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Cómo combatir el desajuste de habilidades

Ocho de cada diez empresas no encuentra las capacidades que busca en las personas para cubrir sus necesidades de talento. Este hecho, que se conoce como desajuste de talento o de habilidades, se disparó en la última década, pasando del 3% en 2014 al 78% en 2024. Los datos surgen de un estudio anual de Manpower que contempla la realidad de 41.000 empresas distribuidas en 40 países, por lo que hablamos de una tendencia global. La escalada estrepitosa del desajuste en solo una década me lleva a preguntarme: ¿No la vimos venir? ¿Todo este tiempo fuimos la rana en agua caliente que no se daba cuenta que esa olla en algún momento iba a hervir? Este fenómeno causa problemas de productividad, eficiencia y de desempleo, entre muchos otros.

Hay varias maneras de protagonizar el combate a esta escasez. Primero entendiendo cuáles son hoy las habilidades susceptibles a ser automatizadas en los próximos tres años y cuáles son las que serán particularmente difíciles de reclutar. La consultora Mercer identificó esto y marca a roles de finanzas, contabilidad, sistema de recursos humanos, data entry, técnicos en analítica de datos, investigación de mercado o servicio al cliente, entre el primer grupo. Por el contrario, señala que será difícil encontrar habilidades de gestión del cambio, ciencia de datos, pensamiento analítico y crítico, ventas, ciberseguridad, agilidad, creatividad, entre otras. Este modelo no es igual para todas las empresas. Cada una, teniendo en cuenta su matriz y su cultura tiene que examinar su ADN y actuar sobre sus necesidades singulares.

¿Qué es hoy el éxito profesional?

Otro informe, del Observatorio laboral del BID sobre el empleo y las habilidades en América Latina, utiliza los datos de todas las páginas de empleo y de lo que se busca y la gente ofrece en Linkedin. De estos datos se desprende que la brecha de talento se encuentra en las capacidades cognitivas. Podríamos suponer que se refiere a capacidades complejas y ligadas al pensamiento científico, pero se trata de habilidades mucho más básicas con las que aún luchamos en la región por su calidad: comprensión oral y escrita, expresión oral y razonamiento deductivo y sensibilidad ante los problemas, entre las principales. El reentrenamiento de habilidades se da en un contexto determinado: en nuestro caso, en un país con un 52% de pobreza y en el que con 1 de cada 2 chicos de tercer grado no entiende lo que lee. El otro día conversando con un ejecutivo de una empresa grande de Argentina, me hizo esta comparación que me dejó pensando: “Si tenés una empresa de comidas rápidas y ves que empieza a ver problemas para conseguir la harina para el pan, sin dudas te ponés a buscar varias alternativas para no sufrir esa escasez inminente. Pero cuando se trata de falta de talento, se espera que mágicamente esto se resuelva solo. La innovación en empleabilidad debe tener en cuenta las necesidades de los empresarios, pero también la de los empleados y las de los estudiantes y dejar de esperar que “alguien más del ecosistema” la protagonice. Si no es ahora ¿cuándo?.

Ocho de cada diez empresas no encuentra las capacidades que busca en las personas para cubrir sus necesidades de talento. Este hecho, que se conoce como desajuste de talento o de habilidades, se disparó en la última década, pasando del 3% en 2014 al 78% en 2024. Los datos surgen de un estudio anual de Manpower que contempla la realidad de 41.000 empresas distribuidas en 40 países, por lo que hablamos de una tendencia global. La escalada estrepitosa del desajuste en solo una década me lleva a preguntarme: ¿No la vimos venir? ¿Todo este tiempo fuimos la rana en agua caliente que no se daba cuenta que esa olla en algún momento iba a hervir? Este fenómeno causa problemas de productividad, eficiencia y de desempleo, entre muchos otros.

Hay varias maneras de protagonizar el combate a esta escasez. Primero entendiendo cuáles son hoy las habilidades susceptibles a ser automatizadas en los próximos tres años y cuáles son las que serán particularmente difíciles de reclutar. La consultora Mercer identificó esto y marca a roles de finanzas, contabilidad, sistema de recursos humanos, data entry, técnicos en analítica de datos, investigación de mercado o servicio al cliente, entre el primer grupo. Por el contrario, señala que será difícil encontrar habilidades de gestión del cambio, ciencia de datos, pensamiento analítico y crítico, ventas, ciberseguridad, agilidad, creatividad, entre otras. Este modelo no es igual para todas las empresas. Cada una, teniendo en cuenta su matriz y su cultura tiene que examinar su ADN y actuar sobre sus necesidades singulares.

¿Qué es hoy el éxito profesional?

Otro informe, del Observatorio laboral del BID sobre el empleo y las habilidades en América Latina, utiliza los datos de todas las páginas de empleo y de lo que se busca y la gente ofrece en Linkedin. De estos datos se desprende que la brecha de talento se encuentra en las capacidades cognitivas. Podríamos suponer que se refiere a capacidades complejas y ligadas al pensamiento científico, pero se trata de habilidades mucho más básicas con las que aún luchamos en la región por su calidad: comprensión oral y escrita, expresión oral y razonamiento deductivo y sensibilidad ante los problemas, entre las principales. El reentrenamiento de habilidades se da en un contexto determinado: en nuestro caso, en un país con un 52% de pobreza y en el que con 1 de cada 2 chicos de tercer grado no entiende lo que lee. El otro día conversando con un ejecutivo de una empresa grande de Argentina, me hizo esta comparación que me dejó pensando: “Si tenés una empresa de comidas rápidas y ves que empieza a ver problemas para conseguir la harina para el pan, sin dudas te ponés a buscar varias alternativas para no sufrir esa escasez inminente. Pero cuando se trata de falta de talento, se espera que mágicamente esto se resuelva solo. La innovación en empleabilidad debe tener en cuenta las necesidades de los empresarios, pero también la de los empleados y las de los estudiantes y dejar de esperar que “alguien más del ecosistema” la protagonice. Si no es ahora ¿cuándo?.

 El impacto de la tecnología no será igual en todos los campos y los especialistas anticipan que será difícil encontrar talentos en gestión del cambio, ciencia de datos, pensamiento analítico y crítico, ventas, ciberseguridad, agilidad, creatividad  LA NACION

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