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“Me ganó el enojo”. Survivor: por qué “el mejor jugador del reality” considera que quedó fuera de competencia

Luego de 50 días en la isla, Mauro Guarnieri quedó afuera de Survivor, Expedición Robinson, el reality extremo de Telefe. Fan de este formato, Guarnieri entró a jugar fuerte con la intención de llegar a la final. No lo logró, pero fue el jugador más estratega de esta temporada, además de dejar una serie de picantes comentarios que levantaron polvareda en las redes sociales. En diálogo con LA NACIÓN, el último eliminado reflexiona sobre sus días en Survivor, y arriesga por qué fue votado por sus compañeros y quién puede ganar.

-¿Sos el mejor jugador de Survivor?

-Sí, soy el mejor jugador de Survivor. No hay nadie que me llegue ni a los talones (risas). Soy muy fanático del programa, a los 20 años vi Expedición Robinson y quedé fascinado. Y nunca paré de ver las versiones de Estados Unidos, Australia. Habré visto 70 temporadas. Fui con toda la información en el cerebro.

-¿Tu motivación fue vivir esa experiencia?

-Sí, cuando vi la publicidad, que no decía que era Survivor pero yo vi el mar y me lo imaginé, pensé en anotarme y tratar de ser parte, como sea. Por suerte tuve la posibilidad. Me anoté porque quería vivir la experiencia. Me gusta el juego estratégico en el que tenés que eliminar a tus compañeros por votación. Toda mi vida jugué online con gente de Latinoamérica así que quería vivirlo también. Y obviamente el premio me seducía porque yo alquilo y quiero dar el salto y comprarme algo propio. Tampoco me interesa la fama. Mi objetivo, simplemente, era jugar.

-¿Qué balance hacés de los 50 días que estuviste en el programa?

-Son los 50 días mejor vividos de mi vida (risa). Sufrí, lloré, me fui con 20 kilos menos, me picaron los mosquitos, dormí bajo la lluvia… Fue hermosa, una experiencia que quería vivir. Es el sueño cumplido, como un chico que sueña con jugar con Messi en la Selección. Lo sueño desde que tengo 20 años y lo vivía tal como lo veía en televisión. Superó mis expectativas. Además, todos jugaban muy bien. Son 50 días muy bien vividos.

-¿No sufriste nada entonces?

-Bueno, sí. Lo que más sufrí fue extrañar a la familia y mi rutina en la vida, hasta que hice un clic y entendí que por un tiempo esa iba a ser mi vida. La lluvia te deprime, días enteros durmiendo en un charquito de agua, con hambre, con mosquitos insoportables. Pero todo eso es mínimo al lado de lo lindo que es vivir esta experiencia.

-¿De verdad bajaste 20 kilos?

-Bajé 12 kilos más o menos. Soy gordito y antes de ir me comí todo, por las dudas (risas). Y me funcionó porque bajé y podría haber seguido. Tenía reservas.

-¿Esperabas quedar afuera a unas semanas de la final?

-No me lo esperaba para nada. Pensé que no iban a ir por mí, así que fue una sorpresa ver mi nombre. En el momento sentí alivio porque terminaba y tristeza porque no había podido llegar a la final. Me ponía la presión de ser el mejor jugador, porque fui a eso, y pasaba noches sin dormir pensando en las jugadas que podía hacer. Y cuando quedé afuera, pensé “ya está, ya lo diste todo y no hay más nada por hacer”.

-¿Por qué el mejor jugador quedó afuera? ¿Qué hiciste mal?

-Creo que lo hice mal fue enojarme. Ahí empezó a caer el juego. Survivor es un juego social en el que tenés que tratar de llevarte bien con todo el mundo y no hacer enojar a nadie. Y en el momento de la traición de Eugenia me pudo más el enojo. Tendría que haberlo dejado pasar y ser un poquito más falso. Mi juego empezó a caer, entonces, cuando mostré mis verdaderos sentimientos.

-Tejiste muchas estrategias, ¿te arrepentiste de alguna?

-Me arrepentí de algunas cosas, como por ejemplo de lo que dije cuando voté a Goldi. Dije que era homofóbico y no es así. Me metí en algo personal que estaba totalmente errado, además. Estaba super sensible y cualquier chiste que hacían lo tomaba a mal. Aparte tenía muy buena relación con Goldi. En eso me arrepiento, en lo que dije y no en lo que hice, porque es parte del juego.

-¿A quién ves como ganador o ganadora?

-Le pongo todas mis fichas a Aixa, es mi pollita ahí y la estuve disciplinando para que aprenda el juego. Igual ella me pasa por encima porque es más inteligente que yo. Ella o Baltazar. Fuimos minoría mucho tiempo y ellos siguen siendo minoría, así que cualquiera de los dos que llegue a la final debería ganar porque jugar así es muy difícil.

-¿Cómo era tu vida antes del reality y cómo sigue?

-Trabajo en la parte administrativa de una empresa de comercio exterior, doce horas por día. Me levanto, voy a trabajar, vuelvo a mi casa y es todo lo que hago. Y los fines de semana me junto con mi familia. Es una vida rutinaria y muy monótona. Necesitaba este escape. Aunque no parezca, porque en el programa no se vio, soy muy trabajador en la vida real. Reconozco que en la isla era muy vago, pero es porque trabajo tanto en la vida real que nadie me iba a hacer trabajar y quería estar tirado mirando el mar. Soy muy responsable en mi trabajo. Cuando quedé en el reality pedí una licencia sin goce de sueldo por los dos meses que iba a durar y puse a mi hermana para que me cubra, así que estuvo todo resuelto. Y ahora volví a la misma rutina que tenía.

-Algunos de los participantes sufrieron una crisis y al salir reconocieron que necesitaban cambios. ¿Te pasó?

-Yo vivo en crisis desde que nací (risas). Me cuesta el cambio y por eso volví al mismo lugar. Pero sí necesito un cambio porque la rutina ya no me está divirtiendo. Mi plan es ahora ver cuál puede ser ese cambio.

-¿Y tenés idea?

-No tengo mucha idea (risas). Me gustaría mucho participar de otro reality, me siento cómodo en el formato. Amo Gran hermano, soy muy fan también y me vi todas las temporadas de Argentina y alguna vez me anoté pero no pasé del primer casting. No tengo un proyecto en mente, veremos qué me propone la vida.

-Decías que en la isla extrañaste mucho a tu familia, ¿cómo está conformada?

-Vivo solo desde los 25 años y tengo a mi mamá, mi hermana, mis sobrinas, mi cuñado y mi tía. No tengo pareja, soy soltero y nunca tuve pareja porque soy muy complicado.

-¿Pero te enamoraste alguna vez?

-Me enamoro todos los días de mi vida (risas). Pero soy complicado para estar en pareja porque reconozco que soy tóxico. Soy el que espera el llamado todo el día y si no me llamás, te reclamo. Me doy cuenta de eso y por eso prefiero no ponerme en pareja.

Luego de 50 días en la isla, Mauro Guarnieri quedó afuera de Survivor, Expedición Robinson, el reality extremo de Telefe. Fan de este formato, Guarnieri entró a jugar fuerte con la intención de llegar a la final. No lo logró, pero fue el jugador más estratega de esta temporada, además de dejar una serie de picantes comentarios que levantaron polvareda en las redes sociales. En diálogo con LA NACIÓN, el último eliminado reflexiona sobre sus días en Survivor, y arriesga por qué fue votado por sus compañeros y quién puede ganar.

-¿Sos el mejor jugador de Survivor?

-Sí, soy el mejor jugador de Survivor. No hay nadie que me llegue ni a los talones (risas). Soy muy fanático del programa, a los 20 años vi Expedición Robinson y quedé fascinado. Y nunca paré de ver las versiones de Estados Unidos, Australia. Habré visto 70 temporadas. Fui con toda la información en el cerebro.

-¿Tu motivación fue vivir esa experiencia?

-Sí, cuando vi la publicidad, que no decía que era Survivor pero yo vi el mar y me lo imaginé, pensé en anotarme y tratar de ser parte, como sea. Por suerte tuve la posibilidad. Me anoté porque quería vivir la experiencia. Me gusta el juego estratégico en el que tenés que eliminar a tus compañeros por votación. Toda mi vida jugué online con gente de Latinoamérica así que quería vivirlo también. Y obviamente el premio me seducía porque yo alquilo y quiero dar el salto y comprarme algo propio. Tampoco me interesa la fama. Mi objetivo, simplemente, era jugar.

-¿Qué balance hacés de los 50 días que estuviste en el programa?

-Son los 50 días mejor vividos de mi vida (risa). Sufrí, lloré, me fui con 20 kilos menos, me picaron los mosquitos, dormí bajo la lluvia… Fue hermosa, una experiencia que quería vivir. Es el sueño cumplido, como un chico que sueña con jugar con Messi en la Selección. Lo sueño desde que tengo 20 años y lo vivía tal como lo veía en televisión. Superó mis expectativas. Además, todos jugaban muy bien. Son 50 días muy bien vividos.

-¿No sufriste nada entonces?

-Bueno, sí. Lo que más sufrí fue extrañar a la familia y mi rutina en la vida, hasta que hice un clic y entendí que por un tiempo esa iba a ser mi vida. La lluvia te deprime, días enteros durmiendo en un charquito de agua, con hambre, con mosquitos insoportables. Pero todo eso es mínimo al lado de lo lindo que es vivir esta experiencia.

-¿De verdad bajaste 20 kilos?

-Bajé 12 kilos más o menos. Soy gordito y antes de ir me comí todo, por las dudas (risas). Y me funcionó porque bajé y podría haber seguido. Tenía reservas.

-¿Esperabas quedar afuera a unas semanas de la final?

-No me lo esperaba para nada. Pensé que no iban a ir por mí, así que fue una sorpresa ver mi nombre. En el momento sentí alivio porque terminaba y tristeza porque no había podido llegar a la final. Me ponía la presión de ser el mejor jugador, porque fui a eso, y pasaba noches sin dormir pensando en las jugadas que podía hacer. Y cuando quedé afuera, pensé “ya está, ya lo diste todo y no hay más nada por hacer”.

-¿Por qué el mejor jugador quedó afuera? ¿Qué hiciste mal?

-Creo que lo hice mal fue enojarme. Ahí empezó a caer el juego. Survivor es un juego social en el que tenés que tratar de llevarte bien con todo el mundo y no hacer enojar a nadie. Y en el momento de la traición de Eugenia me pudo más el enojo. Tendría que haberlo dejado pasar y ser un poquito más falso. Mi juego empezó a caer, entonces, cuando mostré mis verdaderos sentimientos.

-Tejiste muchas estrategias, ¿te arrepentiste de alguna?

-Me arrepentí de algunas cosas, como por ejemplo de lo que dije cuando voté a Goldi. Dije que era homofóbico y no es así. Me metí en algo personal que estaba totalmente errado, además. Estaba super sensible y cualquier chiste que hacían lo tomaba a mal. Aparte tenía muy buena relación con Goldi. En eso me arrepiento, en lo que dije y no en lo que hice, porque es parte del juego.

-¿A quién ves como ganador o ganadora?

-Le pongo todas mis fichas a Aixa, es mi pollita ahí y la estuve disciplinando para que aprenda el juego. Igual ella me pasa por encima porque es más inteligente que yo. Ella o Baltazar. Fuimos minoría mucho tiempo y ellos siguen siendo minoría, así que cualquiera de los dos que llegue a la final debería ganar porque jugar así es muy difícil.

-¿Cómo era tu vida antes del reality y cómo sigue?

-Trabajo en la parte administrativa de una empresa de comercio exterior, doce horas por día. Me levanto, voy a trabajar, vuelvo a mi casa y es todo lo que hago. Y los fines de semana me junto con mi familia. Es una vida rutinaria y muy monótona. Necesitaba este escape. Aunque no parezca, porque en el programa no se vio, soy muy trabajador en la vida real. Reconozco que en la isla era muy vago, pero es porque trabajo tanto en la vida real que nadie me iba a hacer trabajar y quería estar tirado mirando el mar. Soy muy responsable en mi trabajo. Cuando quedé en el reality pedí una licencia sin goce de sueldo por los dos meses que iba a durar y puse a mi hermana para que me cubra, así que estuvo todo resuelto. Y ahora volví a la misma rutina que tenía.

-Algunos de los participantes sufrieron una crisis y al salir reconocieron que necesitaban cambios. ¿Te pasó?

-Yo vivo en crisis desde que nací (risas). Me cuesta el cambio y por eso volví al mismo lugar. Pero sí necesito un cambio porque la rutina ya no me está divirtiendo. Mi plan es ahora ver cuál puede ser ese cambio.

-¿Y tenés idea?

-No tengo mucha idea (risas). Me gustaría mucho participar de otro reality, me siento cómodo en el formato. Amo Gran hermano, soy muy fan también y me vi todas las temporadas de Argentina y alguna vez me anoté pero no pasé del primer casting. No tengo un proyecto en mente, veremos qué me propone la vida.

-Decías que en la isla extrañaste mucho a tu familia, ¿cómo está conformada?

-Vivo solo desde los 25 años y tengo a mi mamá, mi hermana, mis sobrinas, mi cuñado y mi tía. No tengo pareja, soy soltero y nunca tuve pareja porque soy muy complicado.

-¿Pero te enamoraste alguna vez?

-Me enamoro todos los días de mi vida (risas). Pero soy complicado para estar en pareja porque reconozco que soy tóxico. Soy el que espera el llamado todo el día y si no me llamás, te reclamo. Me doy cuenta de eso y por eso prefiero no ponerme en pareja.

 Fan del formato, cumplió el sueño de ser parte de la versión argentina pero no logró llegar a la final a pesar de ser un gran estratega y ganarse el cariño del público  LA NACION

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