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En el país: ya está disponible una vacuna contra la bronquiolitis para recién nacidos y bebés de hasta un año

Son buenas noticias, justo antes de la llegada del frío: una vacuna contra el virus que causa la mayor cantidad de internaciones en lactantes durante el otoño y el invierno empieza a estar disponible en la Argentina. Se trata del anticuerpo monoclonal nirsemivab para prevenir el virus sincicial respiratorio (VSR) en bebés, responsable de un tercio de las muertes en menores de un año. El inmunizante había sido aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en diciembre de 2023, pero recién ahora comienza a ofrecerse en los vacunatorios locales.

Se trata de una vacuna que se les inyecta en el muslo a los recién nacidos, y en determinados casos a bebes de hasta dos años, y se suma a otro anticuerpo destinado a mujeres embarazadas, que había sido incorporado al calendario oficial a fines de 2023. El nuevo producto disponible en la Argentina, elaborado por el laboratorio Sanofi, está destinada a los bebés que no fueron alcanzados con esa estrategia de inmunización materna.

El suero tiene un valor inicial de unos 715.000 pesos, y tendrá cobertura de las prepagas para los bebés, dependiendo de los planes, según el laboratorio productor. No figura en el calendario oficial de vacunación, ya que técnicamente no es una vacuna, se explica. ¿Qué diferencia hay entre un anticuerpo monoclonal y una vacuna? La misma fuente aclara que nirsevimab es un anticuerpo monoclonal para la inmunoprofilaxis pasiva frente a la enfermedad grave por VSR: se une al virus y evita que este se fusione con las células de las vías respiratorias; por eso, genera una protección inmediatamente desde el momento de la administración. En cambio, una vacuna estimula el sistema inmune de la persona a la que se aplica para que produzca, a los 10-14 días, anticuerpos frente al microorganismo, lo que se denomina inmunización activa.

Cabe recordar que la bronquiolitis, la enfermedad que genera el VSR, es la principal causa de internaciones, neumonías y muertes por enfermedades infecciosas entre los lactantes, así como de hospitalizaciones en bebés y niños pequeños en todo el mundo. Ocasiona epidemias estacionales cada año, con casi 33 millones de infecciones y cerca de 3,6 millones de hospitalizaciones a nivel mundial.

El VSR ocasiona epidemias estacionales cada año, con casi 33 millones de infecciones y cerca de 3,6 millones de hospitalizaciones a nivel mundial

En nuestro país, se registran anualmente entre 250.000 y 300.000 casos de infecciones por VSR y es la primera causa de bronquiolitis y neumonía en niños. El virus provoca una infección respiratoria que puede afectar a cualquier niño, incluyendo también a bebés sanos. En las internaciones, el promedio de edad es de entre 6 y 7 meses”, señala Fernando Burgos, médico pediatra, jefe de la sección ambulatoria del Hospital Austral y miembro del Departamento Científico de la Fundación Vacunar.

Para dimensionar el impacto que el VSR genera año tras año, dos de cada tres lactantes se infectan con este virus durante su primer año de vida y, si bien los síntomas pueden ser leves y similares al resfrío, la infección puede progresar inesperadamente a una enfermedad pulmonar más severa; de hecho, como se dijo, produce un tercio de las muertes en menores de un año.

La enfermedad por VSR es impredecible, cualquier lactante puede enfermarse seriamente y ser hospitalizado debido al VSR. “Durante los meses de frío, es habitual que las guardias y las camas de internación estén saturadas en centros de salud por causa de estas infecciones respiratorias en los más pequeños. En ese sentido, la llegada de herramientas preventivas es una gran noticia, ya que hasta hace poco tiempo no contábamos con inmunizaciones contra este virus”, sostuvo Burgos.

“El virus sincicial es un estresor directo, generando la enfermedad, y también indirecto, porque una familia que tiene un hijo internado sufre una disrupción significativa. Además, la infección por VSR puede tener consecuencias a largo plazo. Algunos niños que la padecen pueden desarrollar problemas respiratorios recurrentes, como bronquitis obstructiva, o incluso asma”, agregó.

Vanesa Castellano, médica especialista en pediatría, staff del área de epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y directora médica del Departamento Científico de la Fundación Vacunar, destacó: “Después de décadas de investigación, se están poniendo a disposición nuevas soluciones de inmunización contra el VSR. Una de ellas es la vacunación materna y, para los niños no protegidos por esta estrategia, la novedad es que ya está disponible en la Argentina nirsevimab, un anticuerpo de acción prolongada que brinda protección rápida y directa con una única dosis para la prevención”, explica.

El anticuerpo se inocula en la parte externa del muslo del niño

El anticuerpo puede ser aplicado a los recién nacidos y a los menores de 12 meses que enfrentan su primera temporada de VSR, que en el país va de abril a septiembre, incluidos los recién nacidos sanos, a término o prematuros, o con condiciones médicas específicas. También puede ser utilizado para niños de hasta 24 meses que siguen siendo vulnerables a la enfermedad grave por VSR hasta su segunda temporada.

“Este anticuerpo, que ya protege a bebés en más de 20 países, demostró un muy buen perfil de seguridad en los diferentes grupos etarios y permitió lograr una reducción de las hospitalizaciones cercana al 80%, lo que representa un gran avance en la disminución de complicaciones por esta infección. Al ser un anticuerpo, con una inyección el bebe está protegido poco tiempo después de recibir la inmunización y puede ser administrado junto con otras vacunas pediátricas”, apunta Castellano.

La introducción del anticuerpo como alternativa de prevención en otros países tuvo un impacto significativo en la reducción de hospitalizaciones por VSR en lactantes. Estudios recientes en España, por ejemplo, estiman que ayudó a prevenir aproximadamente 9900 hospitalizaciones en niños menores de un año durante la temporada 2023-2024.

El respaldo a la vacuna

En septiembre 2024 se publicó un documento intersocietario sobre la prevención del VSR, del que participaron la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la Sociedad Argentina de Infectología (Sadip), la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (Fasgo) y la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (Sogiba), entre otras instituciones.

“Estas recomendaciones destacan la importancia de la prevención del VSR con una estrategia que incluya, además de la vacunación materna, el uso de anticuerpos para cubrir a todos aquellos niños no protegidos con esa estrategia y que están en riesgo durante su primera temporada. Es decir, los nacidos antes del inicio de la temporada de circulación del virus, los nacidos pretérmino y los nacidos en temporada de madres que no fueron vacunadas o madres vacunadas cuyos bebés nacieron antes de los 14 días de la vacunación, y también los menores de dos años que estén dentro de los grupos de riesgo”, señaló Castellano. “Es necesario integrar las estrategias disponibles para maximizar la protección de los niños contra el VSR”, sentenció.

Hay que recordar que, en diciembre de 2023, la Argentina se convirtió en uno de los primeros países del mundo en incorporar la vacuna RSVpreF al calendario nacional, destinada a mujeres embarazadas. A partir de marzo 2024, se comenzó a administrar en todo el territorio nacional para reducir la carga de enfermedades relacionadas con el VSR en lactantes. La cobertura de la vacuna no fue tan alta: solo el 62% de las embarazadas que la tenían indicada se la aplicaron. En noviembre último, la vacuna aprobó la fase 4, que es la etapa en la que se evalúa la efectividad en la población real. Así, mediante un seguimiento de los bebés que habían sido inmunizados de forma intrauterina (la madre recibe la vacuna durante el embarazo), tuvieron menos cuadros graves de bronquiolitis durante el invierno y también menos internaciones hospitalarias que aquellos que no recibieron el suero. Se espera que a partir de la aprobación de la fase 4, más mujeres y obstetras se animen a indicarla.

En Argentina, la circulación del virus es estacional, alcanzando su pico de abril a septiembre. Los síntomas de infección respiratoria aguda son rinitis, tos, dificultad para respirar, sibilancias (silbido al respirar) y en ocasiones, fiebre. Por eso, ante cualquiera de estos síntomas en niños pequeños, es importante realizar una consulta médica.

Son buenas noticias, justo antes de la llegada del frío: una vacuna contra el virus que causa la mayor cantidad de internaciones en lactantes durante el otoño y el invierno empieza a estar disponible en la Argentina. Se trata del anticuerpo monoclonal nirsemivab para prevenir el virus sincicial respiratorio (VSR) en bebés, responsable de un tercio de las muertes en menores de un año. El inmunizante había sido aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en diciembre de 2023, pero recién ahora comienza a ofrecerse en los vacunatorios locales.

Se trata de una vacuna que se les inyecta en el muslo a los recién nacidos, y en determinados casos a bebes de hasta dos años, y se suma a otro anticuerpo destinado a mujeres embarazadas, que había sido incorporado al calendario oficial a fines de 2023. El nuevo producto disponible en la Argentina, elaborado por el laboratorio Sanofi, está destinada a los bebés que no fueron alcanzados con esa estrategia de inmunización materna.

El suero tiene un valor inicial de unos 715.000 pesos, y tendrá cobertura de las prepagas para los bebés, dependiendo de los planes, según el laboratorio productor. No figura en el calendario oficial de vacunación, ya que técnicamente no es una vacuna, se explica. ¿Qué diferencia hay entre un anticuerpo monoclonal y una vacuna? La misma fuente aclara que nirsevimab es un anticuerpo monoclonal para la inmunoprofilaxis pasiva frente a la enfermedad grave por VSR: se une al virus y evita que este se fusione con las células de las vías respiratorias; por eso, genera una protección inmediatamente desde el momento de la administración. En cambio, una vacuna estimula el sistema inmune de la persona a la que se aplica para que produzca, a los 10-14 días, anticuerpos frente al microorganismo, lo que se denomina inmunización activa.

Cabe recordar que la bronquiolitis, la enfermedad que genera el VSR, es la principal causa de internaciones, neumonías y muertes por enfermedades infecciosas entre los lactantes, así como de hospitalizaciones en bebés y niños pequeños en todo el mundo. Ocasiona epidemias estacionales cada año, con casi 33 millones de infecciones y cerca de 3,6 millones de hospitalizaciones a nivel mundial.

El VSR ocasiona epidemias estacionales cada año, con casi 33 millones de infecciones y cerca de 3,6 millones de hospitalizaciones a nivel mundial

En nuestro país, se registran anualmente entre 250.000 y 300.000 casos de infecciones por VSR y es la primera causa de bronquiolitis y neumonía en niños. El virus provoca una infección respiratoria que puede afectar a cualquier niño, incluyendo también a bebés sanos. En las internaciones, el promedio de edad es de entre 6 y 7 meses”, señala Fernando Burgos, médico pediatra, jefe de la sección ambulatoria del Hospital Austral y miembro del Departamento Científico de la Fundación Vacunar.

Para dimensionar el impacto que el VSR genera año tras año, dos de cada tres lactantes se infectan con este virus durante su primer año de vida y, si bien los síntomas pueden ser leves y similares al resfrío, la infección puede progresar inesperadamente a una enfermedad pulmonar más severa; de hecho, como se dijo, produce un tercio de las muertes en menores de un año.

La enfermedad por VSR es impredecible, cualquier lactante puede enfermarse seriamente y ser hospitalizado debido al VSR. “Durante los meses de frío, es habitual que las guardias y las camas de internación estén saturadas en centros de salud por causa de estas infecciones respiratorias en los más pequeños. En ese sentido, la llegada de herramientas preventivas es una gran noticia, ya que hasta hace poco tiempo no contábamos con inmunizaciones contra este virus”, sostuvo Burgos.

“El virus sincicial es un estresor directo, generando la enfermedad, y también indirecto, porque una familia que tiene un hijo internado sufre una disrupción significativa. Además, la infección por VSR puede tener consecuencias a largo plazo. Algunos niños que la padecen pueden desarrollar problemas respiratorios recurrentes, como bronquitis obstructiva, o incluso asma”, agregó.

Vanesa Castellano, médica especialista en pediatría, staff del área de epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y directora médica del Departamento Científico de la Fundación Vacunar, destacó: “Después de décadas de investigación, se están poniendo a disposición nuevas soluciones de inmunización contra el VSR. Una de ellas es la vacunación materna y, para los niños no protegidos por esta estrategia, la novedad es que ya está disponible en la Argentina nirsevimab, un anticuerpo de acción prolongada que brinda protección rápida y directa con una única dosis para la prevención”, explica.

El anticuerpo se inocula en la parte externa del muslo del niño

El anticuerpo puede ser aplicado a los recién nacidos y a los menores de 12 meses que enfrentan su primera temporada de VSR, que en el país va de abril a septiembre, incluidos los recién nacidos sanos, a término o prematuros, o con condiciones médicas específicas. También puede ser utilizado para niños de hasta 24 meses que siguen siendo vulnerables a la enfermedad grave por VSR hasta su segunda temporada.

“Este anticuerpo, que ya protege a bebés en más de 20 países, demostró un muy buen perfil de seguridad en los diferentes grupos etarios y permitió lograr una reducción de las hospitalizaciones cercana al 80%, lo que representa un gran avance en la disminución de complicaciones por esta infección. Al ser un anticuerpo, con una inyección el bebe está protegido poco tiempo después de recibir la inmunización y puede ser administrado junto con otras vacunas pediátricas”, apunta Castellano.

La introducción del anticuerpo como alternativa de prevención en otros países tuvo un impacto significativo en la reducción de hospitalizaciones por VSR en lactantes. Estudios recientes en España, por ejemplo, estiman que ayudó a prevenir aproximadamente 9900 hospitalizaciones en niños menores de un año durante la temporada 2023-2024.

El respaldo a la vacuna

En septiembre 2024 se publicó un documento intersocietario sobre la prevención del VSR, del que participaron la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la Sociedad Argentina de Infectología (Sadip), la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (Fasgo) y la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (Sogiba), entre otras instituciones.

“Estas recomendaciones destacan la importancia de la prevención del VSR con una estrategia que incluya, además de la vacunación materna, el uso de anticuerpos para cubrir a todos aquellos niños no protegidos con esa estrategia y que están en riesgo durante su primera temporada. Es decir, los nacidos antes del inicio de la temporada de circulación del virus, los nacidos pretérmino y los nacidos en temporada de madres que no fueron vacunadas o madres vacunadas cuyos bebés nacieron antes de los 14 días de la vacunación, y también los menores de dos años que estén dentro de los grupos de riesgo”, señaló Castellano. “Es necesario integrar las estrategias disponibles para maximizar la protección de los niños contra el VSR”, sentenció.

Hay que recordar que, en diciembre de 2023, la Argentina se convirtió en uno de los primeros países del mundo en incorporar la vacuna RSVpreF al calendario nacional, destinada a mujeres embarazadas. A partir de marzo 2024, se comenzó a administrar en todo el territorio nacional para reducir la carga de enfermedades relacionadas con el VSR en lactantes. La cobertura de la vacuna no fue tan alta: solo el 62% de las embarazadas que la tenían indicada se la aplicaron. En noviembre último, la vacuna aprobó la fase 4, que es la etapa en la que se evalúa la efectividad en la población real. Así, mediante un seguimiento de los bebés que habían sido inmunizados de forma intrauterina (la madre recibe la vacuna durante el embarazo), tuvieron menos cuadros graves de bronquiolitis durante el invierno y también menos internaciones hospitalarias que aquellos que no recibieron el suero. Se espera que a partir de la aprobación de la fase 4, más mujeres y obstetras se animen a indicarla.

En Argentina, la circulación del virus es estacional, alcanzando su pico de abril a septiembre. Los síntomas de infección respiratoria aguda son rinitis, tos, dificultad para respirar, sibilancias (silbido al respirar) y en ocasiones, fiebre. Por eso, ante cualquiera de estos síntomas en niños pequeños, es importante realizar una consulta médica.

 Había sido aprobada por la Anmat en 2023; se aplica una única dosis y viene a complementar la estrategia de inmunización de embarazadas contra el virus sincicial respiratorio  LA NACION

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