Leasing: cinco preguntas clave y por qué puede ser una buena opción de financiamiento
En los últimos tiempos cobra relevancia el el leasing. Aunque se trata de un instrumento de financiación que ya cuenta con varios años, muchos no lo conocen, y puede ser un gran aliado para adquirir diversos bienes que sumen a la producción. Se trata, en lenguaje sencillo, de una herramienta que permite financiar la incorporación de equipamiento para empresas, pagando un canon periódico por su uso, con la opción de comprarlo al final.
El leasing es una herramienta financiera que se usa en el mundo para adquirir y financiar bienes de capital. Se trata de un herramienta a mediano plazo, tres, cuatro o cinco años dependiendo de cuál es el bien que se adquiere.
“Es como un contrato tripartito, porque como vos en realidad vas a adquirir un bien de capital -que puede ser un auto, una máquina o un equipo médico- hay un proveedor en juego. Entonces, por un lado está el dador, que es la entidad financiera, que en Argentina generalmente es el banco, aunque hay también empresas de leasing independientes”, relata Gabriela Tolchinsk, gerente general e integrante del directorio de la compañía The Capita Corporation del Grupo Comafi y describe el proceso: “el dador le compra al proveedor el auto, la camioneta, el torno, la cosechadora o lo que sea y se lo da en leasing a su cliente, que es el tomador. Entre el dador, que es el banco, y el cliente, que es el tomador, hay un contrato de leasing. El cliente negocia con el proveedor qué quiere, qué modelo, cuánto sale, cómo se lo va a entregar, y el banco lo que hace es seguir la instrucción y pone la orden de compra al proveedor. Cuando el proveedor está listo para entregar el bien, le factura al banco, que es quien le paga. Es decir, entre dador y proveedor hay una compra-venta de un bien. El banco pasa a ser el dueño del bien y se lo da en leasing al cliente en tres, cuatro o cinco años”.
1)¿Por qué elegir leasing en lugar de otras herramientas posibles de financiación o la toma de un crédito?
El leasing ofrece ventajas impositivas muy atractivas. En un principio, el tomador puede deducir las cuotas de leasing como gasto para el Impuesto a las Ganancias.
En este sentido, se trata de una posibilidad muy tentadora para actividades comerciales. La condición para hacerlo, señala la ejecutiva, es que el contrato de leasing tiene que durar la mitad de la vida útil que se calcula para el bien que se adquiere. Es decir, si se trata de un tractor que tiene una vida útil de diez años, el contrato de leasing tiene que durar cinco para poder deducirse de ganancias. Otra ventaja impositiva es que el IVA no se paga al inicio sino que se prorratea con cada canon. Por último, el bien adquirido no estará alcanzado por el impuesto a los bienes personales durante la vigencia del contrato.
2)¿Qué se puede financiar mediante leasing?
Se trata de una herramienta muy dúctil, que permite adquirir vehículos que van desde motos, autos, camiones, camionetas y pick up hasta aviones de flota ejecutiva. Además, permite financiar un amplio abanico de equipos: la enorme rama de equipos industriales, equipos del agro, IT, equipamiento de alta tecnología, servers, computadoras, equipos de telecomunicaciones o softwares.
En otros países del mundo, gana terreno también el leasing inmobiliario, en general de tipo corporativo. Gabriela Tolchinsk señala que se trata en este caso de un instrumento muy beneficioso a nivel impositivo, ya que en un inmueble que puede tener cincuenta años de vida útil, con un leasing de cinco años ya se puede empezar a deducir de Ganancias. Sin embargo, aclara que en el país aún “falta” para establecer el leasing inmobiliario.
4) ¿Cómo se establecen las cuotas?
En cuanto a la estructuración, se trata de un contrato que se establece teniendo en cuenta el tipo de bien del que se trate. Por ejemplo, si un banco le da en leasing computadoras a una universidad, uno puede estructurarlo para que en el verano la cuota que paga la universidad sea más baja, mientras que para una empresa dedicada al transporte turístico durante las vacaciones, se establecen cuotas más altas que es cuando tiene más demanda.
5)¿Cómo sacar el máximo provecho de esta herramienta?
Al final del contrato de leasing se puede tomar la opción de comprar el bien. ¿En qué casos conviene ejercer el derecho de opción de compra? Generalmente, la opción de compra suele ser una cuota baja, teniendo la posibilidad de acceder al bien a través de una cuota más, y lo más común es que el cliente elija hacerlo. Sin embargo, existen bienes que por su desgaste, cuando termina el período de leasing, resulta más conveniente renovarlos.
“Hay bienes, como un tractor, por ejemplo, que uno puede decir: lo quiero seguir usando al finalizar el leasing, porque todavía tiene una gran vida útil. En cambio, si vos tenes, por ejemplo, un leasing de camionetas que van a recorrer 600 u 800 kilómetros por día y van a tener un gran desgaste, no vas a querer conservarlas, vas a elegir recambiar, tener un parque actualizado. Lo mismo puede pasar con computadoras o flotas de autos, que tienen una obsolescencia más alta. En ese caso no se ejerce la opción de compra y se ofrece un leasing con opción de compra más alta, para que tenga sentido que las cuotas sean más bajas y después no compres el bien y se lo devuelvas al dador, que se ocupa de venderlo”, aconseja la ejecutiva de la empresa del grupo Comafi, y apunta que en estos casos la idea es que el cliente recambie y siempre tenga su flota actualizada. Generalmente, en estos casos las empresas suelen optar por ir renovando de a tandas la flota a través de contratos de leasing.
La experiencia de las entidades que hacen leasing ha hecho que puedan especializarse y ofrecer el diferencial de gestionar las mejoras que necesita el tomador. “El leasing tiene un bien detrás, no es una financiación común, te ancla en la materialidad del bien. Entonces, cuanto más te especializas en ese bien mejor servicio brindas. Hoy creo que viene una etapa de mayor valor agregado en la financiación en la que el dador es también un gran resolvedor de los problemas que puedan aparecer”, analiza Tolchinsk. Como ejemplo expone de los autos: se puede gestionar desde seguros y service hasta todo lo que la empresa necesita en su flota de automóviles. Además, surgen alianzas con los proveedores de bienes de capital que hacen que se pueda ofrecer un mejor producto.
Por último, destaca que desde el 2015, con la reforma del Código Civil y Comercial, el leasing está tipificado como un instrumento de compra venta, por lo que todo está dado para que siga creciendo.
Cinco datos a tener en cuenta
Se trata de una herramienta de financiación de bienes de capital que ofrece beneficios impositivos a las empresas, como la deducción de ganancias.Para poder deducir de ganancias la cuota de leasing es necesario que el contrato tenga por lo menos una duración equivalente a la mitad de la vida útil de ese bien.Al finalizar el contrato de leasing se puede acceder a la opción de compra. Dependiendo del bien de que se trate, tendrá o no sentido hacerlo, y para eso es conveniente estructurar el leasing teniendo en cuenta la obsolesencia del bien.Hay una gran diversidad de bienes que pueden adquirirse mediante leasing: autos, camionetas y utilitarios, camiones y acoplados, autoelevadores y maquinaria vial, equipamiento tecnológico y software, maquinaria industrial, aeronaves nuevas o usadas y maquinaria agrícola, entre otros.Las empresas dedicadas al leasing pueden facilitar otros servicios relacionados con la gestión de los bienes.
En los últimos tiempos cobra relevancia el el leasing. Aunque se trata de un instrumento de financiación que ya cuenta con varios años, muchos no lo conocen, y puede ser un gran aliado para adquirir diversos bienes que sumen a la producción. Se trata, en lenguaje sencillo, de una herramienta que permite financiar la incorporación de equipamiento para empresas, pagando un canon periódico por su uso, con la opción de comprarlo al final.
El leasing es una herramienta financiera que se usa en el mundo para adquirir y financiar bienes de capital. Se trata de un herramienta a mediano plazo, tres, cuatro o cinco años dependiendo de cuál es el bien que se adquiere.
“Es como un contrato tripartito, porque como vos en realidad vas a adquirir un bien de capital -que puede ser un auto, una máquina o un equipo médico- hay un proveedor en juego. Entonces, por un lado está el dador, que es la entidad financiera, que en Argentina generalmente es el banco, aunque hay también empresas de leasing independientes”, relata Gabriela Tolchinsk, gerente general e integrante del directorio de la compañía The Capita Corporation del Grupo Comafi y describe el proceso: “el dador le compra al proveedor el auto, la camioneta, el torno, la cosechadora o lo que sea y se lo da en leasing a su cliente, que es el tomador. Entre el dador, que es el banco, y el cliente, que es el tomador, hay un contrato de leasing. El cliente negocia con el proveedor qué quiere, qué modelo, cuánto sale, cómo se lo va a entregar, y el banco lo que hace es seguir la instrucción y pone la orden de compra al proveedor. Cuando el proveedor está listo para entregar el bien, le factura al banco, que es quien le paga. Es decir, entre dador y proveedor hay una compra-venta de un bien. El banco pasa a ser el dueño del bien y se lo da en leasing al cliente en tres, cuatro o cinco años”.
1)¿Por qué elegir leasing en lugar de otras herramientas posibles de financiación o la toma de un crédito?
El leasing ofrece ventajas impositivas muy atractivas. En un principio, el tomador puede deducir las cuotas de leasing como gasto para el Impuesto a las Ganancias.
En este sentido, se trata de una posibilidad muy tentadora para actividades comerciales. La condición para hacerlo, señala la ejecutiva, es que el contrato de leasing tiene que durar la mitad de la vida útil que se calcula para el bien que se adquiere. Es decir, si se trata de un tractor que tiene una vida útil de diez años, el contrato de leasing tiene que durar cinco para poder deducirse de ganancias. Otra ventaja impositiva es que el IVA no se paga al inicio sino que se prorratea con cada canon. Por último, el bien adquirido no estará alcanzado por el impuesto a los bienes personales durante la vigencia del contrato.
2)¿Qué se puede financiar mediante leasing?
Se trata de una herramienta muy dúctil, que permite adquirir vehículos que van desde motos, autos, camiones, camionetas y pick up hasta aviones de flota ejecutiva. Además, permite financiar un amplio abanico de equipos: la enorme rama de equipos industriales, equipos del agro, IT, equipamiento de alta tecnología, servers, computadoras, equipos de telecomunicaciones o softwares.
En otros países del mundo, gana terreno también el leasing inmobiliario, en general de tipo corporativo. Gabriela Tolchinsk señala que se trata en este caso de un instrumento muy beneficioso a nivel impositivo, ya que en un inmueble que puede tener cincuenta años de vida útil, con un leasing de cinco años ya se puede empezar a deducir de Ganancias. Sin embargo, aclara que en el país aún “falta” para establecer el leasing inmobiliario.
4) ¿Cómo se establecen las cuotas?
En cuanto a la estructuración, se trata de un contrato que se establece teniendo en cuenta el tipo de bien del que se trate. Por ejemplo, si un banco le da en leasing computadoras a una universidad, uno puede estructurarlo para que en el verano la cuota que paga la universidad sea más baja, mientras que para una empresa dedicada al transporte turístico durante las vacaciones, se establecen cuotas más altas que es cuando tiene más demanda.
5)¿Cómo sacar el máximo provecho de esta herramienta?
Al final del contrato de leasing se puede tomar la opción de comprar el bien. ¿En qué casos conviene ejercer el derecho de opción de compra? Generalmente, la opción de compra suele ser una cuota baja, teniendo la posibilidad de acceder al bien a través de una cuota más, y lo más común es que el cliente elija hacerlo. Sin embargo, existen bienes que por su desgaste, cuando termina el período de leasing, resulta más conveniente renovarlos.
“Hay bienes, como un tractor, por ejemplo, que uno puede decir: lo quiero seguir usando al finalizar el leasing, porque todavía tiene una gran vida útil. En cambio, si vos tenes, por ejemplo, un leasing de camionetas que van a recorrer 600 u 800 kilómetros por día y van a tener un gran desgaste, no vas a querer conservarlas, vas a elegir recambiar, tener un parque actualizado. Lo mismo puede pasar con computadoras o flotas de autos, que tienen una obsolescencia más alta. En ese caso no se ejerce la opción de compra y se ofrece un leasing con opción de compra más alta, para que tenga sentido que las cuotas sean más bajas y después no compres el bien y se lo devuelvas al dador, que se ocupa de venderlo”, aconseja la ejecutiva de la empresa del grupo Comafi, y apunta que en estos casos la idea es que el cliente recambie y siempre tenga su flota actualizada. Generalmente, en estos casos las empresas suelen optar por ir renovando de a tandas la flota a través de contratos de leasing.
La experiencia de las entidades que hacen leasing ha hecho que puedan especializarse y ofrecer el diferencial de gestionar las mejoras que necesita el tomador. “El leasing tiene un bien detrás, no es una financiación común, te ancla en la materialidad del bien. Entonces, cuanto más te especializas en ese bien mejor servicio brindas. Hoy creo que viene una etapa de mayor valor agregado en la financiación en la que el dador es también un gran resolvedor de los problemas que puedan aparecer”, analiza Tolchinsk. Como ejemplo expone de los autos: se puede gestionar desde seguros y service hasta todo lo que la empresa necesita en su flota de automóviles. Además, surgen alianzas con los proveedores de bienes de capital que hacen que se pueda ofrecer un mejor producto.
Por último, destaca que desde el 2015, con la reforma del Código Civil y Comercial, el leasing está tipificado como un instrumento de compra venta, por lo que todo está dado para que siga creciendo.
Cinco datos a tener en cuenta
Se trata de una herramienta de financiación de bienes de capital que ofrece beneficios impositivos a las empresas, como la deducción de ganancias.Para poder deducir de ganancias la cuota de leasing es necesario que el contrato tenga por lo menos una duración equivalente a la mitad de la vida útil de ese bien.Al finalizar el contrato de leasing se puede acceder a la opción de compra. Dependiendo del bien de que se trate, tendrá o no sentido hacerlo, y para eso es conveniente estructurar el leasing teniendo en cuenta la obsolesencia del bien.Hay una gran diversidad de bienes que pueden adquirirse mediante leasing: autos, camionetas y utilitarios, camiones y acoplados, autoelevadores y maquinaria vial, equipamiento tecnológico y software, maquinaria industrial, aeronaves nuevas o usadas y maquinaria agrícola, entre otros.Las empresas dedicadas al leasing pueden facilitar otros servicios relacionados con la gestión de los bienes. Todo lo que hay que saber sobre esta herramienta que permite, entre otras ventajas, acceder a menor carga impositiva LA NACION