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Lanzini, el especialista de River en hacer goles en la Bombonera: se fue feliz y elogiado por Gallardo

Cuando vio que la pelota se dirigía hacia él para abrir la cuenta en el superclásico luego de que Sergio Romero diera rebote tras el zurdazo de Facundo Colidio, sintió que era el momento adecuado para comenzar a torcer el rumbo e iniciar la tan deseada revancha. Sabía que estaba en deuda desde que volvió a River en agosto de 2023, libre de West Ham United al cabo de ocho temporadas en la Premier League. Consciente de que necesitaba revertir la imagen y adecuarse a la realidad, Manuel Lanzini aceptó una rebaja salarial cuando llegó la hora de sentarse a negociar los términos para extender su contrato a préstamo hasta el próximo 31 de diciembre mientras se recuperaba de una fractura en el primer metatarsiano del pie derecho sufrida a principios de mayo durante una práctica en Ezeiza.

“Era algo que necesitaba, y más en esta cancha, contra este equipo que sabemos todos lo que representa para nosotros. Convertir de vuelta acá después de diez años, ganando 1 a 0 con gol mío, es algo increíble”, manifestó el mediocampista ofensivo de 31 años, al término del partido, con una enorme satisfacción por su conquista decisiva a los 19 minutos del primer tiempo.

Entre los 14 tantos que anotó de manera oficial en 124 presentaciones vistiendo la camiseta de River distribuidas en tres etapas con el 8 de agosto de 2010 como punto de partida, hubo tres en la Bombonera. Es un lugar que, evidentemente, le sienta cómodo al número diez de River, cuya función contra Boca fue la de actuar como interior izquierdo en el 3-1-4-2 que dispuso Marcelo Gallardo. “Nosotros siempre estamos preparados para dar el 100 % cuando nos toque, eso nos exige. Necesitaba aprovechar la oportunidad, y creo que lo hice. Trato de ayudar al equipo al equipo. A veces las cosas salen y a veces no, pero siempre voy a dar todo por esta camiseta, y más en estos partidos”, agregó Lanzini.

Reemplazado por Marcos Acuña cuando iban 25 minutos de la segunda parte como consecuencia de “un calambre” en el isquiotibial izquierdo, según aclaró, Lanzini exhibió su mejor versión desde su retorno. Rápido para encabezar los contragolpes y dejar rivales en el camino, cumplió con las expectativas que Gallardo depositó en él.

MANU LANZINI para gritar el 1-0 en el Superclásico ⚪️🔴⚪️💪pic.twitter.com/QnaFz09Ce6

— River Plate (@RiverPlate) September 21, 2024

El elogio de Gallardo

“Estoy muy contento por él, se lo dije en el vestuario. Él venía con esa carga de no haber podido convertir desde que llegó, con algunos problemitas que había tenido en todo esto proceso. Hoy era un partido como para generar un clic mental en su cabeza y, a partir de ahí, generar una energía positiva que lo termine de soltar. Lo acompaño a él, como a todos, con la posibilidad de que se sientan la confianza y sacarse la mochila, que a veces cuesta, porque no es fácil jugar en River. No es fácil volver al fútbol argentino cuando venís del extranjero porque el fútbol argentino es muy difícil y muy complejo. Por eso a veces se necesitan momentos así como para volver a ser. Y eso espero de Manu”, reflexionó el técnico.

El 27 de julio de 2014 en Salta, donde dirigió su primer compromiso oficial en River frente a Ferro, al que eliminó 6-5 por penales tras empatar 0-0, Gallardo contó por única vez con Lanzini, transferido unos días después a Al-Jazira (Emiratos Árabes Unidos). Ambos querían volver a compartir un vestuario. El DT tenía debilidad futbolística por el volante, cuyo deseo era volver a tenerlo como entrenador. Una década después se reencontraron sin esperarlo y juntos lograron el triunfo de River, en La Boca, el barrio donde Manu siempre sumó puntos con la banda roja: de cabeza, marcó un gol récord para la historia de los superclásicos cuando apenas iban 42 segundos, en el 1-1 del 5 de mayo de 2013, y también abrió la cuenta con un definición de derecha en el 2-1 del 30 de marzo de 2014, en ambos casos bajo la dirección técnica de Ramón Díaz.

Ahora, mientras pelea por la titularidad para ser parte del equipo que se enfrentará a Colo-Colo el próximo martes en el estadio Monumental, por un lugar en las semifinales de la Copa Libertadores, Lanzini disfruta de la revancha tan esperada. Sabe que aún debe hallar la regularidad que pretenden los hinchas y el DT, pero esa meta podrá buscarla desde un lugar de mayor serenidad al señalar su primer tanto en 33 participaciones oficiales desde que tuvo su estreno el 20 de agosto de 2023 ante Argentinos Juniors, en La Paternal. El objetivo para él no sólo es recuperar el protagonismo, sino también cumplir con su anhelo principal, conquistar América con el club del que siempre fue hincha.

Cuando vio que la pelota se dirigía hacia él para abrir la cuenta en el superclásico luego de que Sergio Romero diera rebote tras el zurdazo de Facundo Colidio, sintió que era el momento adecuado para comenzar a torcer el rumbo e iniciar la tan deseada revancha. Sabía que estaba en deuda desde que volvió a River en agosto de 2023, libre de West Ham United al cabo de ocho temporadas en la Premier League. Consciente de que necesitaba revertir la imagen y adecuarse a la realidad, Manuel Lanzini aceptó una rebaja salarial cuando llegó la hora de sentarse a negociar los términos para extender su contrato a préstamo hasta el próximo 31 de diciembre mientras se recuperaba de una fractura en el primer metatarsiano del pie derecho sufrida a principios de mayo durante una práctica en Ezeiza.

“Era algo que necesitaba, y más en esta cancha, contra este equipo que sabemos todos lo que representa para nosotros. Convertir de vuelta acá después de diez años, ganando 1 a 0 con gol mío, es algo increíble”, manifestó el mediocampista ofensivo de 31 años, al término del partido, con una enorme satisfacción por su conquista decisiva a los 19 minutos del primer tiempo.

Entre los 14 tantos que anotó de manera oficial en 124 presentaciones vistiendo la camiseta de River distribuidas en tres etapas con el 8 de agosto de 2010 como punto de partida, hubo tres en la Bombonera. Es un lugar que, evidentemente, le sienta cómodo al número diez de River, cuya función contra Boca fue la de actuar como interior izquierdo en el 3-1-4-2 que dispuso Marcelo Gallardo. “Nosotros siempre estamos preparados para dar el 100 % cuando nos toque, eso nos exige. Necesitaba aprovechar la oportunidad, y creo que lo hice. Trato de ayudar al equipo al equipo. A veces las cosas salen y a veces no, pero siempre voy a dar todo por esta camiseta, y más en estos partidos”, agregó Lanzini.

Reemplazado por Marcos Acuña cuando iban 25 minutos de la segunda parte como consecuencia de “un calambre” en el isquiotibial izquierdo, según aclaró, Lanzini exhibió su mejor versión desde su retorno. Rápido para encabezar los contragolpes y dejar rivales en el camino, cumplió con las expectativas que Gallardo depositó en él.

MANU LANZINI para gritar el 1-0 en el Superclásico ⚪️🔴⚪️💪pic.twitter.com/QnaFz09Ce6

— River Plate (@RiverPlate) September 21, 2024

El elogio de Gallardo

“Estoy muy contento por él, se lo dije en el vestuario. Él venía con esa carga de no haber podido convertir desde que llegó, con algunos problemitas que había tenido en todo esto proceso. Hoy era un partido como para generar un clic mental en su cabeza y, a partir de ahí, generar una energía positiva que lo termine de soltar. Lo acompaño a él, como a todos, con la posibilidad de que se sientan la confianza y sacarse la mochila, que a veces cuesta, porque no es fácil jugar en River. No es fácil volver al fútbol argentino cuando venís del extranjero porque el fútbol argentino es muy difícil y muy complejo. Por eso a veces se necesitan momentos así como para volver a ser. Y eso espero de Manu”, reflexionó el técnico.

El 27 de julio de 2014 en Salta, donde dirigió su primer compromiso oficial en River frente a Ferro, al que eliminó 6-5 por penales tras empatar 0-0, Gallardo contó por única vez con Lanzini, transferido unos días después a Al-Jazira (Emiratos Árabes Unidos). Ambos querían volver a compartir un vestuario. El DT tenía debilidad futbolística por el volante, cuyo deseo era volver a tenerlo como entrenador. Una década después se reencontraron sin esperarlo y juntos lograron el triunfo de River, en La Boca, el barrio donde Manu siempre sumó puntos con la banda roja: de cabeza, marcó un gol récord para la historia de los superclásicos cuando apenas iban 42 segundos, en el 1-1 del 5 de mayo de 2013, y también abrió la cuenta con un definición de derecha en el 2-1 del 30 de marzo de 2014, en ambos casos bajo la dirección técnica de Ramón Díaz.

Ahora, mientras pelea por la titularidad para ser parte del equipo que se enfrentará a Colo-Colo el próximo martes en el estadio Monumental, por un lugar en las semifinales de la Copa Libertadores, Lanzini disfruta de la revancha tan esperada. Sabe que aún debe hallar la regularidad que pretenden los hinchas y el DT, pero esa meta podrá buscarla desde un lugar de mayor serenidad al señalar su primer tanto en 33 participaciones oficiales desde que tuvo su estreno el 20 de agosto de 2023 ante Argentinos Juniors, en La Paternal. El objetivo para él no sólo es recuperar el protagonismo, sino también cumplir con su anhelo principal, conquistar América con el club del que siempre fue hincha.

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