El papa Francisco recibió a una delegación de la CGT en el Vaticano y los exhortó a “defender la justicia social”
ROMA.- Defender la unidad, defender el trabajo -que hace a la dignidad de la persona-, defender la justicia social y la igualdad de género y a la dignidad de las mujeres. Fue el mensaje que Francisco le dejó este lunes a una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT), encabezada por Héctor Daer, que recibió en una audiencia de 35 minutos en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano. Durante el encuentro, el grupo de sindicalistas volvió a decirle al Papa que estaban esperando su demorado viaje a la madre patria y, como indicó el viernes pasado en la conferencia de prensa en el avión de regreso a Singapur, el Papa reiteró que tiene intención de viajar, sin dar precisiones.
La delegación de la @cgtoficialok, encabezada por @hectordaer saliendo de su audiencia de más de media hora con @Pontifex_es en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano
Le entregaron este documento y recibieron consejos. En breve, nota en @LANACION pic.twitter.com/C6jSwbS7z0
— Elisabetta Piqué (@bettapique) September 16, 2024
Al margen de Héctor Daer, participaron del encuentro, el primero de este tipo, según destacaron, otros doce dirigentes sindicales: su hermano, Rodolfo Daer, Pablo Moyano (Camioneros), Gerardo Martínez (UOCRA), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Jorge Sola (Seguros), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Maia Volcovinsky (UEJN), Cristian Jeronimo (Empleados del Vidrio), Marina Jaureguiberry (SADOP), Argentino Geneiro (Gastronómicos) y Alejandro Gramajo (UTEP).
Al salir del encuentro poco antes del mediodía local, todos de traje oscuro, pero sin corbata, los dirigentes se mostraron más que satisfechos de una reunión que fue la primera de este tipo en cuanto a unidad y el que, según aseguraron a LA NACION, no se profundizó sobre la difícil coyuntura política, ni hubo críticas al Gobierno libertario de Javier Milei. Los sindicalistas dijeron que tampoco se habló sobre la audiencia que, según se informó, tendrá la ministra de capital humano, Sandra Pettovello, con el Papa en las próximas horas.
“El resumen es el recibimiento del Santo Padre, alegrándose de la muestra de unidad de la CGT -estábamos todos los sectores y habíamos incorporado en nuestra delegación a los compañeros de la Economía Popular, el secretario general de la UTEP-, y el planteo de fondo fue marcar un camino de la defensa de la dignidad del trabajo, como eje de conducta social, de dignidad humana y por supuesto [el Papa] nos exhortó a defender esta cuestión y a defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas”, contó Daer.
“Hablamos del mundo, observó que las convulsiones del mundo no sólo son nuestra coyuntura, sino que vivimos en un mundo eternamente convulsionado. Se planteó el tema de la organización de los niños, de los jóvenes, a partir de la familia y de profundizar los lazos de comunicación con la comunidad educativa para que no sean carne del narcotráfico”, también describió Daer. “Nosotros por supuesto también le planteamos que en el momento en el que se exacerban las ganancias y se habla tanto de la multiplicación del dinero, la voz de solidaridad es fundamental y sostener los lazos solidarios que son característicos de la Argentina. Él reconoció que nuestro país tiene muchas fortalezas en ese sentido y que también entres las fortalezas la construcción de trabajo, y a partir de esto, los derechos de los trabajadores que también son parte indisoluble de la propia relación social que tenemos”, añadió.
Como era de esperar, también se le volvió a pedir al Papa que visite el país, una asignatura pendiente. “Nosotros le dijimos que su presencia es bienvenida, que lo estamos esperando, que creemos que le vendría muy bien a la sociedad argentina, en cuanto a los momentos de crispación que se tienen y demás, la presencia del Santo Padre como armonizadora de este momento”, indicó. “Él dijo que quiere venir a la Argentina, nos dijo que tiene muchas cosas, una reunión de obispos que dura mucho tiempo (el sínodo sobre sinodalidad, en octubre), que tiene un viaje a Bélgica (y Luxemburgo, del 26 al 29 de septiembre), pero que si Dios quiere va a venir a la Argentina, así que para nosotros fue una gran alegría”, ahondó.
La delegación, formada por trece personas, le entregó al Papa un documento, “Agenda para un nuevo contrato social. Argentina, hacia un país con desarrollo, producción y trabajo”, realizado en abril pasado. “El Papa nos dijo que lo iba a leer”, dijo Daer, que ofició de vocero del grupo. Además, le llevaron al Pontífice, de 87 años y que el viernes regresó de la gira más larga de su pontificado al sudeste asiático y Oceanía, diversos regalos: “cuatro mates, un poncho, unos cuadros, galletitas de limón Havanna”. “El Papa dijo que le íbamos a dejar las tripas verdes”, contó Daer, riendo y reflejando el clima cálido y distendido que hubo en la audiencia con el exarzobispo de Buenos Aires. Si bien habían sido citados a las 8.30 de la mañana, al final la audiencia se demoró y tuvieron que esperar un poco. Pero no importó y todos salieron muy sonrientes y con un rosario con el escudo pontificio en el bolsillo, obsequiado por el Santo Padre.
ROMA.- Defender la unidad, defender el trabajo -que hace a la dignidad de la persona-, defender la justicia social y la igualdad de género y a la dignidad de las mujeres. Fue el mensaje que Francisco le dejó este lunes a una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT), encabezada por Héctor Daer, que recibió en una audiencia de 35 minutos en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano. Durante el encuentro, el grupo de sindicalistas volvió a decirle al Papa que estaban esperando su demorado viaje a la madre patria y, como indicó el viernes pasado en la conferencia de prensa en el avión de regreso a Singapur, el Papa reiteró que tiene intención de viajar, sin dar precisiones.
La delegación de la @cgtoficialok, encabezada por @hectordaer saliendo de su audiencia de más de media hora con @Pontifex_es en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano
Le entregaron este documento y recibieron consejos. En breve, nota en @LANACION pic.twitter.com/C6jSwbS7z0
— Elisabetta Piqué (@bettapique) September 16, 2024
Al margen de Héctor Daer, participaron del encuentro, el primero de este tipo, según destacaron, otros doce dirigentes sindicales: su hermano, Rodolfo Daer, Pablo Moyano (Camioneros), Gerardo Martínez (UOCRA), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Jorge Sola (Seguros), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Maia Volcovinsky (UEJN), Cristian Jeronimo (Empleados del Vidrio), Marina Jaureguiberry (SADOP), Argentino Geneiro (Gastronómicos) y Alejandro Gramajo (UTEP).
Al salir del encuentro poco antes del mediodía local, todos de traje oscuro, pero sin corbata, los dirigentes se mostraron más que satisfechos de una reunión que fue la primera de este tipo en cuanto a unidad y el que, según aseguraron a LA NACION, no se profundizó sobre la difícil coyuntura política, ni hubo críticas al Gobierno libertario de Javier Milei. Los sindicalistas dijeron que tampoco se habló sobre la audiencia que, según se informó, tendrá la ministra de capital humano, Sandra Pettovello, con el Papa en las próximas horas.
“El resumen es el recibimiento del Santo Padre, alegrándose de la muestra de unidad de la CGT -estábamos todos los sectores y habíamos incorporado en nuestra delegación a los compañeros de la Economía Popular, el secretario general de la UTEP-, y el planteo de fondo fue marcar un camino de la defensa de la dignidad del trabajo, como eje de conducta social, de dignidad humana y por supuesto [el Papa] nos exhortó a defender esta cuestión y a defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas”, contó Daer.
“Hablamos del mundo, observó que las convulsiones del mundo no sólo son nuestra coyuntura, sino que vivimos en un mundo eternamente convulsionado. Se planteó el tema de la organización de los niños, de los jóvenes, a partir de la familia y de profundizar los lazos de comunicación con la comunidad educativa para que no sean carne del narcotráfico”, también describió Daer. “Nosotros por supuesto también le planteamos que en el momento en el que se exacerban las ganancias y se habla tanto de la multiplicación del dinero, la voz de solidaridad es fundamental y sostener los lazos solidarios que son característicos de la Argentina. Él reconoció que nuestro país tiene muchas fortalezas en ese sentido y que también entres las fortalezas la construcción de trabajo, y a partir de esto, los derechos de los trabajadores que también son parte indisoluble de la propia relación social que tenemos”, añadió.
Como era de esperar, también se le volvió a pedir al Papa que visite el país, una asignatura pendiente. “Nosotros le dijimos que su presencia es bienvenida, que lo estamos esperando, que creemos que le vendría muy bien a la sociedad argentina, en cuanto a los momentos de crispación que se tienen y demás, la presencia del Santo Padre como armonizadora de este momento”, indicó. “Él dijo que quiere venir a la Argentina, nos dijo que tiene muchas cosas, una reunión de obispos que dura mucho tiempo (el sínodo sobre sinodalidad, en octubre), que tiene un viaje a Bélgica (y Luxemburgo, del 26 al 29 de septiembre), pero que si Dios quiere va a venir a la Argentina, así que para nosotros fue una gran alegría”, ahondó.
La delegación, formada por trece personas, le entregó al Papa un documento, “Agenda para un nuevo contrato social. Argentina, hacia un país con desarrollo, producción y trabajo”, realizado en abril pasado. “El Papa nos dijo que lo iba a leer”, dijo Daer, que ofició de vocero del grupo. Además, le llevaron al Pontífice, de 87 años y que el viernes regresó de la gira más larga de su pontificado al sudeste asiático y Oceanía, diversos regalos: “cuatro mates, un poncho, unos cuadros, galletitas de limón Havanna”. “El Papa dijo que le íbamos a dejar las tripas verdes”, contó Daer, riendo y reflejando el clima cálido y distendido que hubo en la audiencia con el exarzobispo de Buenos Aires. Si bien habían sido citados a las 8.30 de la mañana, al final la audiencia se demoró y tuvieron que esperar un poco. Pero no importó y todos salieron muy sonrientes y con un rosario con el escudo pontificio en el bolsillo, obsequiado por el Santo Padre.
El sumo pontífice recibió a Pablo Moyano, Héctor Dáer y otra decena de gremialistas tras su gira por Asia y Oceanía; “Nos exhortó a defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas”, aseguraron LA NACION