No es solo estética: los hábitos que pueden estar afectando tu salud sin que lo sepas

Desde videos con miles de vistas hasta libros y publicaciones en redes sociales, se volvieron virales los contenidos que atribuyen a una mala postura lingual consecuencias que van desde alteraciones dentales hasta trastornos del sueño, cefaleas y malestares posturales. Este fenómeno −que incluye diversas ramas profesionales como la odontología, pediatría, cirugía maxilofacial, neurólogos y también psicopedagogos, entre varias otras especializaciones− plantea interrogantes sobre hasta qué punto el discurso virtual es capaz de simplificar procesos complejos del cuerpo humano.
Algunos incluso llegan a afirmar que hacer ejercicios para cambiar la posición de la lengua puede hacer que se vuelvan más atractivos. Este es el caso del tiktokero Oscar Patel quien en un video le dice a sus casi 200 mil seguidores que deben desarrollar una buena mordida no solo por motivos de salud sino también para desarrollar un perfil más estético.
De lo que él habla es en verdad de la Terapia Miofuncional (TMF), definida por el Instituto de Rehabilitación Neurológica de España (IRENEA) como “el conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución y en el habla, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de la estética de un paciente”.
Natalia Rosero (M.P. 37176), especialista en ortodoncia y directora de la clínica Odonto Palermo, explica que los pacientes que suelen necesitar este tipo de terapia son aquellos que presentan: problemas relacionados con la deglución y/o masticación; malos hábitos orales como, por ejemplo, la succión del dedo, de los labios o el uso prolongado de chupetes o biberones en niños −que pueden alterar el desarrollo de los músculos orales y la estructura facial−; dificultades para respirar como quienes lo hacen por la boca en vez de la nariz y pueden desarrollar problemas como mal aliento, apneas de sueño y dificultades para dormir; problemas en la articulación del habla; trastornos de la postura facial, como tener una postura incorrecta de la mandíbula, lo que puede afectar tanto la estética como la función; y cualquier trastorno, síndrome, traumatismo y /o enfermedad en el que la funcionalidad de la musculatura orofacial se vea comprometida, explica.
Pero previo a desarrollar más la TMF es esencial hablar del sistema orofacial: aquel que se compone de los órganos musculares y bases óseas encargadas de funciones básicas como hablar, respirar, deglutir, hacer expresiones o mover la lengua, entre otros. Es gracias a los estímulos o señales que se emanan desde el sistema nervioso central que los músculos orofaciales pueden ejecutar las funciones mencionadas.
Cuando acontecen fallas en la comunicación de ambos sistemas toma protagonismo la terapia miofuncional para, en palabras de la Dra. Rosero, corregir las disfunciones que afectan a la calidad de vida de una persona.
“Para cerciorarse de que el tratamiento sea el correcto e intervengan los profesionales indicados, al paciente se le hace un análisis funcional para evaluar la tonicidad, la movilidad y la coordinación muscular de toda esa zona”, explica Pablo Cohen (M.N. 21204), médico odontólogo de la Estética Dental homónima. Asimismo, añade que el rol de un fonoaudiólogo pasa a ser central en esta terapia.
Casos
“Soy Sarah, una terapeuta miofuncional y voy a hablar de Emma Stone. Estuve investigando y encontré información bastante llamativa sobre su boca: succionaba su dedo pulgar hasta los 12 años, tuvo brackets durante unos 7 años y aún dice que a veces se chupa el dedo para calmar su paladar (por eso es tan angosto y elevado)“, comienza por analizar Sara Mercier en uno de los tantos tiktoks que hace revisando casos de famosos. ”El paladar no le creció hacia los costados ni hacia adelante, sino que lo hizo hacia arriba, dentro de sus senos paranasales. Esto significa que no hay espacio para su lengua. Puede caer hacia atrás y obstruir la vía aérea, lo que puede causar apnea del sueño y rechinar o apretar los dientes. Definitivamente −continúa− tiene algo de bruxismo y está desgastando esos dientes”.
La fruta que fortalece los huesos y ayuda a la producción de colágeno
Según desarrolla, como no hay espacio en la boca de la actriz, parece que cuando habla se tropieza con la lengua o que la lengua le estorba. “Usar brackets, como hizo, no solucionó la función de la lengua —la causa por la cual se chupaba el dedo, la causa por la cual su paladar creció alto y estrecho—. Además hay incompetencia labial y un frenillo lingual”, explica.
@healthymouth_healthylife #myofunctionaltherapy #tmj #sleepapnea #tonguetie #braces #bruxism #snoring #emmastone
Es frente a este tipo de videos que se divulgan en redes sociales que se despierta un interés más orientado a las cuestiones estéticas que a las de salud. El Dr. Cohen considera esencial destacar que por sobre estos beneficios que se obtienen con la TMF, prepondera lo funcional. “La mejora de la alineación de los labios y una mayor tonicidad son solo efectos secundarios que vienen con la terapia”, dice.
Tanto él como Rosero informan que para asistir a los pacientes se les indicará ejercicios, masajes y praxias especiales que involucran la musculatura de labios, lengua, mejillas, músculos levantadores de la mandíbula, paladar blando, faringe y laringe, con motivo de reeducar los músculos.
Aunque Rosero advierte que “realizar ejercicios sin supervisión profesional o seguir rutinas de ejercicios incompletas puede aumentar el riesgo de complicaciones de salud como lesiones musculares, tendinosas y ligamentosas, contracturas y agravamiento de déficits en la amplitud de movimiento o la estabilidad articular”.
¿Quiénes lo pueden hacer y cuánto duran los resultados?
Se puede comenzar en niños pequeños, a partir de los tres años, y en cuanto a adultos Rosero sostiene que “no hay límite de edad”.
“La intervención es más efectiva cuando se detectan los problemas a una edad temprana, ya que algunos hábitos, si no se corrigen, pueden afectar el desarrollo facial y dental”, advierte. Y añade que en los casos de adultos hay una alta efectivad y cantidad de consultas para que la TMF ayude en el tratamiento de trastornos como la apnea del sueño.
En última instancia ambos profesionales consultados destacan otros tipos de síntomas que podrían indicar la necesidad de un tratamiento miofuncional:
- Dormir con la boca abierta
- Roncar en exceso
- Tener mucha salivación
- Dificultad para cerrar los labios en reposo
- Tener la lengua visible entre los dientes al hablar o al tragar
- Dolor o tensión en la mandíbula
Y tener una postura corporal inadecuada ya que, según Rosero, las personas con problemas miofuncionales a menudo desarrollan posturas incorrectas, como mantener la cabeza hacia adelante o una inclinación hacia un lado, debido a la compensación de los músculos orales.
Desde videos con miles de vistas hasta libros y publicaciones en redes sociales, se volvieron virales los contenidos que atribuyen a una mala postura lingual consecuencias que van desde alteraciones dentales hasta trastornos del sueño, cefaleas y malestares posturales. Este fenómeno −que incluye diversas ramas profesionales como la odontología, pediatría, cirugía maxilofacial, neurólogos y también psicopedagogos, entre varias otras especializaciones− plantea interrogantes sobre hasta qué punto el discurso virtual es capaz de simplificar procesos complejos del cuerpo humano.
Algunos incluso llegan a afirmar que hacer ejercicios para cambiar la posición de la lengua puede hacer que se vuelvan más atractivos. Este es el caso del tiktokero Oscar Patel quien en un video le dice a sus casi 200 mil seguidores que deben desarrollar una buena mordida no solo por motivos de salud sino también para desarrollar un perfil más estético.
De lo que él habla es en verdad de la Terapia Miofuncional (TMF), definida por el Instituto de Rehabilitación Neurológica de España (IRENEA) como “el conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución y en el habla, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de la estética de un paciente”.
Natalia Rosero (M.P. 37176), especialista en ortodoncia y directora de la clínica Odonto Palermo, explica que los pacientes que suelen necesitar este tipo de terapia son aquellos que presentan: problemas relacionados con la deglución y/o masticación; malos hábitos orales como, por ejemplo, la succión del dedo, de los labios o el uso prolongado de chupetes o biberones en niños −que pueden alterar el desarrollo de los músculos orales y la estructura facial−; dificultades para respirar como quienes lo hacen por la boca en vez de la nariz y pueden desarrollar problemas como mal aliento, apneas de sueño y dificultades para dormir; problemas en la articulación del habla; trastornos de la postura facial, como tener una postura incorrecta de la mandíbula, lo que puede afectar tanto la estética como la función; y cualquier trastorno, síndrome, traumatismo y /o enfermedad en el que la funcionalidad de la musculatura orofacial se vea comprometida, explica.
Pero previo a desarrollar más la TMF es esencial hablar del sistema orofacial: aquel que se compone de los órganos musculares y bases óseas encargadas de funciones básicas como hablar, respirar, deglutir, hacer expresiones o mover la lengua, entre otros. Es gracias a los estímulos o señales que se emanan desde el sistema nervioso central que los músculos orofaciales pueden ejecutar las funciones mencionadas.
Cuando acontecen fallas en la comunicación de ambos sistemas toma protagonismo la terapia miofuncional para, en palabras de la Dra. Rosero, corregir las disfunciones que afectan a la calidad de vida de una persona.
“Para cerciorarse de que el tratamiento sea el correcto e intervengan los profesionales indicados, al paciente se le hace un análisis funcional para evaluar la tonicidad, la movilidad y la coordinación muscular de toda esa zona”, explica Pablo Cohen (M.N. 21204), médico odontólogo de la Estética Dental homónima. Asimismo, añade que el rol de un fonoaudiólogo pasa a ser central en esta terapia.
Casos
“Soy Sarah, una terapeuta miofuncional y voy a hablar de Emma Stone. Estuve investigando y encontré información bastante llamativa sobre su boca: succionaba su dedo pulgar hasta los 12 años, tuvo brackets durante unos 7 años y aún dice que a veces se chupa el dedo para calmar su paladar (por eso es tan angosto y elevado)“, comienza por analizar Sara Mercier en uno de los tantos tiktoks que hace revisando casos de famosos. ”El paladar no le creció hacia los costados ni hacia adelante, sino que lo hizo hacia arriba, dentro de sus senos paranasales. Esto significa que no hay espacio para su lengua. Puede caer hacia atrás y obstruir la vía aérea, lo que puede causar apnea del sueño y rechinar o apretar los dientes. Definitivamente −continúa− tiene algo de bruxismo y está desgastando esos dientes”.
La fruta que fortalece los huesos y ayuda a la producción de colágeno
Según desarrolla, como no hay espacio en la boca de la actriz, parece que cuando habla se tropieza con la lengua o que la lengua le estorba. “Usar brackets, como hizo, no solucionó la función de la lengua —la causa por la cual se chupaba el dedo, la causa por la cual su paladar creció alto y estrecho—. Además hay incompetencia labial y un frenillo lingual”, explica.
@healthymouth_healthylife #myofunctionaltherapy #tmj #sleepapnea #tonguetie #braces #bruxism #snoring #emmastone
Es frente a este tipo de videos que se divulgan en redes sociales que se despierta un interés más orientado a las cuestiones estéticas que a las de salud. El Dr. Cohen considera esencial destacar que por sobre estos beneficios que se obtienen con la TMF, prepondera lo funcional. “La mejora de la alineación de los labios y una mayor tonicidad son solo efectos secundarios que vienen con la terapia”, dice.
Tanto él como Rosero informan que para asistir a los pacientes se les indicará ejercicios, masajes y praxias especiales que involucran la musculatura de labios, lengua, mejillas, músculos levantadores de la mandíbula, paladar blando, faringe y laringe, con motivo de reeducar los músculos.
Aunque Rosero advierte que “realizar ejercicios sin supervisión profesional o seguir rutinas de ejercicios incompletas puede aumentar el riesgo de complicaciones de salud como lesiones musculares, tendinosas y ligamentosas, contracturas y agravamiento de déficits en la amplitud de movimiento o la estabilidad articular”.
¿Quiénes lo pueden hacer y cuánto duran los resultados?
Se puede comenzar en niños pequeños, a partir de los tres años, y en cuanto a adultos Rosero sostiene que “no hay límite de edad”.
“La intervención es más efectiva cuando se detectan los problemas a una edad temprana, ya que algunos hábitos, si no se corrigen, pueden afectar el desarrollo facial y dental”, advierte. Y añade que en los casos de adultos hay una alta efectivad y cantidad de consultas para que la TMF ayude en el tratamiento de trastornos como la apnea del sueño.
En última instancia ambos profesionales consultados destacan otros tipos de síntomas que podrían indicar la necesidad de un tratamiento miofuncional:
- Dormir con la boca abierta
- Roncar en exceso
- Tener mucha salivación
- Dificultad para cerrar los labios en reposo
- Tener la lengua visible entre los dientes al hablar o al tragar
- Dolor o tensión en la mandíbula
Y tener una postura corporal inadecuada ya que, según Rosero, las personas con problemas miofuncionales a menudo desarrollan posturas incorrectas, como mantener la cabeza hacia adelante o una inclinación hacia un lado, debido a la compensación de los músculos orales.
La Terapia Miofuncional busca corregir desequilibrios musculares orofaciales y mejorar la estética facial, con ejercicios y técnicas específicas LA NACION