Cocinas del mundo: el barrio que ofrece platos de diversos países en unas pocas cuadras
Comer arrollados nem como en Vietnam, dumplings como Hong Kong, y transportarse a una barra cebichera limeña sin salir de Buenos Aires es posible, con las novedosas propuestas de Belgrano -la zona lindante con Av. del Libertador y Av. Congreso-, pegado al Barrio Chino y en la frontera con Nuñez. Allí se concentran viajeros frecuentes y buenos paladares para transportarse con los sentidos y creerse del otro lado del mundo con solo saborear un plato.
Barra Chalaca (Montañeses 2599, esquina Roosevelt)
Una de las inauguraciones de fin de 2024, Barra Chalaca, es la propuesta informal de Gastón Acurio, el mismo de La Mar y de Tanta. Con locales en Perú, Chile y Colombia, apuesta por el street food peruano, con cebiches (con “b”, como le gusta escribir a Acurio), causas, sándwiches, arroces y platos típicos de la cocina andina. Apto para comer solos en la barra, en citas o en grupos de amigos o familia.
Hong Kong Style (Montañeses 2574)
El histórico restaurante del Barrio Chino reabrió en nueva locación, cruzando la avenida Monroe. Y ahora, en manos del joven Walter Liu, se dedica a ofrecer “comida tradicional hongkonesa”. Lugar de culto, se maneja con reservas y permite deleitarse con platos que hacen viajar con los sentidos. Dumplings, tortilla de nabo (lo ba kou) o sopa agripicante. De martes a sábados de 20 a 23:30
Shimada Omakase (Franklin D. Roosevelt 1806, 1° piso)
Con la tradición del Japón, el itamae Takeshi Shimada es quien guía a lo largo de su omakase. Con este sistema, donde el chef propone los platos con los mejores ingredientes del día, los comensales se abstraen del tiempo, comen sushi y distintos platos japoneses en la barra, con su atención personalizada.
Mixtape (Franklin D. Roosevelt 1806, 1° piso)
Pegado a Shimada Omakase, en el primer piso de Haiku, se encuentra un bar kissa, como se llama a este estilo de lugares japoneses. Con la música como protagonista, se lucen los vinilos, CDs y playlists junto a una gran barra y terraza para disfrutar de cócteles con el sello de Pablo Pignatta.
Sachi (Franklin D. Roosevelt 1702)
La moda de los handrolls llegó a Buenos Aires con esta barra descontracturada donde disfrutar de distintas variedades de sushi. Hay opciones de handrolls y de nigiri, con una audaz combinación de ingredientes. La modalidad es en barra y sin reservas. Martes, noche. De miércoles a domingos, desde el mediodía hasta la medianoche.
Ăn (Blanco Encalada 1402)
Un viet bistró en la esquina de Blanco Encalada y Migueletes. Para disfrutar de distintas opciones del clásico sándwich banh mi, ensaladas con fideos de arroz y riquísimos arrollados nem. Con sabores auténticos, es apto para paladares exigentes y completa la apuesta con una propuesta cafetera.
Corte Comedor (Olazábal 1391)
Con materia prima de primera calidad, en Corte Comedor se especializan en carnes maduradas. Una de las parrillas más recomendadas por locales y turistas, para ir por un matambrito, ojo de bife, chinchulines o un tomahawk. Cuentan con embutidos y charcutería caseros y un flan casero que es otra de sus grandes atracciones.
Aire Libre (Av. del Libertador 6327)
Con sus “platos y platitos porteños”, ofrece un mix de gastronomía argentina. Están quienes van directo por un Don Pedro, un flan mixto o una torta vasca, o se dejan tentar por platos como lengua a la vinagreta, empanada de humita al horno de barro, entraña o rabas con alioli provenzal. También hay milanesa de lomo y pastel de papas de hongos grillados, ente otros.
Baja América (O’Higgins 3424)
Un bonus track, cruzando apenas la frontera con Núñez, es la propuesta latinoamericana del mexicano Antonio Bautista. Menú por pasos, con platos internacionales donde resaltan la identidad latina (como su pato con mole de membrillo o los dumplings con caldo de frijol negro y epazote). Todo maridado por buenos vinos de la mano del sommelier Freddy Morales.
Kōnā Corner (Castañeda 1899)
Recomendado por la Guía Michelin 2024, el restaurante japonés de Narda Lepes e Inés de los Santos ofrece un mix entre gastronomía japonesa y nikkei. Ofrecen clásicos como calamar butter shoyu, tempura, tonkatsu o gyoza, además de sushi. Todo acompañado de cócteles o sake.
Togni’s (Blanco Encalada 1665)
Como las de Nueva York, pero en Belgrano: las pizzas del chef Máximo Togni se convirtieron en un clásico del barrio. Preparadas con masa madre y harina orgánica, llevan toppings que las hacen deliciosas y variadas. Desde mozzarella, pepperoni (de elaboración propia) y jalapeños, a la opción vegana, de queso de cajú y vegetales asados. Para pedir enteras o por porción.
Pizza Paradiso (Sucre 1302)
Con el sello de Donato De Santis, es ideal para quienes buscan sentirse como en Italia, con pizzas (como la polpetine, con albóndigas de carne al sugo, o la imbattible, con bocconcini de mozzarella) y delicias como arancini, aceitunas rellenas, o panini con mortadella, pistachos, stracciatella y pesto. A la hora del postre, la pizza dolce mini, con nutella, marroc y pistacho, es la más buscada.
Comer arrollados nem como en Vietnam, dumplings como Hong Kong, y transportarse a una barra cebichera limeña sin salir de Buenos Aires es posible, con las novedosas propuestas de Belgrano -la zona lindante con Av. del Libertador y Av. Congreso-, pegado al Barrio Chino y en la frontera con Nuñez. Allí se concentran viajeros frecuentes y buenos paladares para transportarse con los sentidos y creerse del otro lado del mundo con solo saborear un plato.
Barra Chalaca (Montañeses 2599, esquina Roosevelt)
Una de las inauguraciones de fin de 2024, Barra Chalaca, es la propuesta informal de Gastón Acurio, el mismo de La Mar y de Tanta. Con locales en Perú, Chile y Colombia, apuesta por el street food peruano, con cebiches (con “b”, como le gusta escribir a Acurio), causas, sándwiches, arroces y platos típicos de la cocina andina. Apto para comer solos en la barra, en citas o en grupos de amigos o familia.
Hong Kong Style (Montañeses 2574)
El histórico restaurante del Barrio Chino reabrió en nueva locación, cruzando la avenida Monroe. Y ahora, en manos del joven Walter Liu, se dedica a ofrecer “comida tradicional hongkonesa”. Lugar de culto, se maneja con reservas y permite deleitarse con platos que hacen viajar con los sentidos. Dumplings, tortilla de nabo (lo ba kou) o sopa agripicante. De martes a sábados de 20 a 23:30
Shimada Omakase (Franklin D. Roosevelt 1806, 1° piso)
Con la tradición del Japón, el itamae Takeshi Shimada es quien guía a lo largo de su omakase. Con este sistema, donde el chef propone los platos con los mejores ingredientes del día, los comensales se abstraen del tiempo, comen sushi y distintos platos japoneses en la barra, con su atención personalizada.
Mixtape (Franklin D. Roosevelt 1806, 1° piso)
Pegado a Shimada Omakase, en el primer piso de Haiku, se encuentra un bar kissa, como se llama a este estilo de lugares japoneses. Con la música como protagonista, se lucen los vinilos, CDs y playlists junto a una gran barra y terraza para disfrutar de cócteles con el sello de Pablo Pignatta.
Sachi (Franklin D. Roosevelt 1702)
La moda de los handrolls llegó a Buenos Aires con esta barra descontracturada donde disfrutar de distintas variedades de sushi. Hay opciones de handrolls y de nigiri, con una audaz combinación de ingredientes. La modalidad es en barra y sin reservas. Martes, noche. De miércoles a domingos, desde el mediodía hasta la medianoche.
Ăn (Blanco Encalada 1402)
Un viet bistró en la esquina de Blanco Encalada y Migueletes. Para disfrutar de distintas opciones del clásico sándwich banh mi, ensaladas con fideos de arroz y riquísimos arrollados nem. Con sabores auténticos, es apto para paladares exigentes y completa la apuesta con una propuesta cafetera.
Corte Comedor (Olazábal 1391)
Con materia prima de primera calidad, en Corte Comedor se especializan en carnes maduradas. Una de las parrillas más recomendadas por locales y turistas, para ir por un matambrito, ojo de bife, chinchulines o un tomahawk. Cuentan con embutidos y charcutería caseros y un flan casero que es otra de sus grandes atracciones.
Aire Libre (Av. del Libertador 6327)
Con sus “platos y platitos porteños”, ofrece un mix de gastronomía argentina. Están quienes van directo por un Don Pedro, un flan mixto o una torta vasca, o se dejan tentar por platos como lengua a la vinagreta, empanada de humita al horno de barro, entraña o rabas con alioli provenzal. También hay milanesa de lomo y pastel de papas de hongos grillados, ente otros.
Baja América (O’Higgins 3424)
Un bonus track, cruzando apenas la frontera con Núñez, es la propuesta latinoamericana del mexicano Antonio Bautista. Menú por pasos, con platos internacionales donde resaltan la identidad latina (como su pato con mole de membrillo o los dumplings con caldo de frijol negro y epazote). Todo maridado por buenos vinos de la mano del sommelier Freddy Morales.
Kōnā Corner (Castañeda 1899)
Recomendado por la Guía Michelin 2024, el restaurante japonés de Narda Lepes e Inés de los Santos ofrece un mix entre gastronomía japonesa y nikkei. Ofrecen clásicos como calamar butter shoyu, tempura, tonkatsu o gyoza, además de sushi. Todo acompañado de cócteles o sake.
Togni’s (Blanco Encalada 1665)
Como las de Nueva York, pero en Belgrano: las pizzas del chef Máximo Togni se convirtieron en un clásico del barrio. Preparadas con masa madre y harina orgánica, llevan toppings que las hacen deliciosas y variadas. Desde mozzarella, pepperoni (de elaboración propia) y jalapeños, a la opción vegana, de queso de cajú y vegetales asados. Para pedir enteras o por porción.
Pizza Paradiso (Sucre 1302)
Con el sello de Donato De Santis, es ideal para quienes buscan sentirse como en Italia, con pizzas (como la polpetine, con albóndigas de carne al sugo, o la imbattible, con bocconcini de mozzarella) y delicias como arancini, aceitunas rellenas, o panini con mortadella, pistachos, stracciatella y pesto. A la hora del postre, la pizza dolce mini, con nutella, marroc y pistacho, es la más buscada.
Con una barra cebichera, un viet bistro y un omakase japonés, una zona de Belgrano concentra la mejor gastronomía internacional LA NACION