El nuevo crucero de lujo que recorrerá las aguas heladas del extremo norte y que esconde un secreto

En un contexto donde la industria turística se enfrenta al desafío de repensar su impacto ambiental, una nueva propuesta busca marcar un nuevo camino al cambiar las reglas del juego. Se trata del Captain Artic, un crucero de lujo concebido para recorrer las frías y remotas aguas del Ártico sin emisiones contaminantes y con un diseño que prioriza la sostenibilidad, pero sin renunciar al confort.
El barco, de 70 metros de eslora fue desarrollado como una nave de exploración capaz de albergar a apenas 36 pasajeros en suites dobles, atendidos por una tripulación de 24 personas. Tiene la particularidad que su velocidad de crucero será más baja que la habitual en este tipo de embarcaciones, no solo con el objetivo de minimizar el consumo energético, sino también para favorecer una contemplación más serena del entorno natural, según definieron desde la compañía.
Este es el auto que más bajó su precio en abril 2025
Uno de los aspectos más llamativos del Captain Artic son sus cinco velas retráctiles integradas en mástiles de 35 metros de altura, los cuales están revestidos con paneles solares. Estos dispositivos, que en conjunto suman 2000 metros cuadrados de superficie, permiten aprovechar al máximo la energía solar incluso en latitudes extremas.
A este sistema se suma un innovador aprovechamiento de las corrientes marinas. Las turbinas del barco funcionan también como generadores hidráulicos, transformando el movimiento del agua en energía útil para el funcionamiento del buque.
Según sus desarrolladores, esta arquitectura permite reducir hasta en un 90% las emisiones de carbono en comparación con un crucero convencional de características similares, y en algunos casos, alcanzar una operación prácticamente libre de emisiones.
El barco también apuesta por una autonomía avanzada: produce su propia agua potable mediante ósmosis inversa y está equipado con una caldera alimentada por pellets de residuos de madera para mantener la calefacción en zonas de frío extremo. A su vez, incluye un digestor de residuos orgánicos y un sistema de tratamiento de aguas negras y grises que permite reutilizarlas de forma segura para procesos técnicos a bordo.
Detrás del proyecto se encuentra la empresa Selar, que será la encargada de operar las expediciones en esta embarcación de diseño futurista. Las travesías —de entre siete y trece días— comenzarán a partir de noviembre de 2026 y tendrán como destinos principales las regiones árticas de Noruega, el archipiélago de Svalbard y Groenlandia.
La experiencia promete combinar aventura, contemplación y bienestar: a bordo habrá gimnasio, sauna con vistas panorámicas, salones vidriados, propuestas gastronómicas basadas en ingredientes locales y actividades como navegación sobre hielo, pesca con el chef, yoga, avisaje de ballenas y auroras boreales. Todo, bajo la consigna de disfrutar del Ártico sin dejar un rastro perjudicial para el planeta.
En un contexto donde la industria turística se enfrenta al desafío de repensar su impacto ambiental, una nueva propuesta busca marcar un nuevo camino al cambiar las reglas del juego. Se trata del Captain Artic, un crucero de lujo concebido para recorrer las frías y remotas aguas del Ártico sin emisiones contaminantes y con un diseño que prioriza la sostenibilidad, pero sin renunciar al confort.
El barco, de 70 metros de eslora fue desarrollado como una nave de exploración capaz de albergar a apenas 36 pasajeros en suites dobles, atendidos por una tripulación de 24 personas. Tiene la particularidad que su velocidad de crucero será más baja que la habitual en este tipo de embarcaciones, no solo con el objetivo de minimizar el consumo energético, sino también para favorecer una contemplación más serena del entorno natural, según definieron desde la compañía.
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Uno de los aspectos más llamativos del Captain Artic son sus cinco velas retráctiles integradas en mástiles de 35 metros de altura, los cuales están revestidos con paneles solares. Estos dispositivos, que en conjunto suman 2000 metros cuadrados de superficie, permiten aprovechar al máximo la energía solar incluso en latitudes extremas.
A este sistema se suma un innovador aprovechamiento de las corrientes marinas. Las turbinas del barco funcionan también como generadores hidráulicos, transformando el movimiento del agua en energía útil para el funcionamiento del buque.
Según sus desarrolladores, esta arquitectura permite reducir hasta en un 90% las emisiones de carbono en comparación con un crucero convencional de características similares, y en algunos casos, alcanzar una operación prácticamente libre de emisiones.
El barco también apuesta por una autonomía avanzada: produce su propia agua potable mediante ósmosis inversa y está equipado con una caldera alimentada por pellets de residuos de madera para mantener la calefacción en zonas de frío extremo. A su vez, incluye un digestor de residuos orgánicos y un sistema de tratamiento de aguas negras y grises que permite reutilizarlas de forma segura para procesos técnicos a bordo.
Detrás del proyecto se encuentra la empresa Selar, que será la encargada de operar las expediciones en esta embarcación de diseño futurista. Las travesías —de entre siete y trece días— comenzarán a partir de noviembre de 2026 y tendrán como destinos principales las regiones árticas de Noruega, el archipiélago de Svalbard y Groenlandia.
La experiencia promete combinar aventura, contemplación y bienestar: a bordo habrá gimnasio, sauna con vistas panorámicas, salones vidriados, propuestas gastronómicas basadas en ingredientes locales y actividades como navegación sobre hielo, pesca con el chef, yoga, avisaje de ballenas y auroras boreales. Todo, bajo la consigna de disfrutar del Ártico sin dejar un rastro perjudicial para el planeta.
Con una capacidad para apenas 36 pasajeros, este yate de expedición busca ofrecer una experiencia de lujo sin dejar huella ambiental; qué características tiene y cuándo zarpará LA NACION