Alberto Fernández ofreció a la “testigo G”: una niñera de su hijo Francisco que dio una supuesta explicación de los moretones de Fabiola Yañez
El expresidente Alberto Fernández aportó una nueva testigo secreta a la causa por las denuncias de golpes de su exmujer Fabiola Yáñez. Se trata de una exniñera de Francisco, el hijo de ambos, que sostuvo que no vio agresiones físicas en la pareja y habló de que la exprimera dama se sometía a tratamientos estéticos con agujas. El objetivo de introducir este tema sería explicar así los moretones que exhibió en la cara.
Fernández, mediante su abogada Silvina Carreira, aportó la declaración de quien denominó la “testigo G”. Se trata de un relato realizado ante un escribano que la defensa pretende ahora que se repita en tribunales ante el fiscal Ramiro González y bajo juramento de decir la verdad.
La testigo G habló sobre cómo era el trato entre Fernández y Yáñez, y sostuvo que para ella la relación “era normal, con alguna discusión y nada más”.
Según la documentación que presentó la defensa, se le preguntó a la testigo si observó alguna agresión física y ella contestó que no.
Cuando le consultaron si alguna vez vio a Yáñez con algún golpe o hematoma, la mujer respondió que “hematomas de sangre si, porque en algunas oportunidades le hacían el tratamiento de plasma rico en plaquetas”. Contó que ella presenció en varias oportunidades que iba una mujer, cuyo nombre no recuerda, a realizarle el tratamiento estético.
“Le hacía el tratamiento mencionado, masajes, drenaje linfático, entre otros”, dijo, y agregó que le vio a Yañez un “machucón de extracción de sangre en el brazo” y le notó en la cara “los pinchazos del tratamiento”.
La testigo G afirmó que le notó los moretones “al día siguiente el tratamiento”. Y relató: “Lo recuerdo porque charlamos del tema y a mi me dan impresión las agujas”.
La niñera trabajaba en la casa principal de la quinta de Olivos y pasaba la mayor parte del tiempo en el dormitorio de Francisco, según relató.
Refirió que sus tareas eran de lunes a lunes, sin retiro, con algún franco esporádico. Agregó que normalmente dormía en el dormitorio con el hijo de la pareja presidencial y que trabajó en Olivos hasta aproximadamente el mes de agosto de 2023.
El expresidente Alberto Fernández aportó una nueva testigo secreta a la causa por las denuncias de golpes de su exmujer Fabiola Yáñez. Se trata de una exniñera de Francisco, el hijo de ambos, que sostuvo que no vio agresiones físicas en la pareja y habló de que la exprimera dama se sometía a tratamientos estéticos con agujas. El objetivo de introducir este tema sería explicar así los moretones que exhibió en la cara.
Fernández, mediante su abogada Silvina Carreira, aportó la declaración de quien denominó la “testigo G”. Se trata de un relato realizado ante un escribano que la defensa pretende ahora que se repita en tribunales ante el fiscal Ramiro González y bajo juramento de decir la verdad.
La testigo G habló sobre cómo era el trato entre Fernández y Yáñez, y sostuvo que para ella la relación “era normal, con alguna discusión y nada más”.
Según la documentación que presentó la defensa, se le preguntó a la testigo si observó alguna agresión física y ella contestó que no.
Cuando le consultaron si alguna vez vio a Yáñez con algún golpe o hematoma, la mujer respondió que “hematomas de sangre si, porque en algunas oportunidades le hacían el tratamiento de plasma rico en plaquetas”. Contó que ella presenció en varias oportunidades que iba una mujer, cuyo nombre no recuerda, a realizarle el tratamiento estético.
“Le hacía el tratamiento mencionado, masajes, drenaje linfático, entre otros”, dijo, y agregó que le vio a Yañez un “machucón de extracción de sangre en el brazo” y le notó en la cara “los pinchazos del tratamiento”.
La testigo G afirmó que le notó los moretones “al día siguiente el tratamiento”. Y relató: “Lo recuerdo porque charlamos del tema y a mi me dan impresión las agujas”.
La niñera trabajaba en la casa principal de la quinta de Olivos y pasaba la mayor parte del tiempo en el dormitorio de Francisco, según relató.
Refirió que sus tareas eran de lunes a lunes, sin retiro, con algún franco esporádico. Agregó que normalmente dormía en el dormitorio con el hijo de la pareja presidencial y que trabajó en Olivos hasta aproximadamente el mes de agosto de 2023.
La defensa informó que la exempleada dijo ante escribano que la ex primera dama se hacía tratamientos estéticos que dejaban marcas en su rostro y negó haber sabido de golpes LA NACION