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Por qué “conectamos” más con las críticas que con los elogios y repetimos conductas

Hace un par de meses, a los 90 años, falleció Daniel Kahneman. El referente ha dejado un vacío en el mundo de la psicología y la toma de decisiones. Reconocido por su trabajo pionero en la psicología cognitiva, Kahneman y su legado impacta en campos tan diversos como la economía y la política.

Nacido en Tel Aviv en 1934, Kahneman dedicó gran parte de su vida a investigar cómo las personas toman decisiones y cómo los sesgos cognitivos influyen en este proceso. Junto al psicólogo cognitivo y psicólogo matemático, pionero de la ciencia cognitiva, colaborador del premio Nobel, desarrolló los conceptos de heurísticas y sesgos cognitivos, fundamentales para entender cómo funciona nuestra mente en situaciones de toma de decisiones.

Ahora bien, ustedes se preguntarán, ¿qué tiene que ver esto con la imagen personal?

La conexión entre los conceptos de Kahneman y nuestra imagen personal es más profunda de lo que parece a simple vista. Como asesora de imagen, observo cómo nuestras percepciones y elecciones sobre nuestra apariencia impactan significativamente en múltiples aspectos de nuestras vidas. Aunque en la actualidad existan opiniones diversas, estos sesgos existen.

La imagen personal no se trata solo de cómo nos vestimos, sino de cómo nos presentamos al mundo y cómo los demás nos perciben. Es un aspecto fundamental de nuestra identidad y juega un papel crucial en nuestras relaciones personales, oportunidades profesionales y autoestima. Nuestra apariencia y comportamiento comunican mensajes sobre quiénes somos, nuestras creencias, valores y personalidad. Es un lenguaje no verbal que influye en cómo nos tratan los demás y en cómo nos percibimos a nosotros mismos.

Más allá de las interacciones con los demás, la imagen personal también afecta nuestra autoestima y bienestar emocional. Cuando nos sentimos seguros y satisfechos con nuestra apariencia, tendemos a experimentar mayor confianza en nosotros mismos y una sensación de empoderamiento en todas las áreas de nuestra vida.

La relación entre los conceptos de Kahneman y nuestra imagen personal está completamente conectada. Comprender cómo los sesgos cognitivos afectan nuestras percepciones y decisiones sobre la apariencia nos permite tomar decisiones más conscientes y auténticas, lo que puede generar un impacto positivo.

Kahneman identificó varios sesgos cognitivos que influyen en la toma de decisiones, y es aquí donde la imagen personal juega un papel importante. Estos sesgos pueden manifestarse en cómo percibimos nuestra apariencia y cómo interpretamos las percepciones de los demás.

Por ejemplo, el “sesgo de confirmación”, uno de los conceptos clave de Kahneman, puede hacernos prestar más atención a las críticas negativas sobre nuestra imagen personal que a los elogios. ¿Te has encontrado alguna vez rumiando sobre un comentario despectivo mientras ignoras elogios constructivos? Este sesgo puede afectar significativamente nuestra autoestima.

Otro sesgo relevante es el “efecto de anclaje”. Imagina que tienes una reunión importante y eliges tu ropa. Recientemente recibiste un cumplido por una camisa que usaste en otra ocasión, y ahora ese elogio se convierte en un ancla para tu decisión, limitando tu capacidad para considerar otras opciones de vestimenta.

Finalmente, el “efecto de retrospectiva” también es clave. Si estás considerando cambiar tu peinado pero un amigo te advierte sobre los riesgos, podrías reinterpretar tus deseos basándote en experiencias pasadas que no resultaron como esperabas, subestimando tu capacidad para tomar decisiones sobre tu apariencia.

Los conceptos de Kahneman sobre heurísticas y sesgos cognitivos pueden aplicarse, como hemos visto, a la imagen personal. Reconocer estos sesgos y cómo influyen en nuestras decisiones nos ayuda a tomar decisiones más informadas y auténticas. Así, podemos cultivar una imagen que refleje nuestra verdadera esencia y nos brinde la confianza que todos necesitamos en algún grado.

La autora estudió en la Maison Aubel y en el FIT Fashion Institute of Technology de NY Estudios de Ceremonial y Protocolo en la UBA Comunicación de Negocios, habilidades sociales en RIT Rochester Institute of Technology Cool Hunter Fundação Armando Alvarez Penteado São Paulo Brazil Miembro del directorio de AICI (Asociación Internacional de Asesores de Imagen) a cargo del comité de Internacional de Tendencias y Coolhunter. @danisa_bevcic

Hace un par de meses, a los 90 años, falleció Daniel Kahneman. El referente ha dejado un vacío en el mundo de la psicología y la toma de decisiones. Reconocido por su trabajo pionero en la psicología cognitiva, Kahneman y su legado impacta en campos tan diversos como la economía y la política.

Nacido en Tel Aviv en 1934, Kahneman dedicó gran parte de su vida a investigar cómo las personas toman decisiones y cómo los sesgos cognitivos influyen en este proceso. Junto al psicólogo cognitivo y psicólogo matemático, pionero de la ciencia cognitiva, colaborador del premio Nobel, desarrolló los conceptos de heurísticas y sesgos cognitivos, fundamentales para entender cómo funciona nuestra mente en situaciones de toma de decisiones.

Ahora bien, ustedes se preguntarán, ¿qué tiene que ver esto con la imagen personal?

La conexión entre los conceptos de Kahneman y nuestra imagen personal es más profunda de lo que parece a simple vista. Como asesora de imagen, observo cómo nuestras percepciones y elecciones sobre nuestra apariencia impactan significativamente en múltiples aspectos de nuestras vidas. Aunque en la actualidad existan opiniones diversas, estos sesgos existen.

La imagen personal no se trata solo de cómo nos vestimos, sino de cómo nos presentamos al mundo y cómo los demás nos perciben. Es un aspecto fundamental de nuestra identidad y juega un papel crucial en nuestras relaciones personales, oportunidades profesionales y autoestima. Nuestra apariencia y comportamiento comunican mensajes sobre quiénes somos, nuestras creencias, valores y personalidad. Es un lenguaje no verbal que influye en cómo nos tratan los demás y en cómo nos percibimos a nosotros mismos.

Más allá de las interacciones con los demás, la imagen personal también afecta nuestra autoestima y bienestar emocional. Cuando nos sentimos seguros y satisfechos con nuestra apariencia, tendemos a experimentar mayor confianza en nosotros mismos y una sensación de empoderamiento en todas las áreas de nuestra vida.

La relación entre los conceptos de Kahneman y nuestra imagen personal está completamente conectada. Comprender cómo los sesgos cognitivos afectan nuestras percepciones y decisiones sobre la apariencia nos permite tomar decisiones más conscientes y auténticas, lo que puede generar un impacto positivo.

Kahneman identificó varios sesgos cognitivos que influyen en la toma de decisiones, y es aquí donde la imagen personal juega un papel importante. Estos sesgos pueden manifestarse en cómo percibimos nuestra apariencia y cómo interpretamos las percepciones de los demás.

Por ejemplo, el “sesgo de confirmación”, uno de los conceptos clave de Kahneman, puede hacernos prestar más atención a las críticas negativas sobre nuestra imagen personal que a los elogios. ¿Te has encontrado alguna vez rumiando sobre un comentario despectivo mientras ignoras elogios constructivos? Este sesgo puede afectar significativamente nuestra autoestima.

Otro sesgo relevante es el “efecto de anclaje”. Imagina que tienes una reunión importante y eliges tu ropa. Recientemente recibiste un cumplido por una camisa que usaste en otra ocasión, y ahora ese elogio se convierte en un ancla para tu decisión, limitando tu capacidad para considerar otras opciones de vestimenta.

Finalmente, el “efecto de retrospectiva” también es clave. Si estás considerando cambiar tu peinado pero un amigo te advierte sobre los riesgos, podrías reinterpretar tus deseos basándote en experiencias pasadas que no resultaron como esperabas, subestimando tu capacidad para tomar decisiones sobre tu apariencia.

Los conceptos de Kahneman sobre heurísticas y sesgos cognitivos pueden aplicarse, como hemos visto, a la imagen personal. Reconocer estos sesgos y cómo influyen en nuestras decisiones nos ayuda a tomar decisiones más informadas y auténticas. Así, podemos cultivar una imagen que refleje nuestra verdadera esencia y nos brinde la confianza que todos necesitamos en algún grado.

La autora estudió en la Maison Aubel y en el FIT Fashion Institute of Technology de NY Estudios de Ceremonial y Protocolo en la UBA Comunicación de Negocios, habilidades sociales en RIT Rochester Institute of Technology Cool Hunter Fundação Armando Alvarez Penteado São Paulo Brazil Miembro del directorio de AICI (Asociación Internacional de Asesores de Imagen) a cargo del comité de Internacional de Tendencias y Coolhunter. @danisa_bevcic

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