio Popular Mechanics. Luego se sumó la voz de un hombre o de una mujer que cada una o dos semanas leía una lista de nombres, palabras y números.

El 24 de diciembre del 1997, tal vez iniciaron los mensajes más claros, cuando se escuchó a una mujer decir: “Ya UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14″. Esto mismo se asoció con intercepciones de otras radios, por lo que se restó importancia, hasta que en 2001 se oyó: “Soy el 143. No recibo el oscilador. Esto es lo que la sala de operaciones está enviando”.

Una vez más, los zumbidos y pitidos volvían a interrumpirse y esta vez con la voz de un hombre, que pronunció un comunicado que pudo vincularse directamente con el objetivo de la emisora.

Hasta 2006 solo se escucharon los ruidos irritantes, cuando se volvió a interrumpir la misma: “75-59-75-59. 39-52-53-58. 5-5-2-5. Konstantin-1-9-0-9-0-8-9-8-Tatiana-Oksana-Anna-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4. 9-7-5-5-9-Tatiana. Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-8″, expresó lo que parecía la voz de un hombre.

En 2010 sucedieron dos hechos atemorizantes y extraños. En agosto dejó de funcionar por dos días. Por ese tiempo, dejó de existir y luego, retomó la “programación habitual”. Además, muchos de los oyentes que a diario la sintonizaban para descubrir algo más acerca de ella, oyeron la melodía de El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, al tiempo que una voz femenina recitó números del 1 al 9, algo que parecía dar a entender que era un mensaje en código Morse.

Años después de ese suceso, un grupo de exploradores ingresó a la estación sin autorización. Allí divisaron a un perro guardián atado con una cadena y un libro con los ingresos, egresos e información de las emisiones hasta 2005, las cuales coincidieron con lo que se escuchó. Tras la repercusión, la radio de Povarovo dejó de funcionar y se trasladó a un sitio desconocido. La señal sigue siendo la misma.

Según el medio citado anteriormente, que conversó con David Stupples, doctor en filosofía y experto en investigación y desarrollo de sistemas de reconocimiento, vigilancia y navegación espaciales de la Universidad de Londres, sostuvo: “Es casi seguro que es el gobierno ruso el que lo está utilizando. Si es el gobierno ruso, no sería con fines pacíficos (…) Es posible que simplemente estén reservando el canal para la defensa aérea o alguna forma de defensa”.

 Desde 1976 la emisora está activa y de tanto en tanto los oyentes escuchan mensajes encriptados, por fuera de los zumbidos y pitidos, qué se sabe de ella  LA NACION

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