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Médicos de 21 especialidades admiten que la crisis de salud está afectando su desempeño y la calidad de la atención

Las asociaciones que nuclean a médicos de 21 especialidades salieron a expresar su preocupación por problemas estructurales que arrastra el sistema de salud y no terminan de resolverse a lo largo del país. Demoras en la atención y dificultad para conseguir turnos, guardias saturadas por consultas de bajo riesgo, deserción en las residencias médicas de vacantes sin cubrir en especialidades clave y deterioro de los ingresos profesionales son solo algunos de esas dificultades que enumeraron los integrantes del Foro de Sociedades Médicas Argentinas.

Para las autoridades de esas instituciones, la crisis que atraviesa el sector de la salud sigue siendo “grave” y está impactando tanto en la calidad de la atención que reciben los pacientes como en el ejercicio profesional y el desempeño cotidiano de los médicos.

“Estamos asistiendo a demoras en la atención, incluidas las urgencias; servicios de guardia colapsados que en horarios marginales solo reciben a pacientes en situaciones de riesgo de vida; residencias médicas despobladas porque los profesionales jóvenes eligen otros caminos, y turnos para atención o estudios con más de dos meses de demora, entre muchas otras deficiencias”, describió Gabriel Persi, vicepresidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), firmante del comunicado difundido en las últimas horas. “Como está dada la situación, el profesional no puede prestar el nivel de servicio para el que se formó y el paciente recibe una atención deficitaria”, mencionó.

Las asociaciones profesionales coinciden al señalar que estos problemas fueron calando en el funcionamiento de todo el sistema de salud con los años hasta debilitarlo en su capacidad y calidad de respuesta a la par de las crisis socioeconómicas en el país y ausencia de políticas públicas adecuadas para no seguir dañándolo, tanto en su organización y sus recursos humanos, como en su financiamiento.

Un grupo de trabajo que terminó convirtiéndose en el Foro de Sociedades Médicas Argentinas ya desde la pandemia de Covid-19 venía teniendo reuniones con funcionarios de Salud para dar cuenta de ese escenario y tomar medidas para revertirlo. A los titulares de las entidades que lo integran les preocupa “el deterioro del sistema globalmente”, con énfasis en el desempeño que están teniendo los profesionales, su nivel de formación y honorarios, el funcionamiento de los servicios de salud y, con esto, la inequidad de la que siguen siendo testigos en el acceso de los pacientes a una atención de buena calidad y oportuna.

Coinciden en que si bien la crisis del sistema de salud terminó por intensificarse a partir de la pandemia, sus causas llevan “varios lustros” acumulándose. “Tiene que ver con un encadenamiento de varias décadas”, dijo Ricardo Corral, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).

Situación crítica

Una situación “crítica” en este momento que utilizó para describir ese escenario en diálogo con LA NACIÓN fueron los concursos para cargos en los hospitales. “Siempre fueron muy codiciados y, hoy, quedan desiertos porque no hay postulantes”, afirmó. En la búsqueda reciente para el cargo de jefe de Unidad de Guardia en un hospital escuela especializado en salud mental, no hubo presentaciones.

Algo similar ocurre en el caso de los cupos para los médicos de guardia. “No alcanzan los postulantes para la cantidad de cargos que hay –dijo Corral–. Es algo nunca visto en hospitales que siempre fueron codiciados por los médicos por su formación y prestigio académico. Esto no está sucediendo y tiene que ver con varios factores, pero, fundamentalmente, con la ecuación económica para el profesional y, sobre todo en estos últimos años, el riesgo de la atención crítica, las no buenas condiciones de trabajo y la violencia. Esto de agredir a los médicos y el personal de salud, como también vemos que pasa con los maestros en las escuelas, no ocurría como está pasando en la medicina. La conflictividad social está también alejando a los médicos de los cargos en los hospitales públicos.”

Pablo Stutzbach, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), señaló que la preocupación del foro pasa por “el deterioro del sistema globalmente”. Es sobre esto este nuevo llamado de atención pública.

“Vemos que a las instituciones, sobre todo las académicas, que tienen actividad de investigación y docencia para formar a los futuros médicos, les es muy difícil sostenerse. La sustentabilidad se ha complicado en el tiempo –expresó–. También, y esto no es de ahora, está el problema de la organización, la inversión, el gasto en el sistema y hacia dónde queremos ir. La carrera de medicina y la especialización después de recibirse en la residencia, que es el método más efectivo de formación de un médico, está en crisis. Nunca pasó que haya cargos vacantes en las residencias de los centros privados o las instituciones públicas más importantes y de referencia.”

La SAC relevó que hay un 15% de puestos sin cubrir en las residencias de los servicios de Cardiología en la Argentina, pero una deserción de casi un 30% entre los residentes de primer año. “Estos datos se replican en las demás especialidades y, en algunas, es aún peor, como en terapia intensiva y otras –expresó Stutzbach–. La poca atracción que está generando la formación de residencia y la capacitación nos preocupa en los médicos jóvenes, pero también hay que decir que es muy poco motivante, después de estudiar cinco o seis años en la facultad, trabajar cuatro años en la formación, que es sine qua non para poder ser especialista en alguna disciplina, con las condiciones laborales que hay y con una salida laboral que no va a cambiar radicalmente. Nadie paga en el sistema la diferencia entre haber o no hecho la residencia hoy por hoy. Por lo tanto, tampoco se considera ni se premia la calidad.”

Corral coincidió al señalar que, si bien hay “mucha oferta” de vacantes para la formación al egresar de la facultad, gran parte de los nuevos profesionales optan por no hacerla, como viene dando cuenta LA NACIÓN en los últimos años con el examen de ingreso a las residencias.

“Son cuatro años de trabajo muy intenso, mal remunerado y en malas condiciones laborales –planteó el psiquiatra–. Eligen otro tipo de trabajo y, como no se había visto antes, migran para probar suerte afuera y no como, en otras épocas, por tener un proyecto profesional de alto nivel académico y a los principales centros de investigación o posgrado. Ahora, los médicos se van para poder trabajar. En estos últimos años, firmé como nunca antes homologaciones de título de médicos jóvenes para puestos de trabajo en el exterior.”

Otros factores

El envejecimiento poblacional y el avance de las tecnologías son otros dos factores que el foro tiene en cuenta al analizar la viabilidad del sistema de salud en el que trabajarán en los próximos años los profesionales nucleados en sus 21 sociedades científicas. “Además de las instituciones, el recurso humano y su formación, está el cambio poblacional, que llevará al sistema a gastar mucho más porque las personas viven más, mientras que los avances hicieron que los costos de la medicina se incrementaran exponencialmente, sobre todo en nuevas tecnologías y drogas, donde la curva de aumento es muy por encima del índice de precios al consumidor (IPC)”, refirió Stutzbach.

Es esa, como lo vienen señalando desde el foro y como coincidieron funcionarios, prestadores y financiadores, incluidos los sindicatos, una discusión relevante no solo en el país, sino también en el mundo: ¿qué va a pasar con el sistema de salud?

“En la Argentina –dijo el presidente de la SAC–, puede estar mucho más exacerbada por la crisis en el recurso humano, el sistema y las instituciones y la falta de un proyecto de salud en serio, en el que se definan bien las prioridades, la inversión, la administración y en qué vamos a gastar como país según nuestra realidad. Las sociedades científicas estamos alertando que la situación del sistema de salud va a empeorar. Estamos dispuestos a aportar todas nuestras experiencias y todos los datos con los que contamos para armar un sistema para los próximos 20 años, que es el gran desafío que tenemos por delante.”

El foro intersociedades, para Claudio Marín, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), surgió para “alertar a la sociedad y los dirigentes sobre las dificultades que atraviesa el sistema de salud, donde estamos asistiendo a demoras en la atención, lugares colapsados, residencias médicas que no se cubren por completo, demoras en los turnos para la atención y la realización de estudios, entre otras deficiencias, que hacen que el profesional médico no pueda prestar el servicio adecuado y el paciente reciba una atención deficitaria”.

Como sus colegas, señaló que, en ese sentido, entre los objetivos del foro está también “proponer alternativas de solución para mejorar estas condiciones”.

Las sociedad médicas

Con la AAP, la SAC, la AAOC y la SNA, integran el foro la Asociación Argentina de Cirugía, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, la Sociedad Argentina de Trasplantes, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, la Sociedad Argentina de Medicina, la Sociedad Argentina de Gastroenterología, la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología, la Sociedad Argentina de Diabetes, la Sociedad Argentina de Infectología, la Sociedad Argentina de Dermatología, la Sociedad Argentina de Hepatología, la Sociedad de Obstetricia y Ginecología, la Sociedad Argentina de Nefrología, la Sociedad Argentina de Reumatología, la Sociedad Argentina de Nutrición y la Sociedad Argentina de Psoriasis.

Las asociaciones que nuclean a médicos de 21 especialidades salieron a expresar su preocupación por problemas estructurales que arrastra el sistema de salud y no terminan de resolverse a lo largo del país. Demoras en la atención y dificultad para conseguir turnos, guardias saturadas por consultas de bajo riesgo, deserción en las residencias médicas de vacantes sin cubrir en especialidades clave y deterioro de los ingresos profesionales son solo algunos de esas dificultades que enumeraron los integrantes del Foro de Sociedades Médicas Argentinas.

Para las autoridades de esas instituciones, la crisis que atraviesa el sector de la salud sigue siendo “grave” y está impactando tanto en la calidad de la atención que reciben los pacientes como en el ejercicio profesional y el desempeño cotidiano de los médicos.

“Estamos asistiendo a demoras en la atención, incluidas las urgencias; servicios de guardia colapsados que en horarios marginales solo reciben a pacientes en situaciones de riesgo de vida; residencias médicas despobladas porque los profesionales jóvenes eligen otros caminos, y turnos para atención o estudios con más de dos meses de demora, entre muchas otras deficiencias”, describió Gabriel Persi, vicepresidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), firmante del comunicado difundido en las últimas horas. “Como está dada la situación, el profesional no puede prestar el nivel de servicio para el que se formó y el paciente recibe una atención deficitaria”, mencionó.

Las asociaciones profesionales coinciden al señalar que estos problemas fueron calando en el funcionamiento de todo el sistema de salud con los años hasta debilitarlo en su capacidad y calidad de respuesta a la par de las crisis socioeconómicas en el país y ausencia de políticas públicas adecuadas para no seguir dañándolo, tanto en su organización y sus recursos humanos, como en su financiamiento.

Un grupo de trabajo que terminó convirtiéndose en el Foro de Sociedades Médicas Argentinas ya desde la pandemia de Covid-19 venía teniendo reuniones con funcionarios de Salud para dar cuenta de ese escenario y tomar medidas para revertirlo. A los titulares de las entidades que lo integran les preocupa “el deterioro del sistema globalmente”, con énfasis en el desempeño que están teniendo los profesionales, su nivel de formación y honorarios, el funcionamiento de los servicios de salud y, con esto, la inequidad de la que siguen siendo testigos en el acceso de los pacientes a una atención de buena calidad y oportuna.

Coinciden en que si bien la crisis del sistema de salud terminó por intensificarse a partir de la pandemia, sus causas llevan “varios lustros” acumulándose. “Tiene que ver con un encadenamiento de varias décadas”, dijo Ricardo Corral, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).

Situación crítica

Una situación “crítica” en este momento que utilizó para describir ese escenario en diálogo con LA NACIÓN fueron los concursos para cargos en los hospitales. “Siempre fueron muy codiciados y, hoy, quedan desiertos porque no hay postulantes”, afirmó. En la búsqueda reciente para el cargo de jefe de Unidad de Guardia en un hospital escuela especializado en salud mental, no hubo presentaciones.

Algo similar ocurre en el caso de los cupos para los médicos de guardia. “No alcanzan los postulantes para la cantidad de cargos que hay –dijo Corral–. Es algo nunca visto en hospitales que siempre fueron codiciados por los médicos por su formación y prestigio académico. Esto no está sucediendo y tiene que ver con varios factores, pero, fundamentalmente, con la ecuación económica para el profesional y, sobre todo en estos últimos años, el riesgo de la atención crítica, las no buenas condiciones de trabajo y la violencia. Esto de agredir a los médicos y el personal de salud, como también vemos que pasa con los maestros en las escuelas, no ocurría como está pasando en la medicina. La conflictividad social está también alejando a los médicos de los cargos en los hospitales públicos.”

Pablo Stutzbach, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), señaló que la preocupación del foro pasa por “el deterioro del sistema globalmente”. Es sobre esto este nuevo llamado de atención pública.

“Vemos que a las instituciones, sobre todo las académicas, que tienen actividad de investigación y docencia para formar a los futuros médicos, les es muy difícil sostenerse. La sustentabilidad se ha complicado en el tiempo –expresó–. También, y esto no es de ahora, está el problema de la organización, la inversión, el gasto en el sistema y hacia dónde queremos ir. La carrera de medicina y la especialización después de recibirse en la residencia, que es el método más efectivo de formación de un médico, está en crisis. Nunca pasó que haya cargos vacantes en las residencias de los centros privados o las instituciones públicas más importantes y de referencia.”

La SAC relevó que hay un 15% de puestos sin cubrir en las residencias de los servicios de Cardiología en la Argentina, pero una deserción de casi un 30% entre los residentes de primer año. “Estos datos se replican en las demás especialidades y, en algunas, es aún peor, como en terapia intensiva y otras –expresó Stutzbach–. La poca atracción que está generando la formación de residencia y la capacitación nos preocupa en los médicos jóvenes, pero también hay que decir que es muy poco motivante, después de estudiar cinco o seis años en la facultad, trabajar cuatro años en la formación, que es sine qua non para poder ser especialista en alguna disciplina, con las condiciones laborales que hay y con una salida laboral que no va a cambiar radicalmente. Nadie paga en el sistema la diferencia entre haber o no hecho la residencia hoy por hoy. Por lo tanto, tampoco se considera ni se premia la calidad.”

Corral coincidió al señalar que, si bien hay “mucha oferta” de vacantes para la formación al egresar de la facultad, gran parte de los nuevos profesionales optan por no hacerla, como viene dando cuenta LA NACIÓN en los últimos años con el examen de ingreso a las residencias.

“Son cuatro años de trabajo muy intenso, mal remunerado y en malas condiciones laborales –planteó el psiquiatra–. Eligen otro tipo de trabajo y, como no se había visto antes, migran para probar suerte afuera y no como, en otras épocas, por tener un proyecto profesional de alto nivel académico y a los principales centros de investigación o posgrado. Ahora, los médicos se van para poder trabajar. En estos últimos años, firmé como nunca antes homologaciones de título de médicos jóvenes para puestos de trabajo en el exterior.”

Otros factores

El envejecimiento poblacional y el avance de las tecnologías son otros dos factores que el foro tiene en cuenta al analizar la viabilidad del sistema de salud en el que trabajarán en los próximos años los profesionales nucleados en sus 21 sociedades científicas. “Además de las instituciones, el recurso humano y su formación, está el cambio poblacional, que llevará al sistema a gastar mucho más porque las personas viven más, mientras que los avances hicieron que los costos de la medicina se incrementaran exponencialmente, sobre todo en nuevas tecnologías y drogas, donde la curva de aumento es muy por encima del índice de precios al consumidor (IPC)”, refirió Stutzbach.

Es esa, como lo vienen señalando desde el foro y como coincidieron funcionarios, prestadores y financiadores, incluidos los sindicatos, una discusión relevante no solo en el país, sino también en el mundo: ¿qué va a pasar con el sistema de salud?

“En la Argentina –dijo el presidente de la SAC–, puede estar mucho más exacerbada por la crisis en el recurso humano, el sistema y las instituciones y la falta de un proyecto de salud en serio, en el que se definan bien las prioridades, la inversión, la administración y en qué vamos a gastar como país según nuestra realidad. Las sociedades científicas estamos alertando que la situación del sistema de salud va a empeorar. Estamos dispuestos a aportar todas nuestras experiencias y todos los datos con los que contamos para armar un sistema para los próximos 20 años, que es el gran desafío que tenemos por delante.”

El foro intersociedades, para Claudio Marín, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), surgió para “alertar a la sociedad y los dirigentes sobre las dificultades que atraviesa el sistema de salud, donde estamos asistiendo a demoras en la atención, lugares colapsados, residencias médicas que no se cubren por completo, demoras en los turnos para la atención y la realización de estudios, entre otras deficiencias, que hacen que el profesional médico no pueda prestar el servicio adecuado y el paciente reciba una atención deficitaria”.

Como sus colegas, señaló que, en ese sentido, entre los objetivos del foro está también “proponer alternativas de solución para mejorar estas condiciones”.

Las sociedad médicas

Con la AAP, la SAC, la AAOC y la SNA, integran el foro la Asociación Argentina de Cirugía, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, la Sociedad Argentina de Trasplantes, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, la Sociedad Argentina de Medicina, la Sociedad Argentina de Gastroenterología, la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología, la Sociedad Argentina de Diabetes, la Sociedad Argentina de Infectología, la Sociedad Argentina de Dermatología, la Sociedad Argentina de Hepatología, la Sociedad de Obstetricia y Ginecología, la Sociedad Argentina de Nefrología, la Sociedad Argentina de Reumatología, la Sociedad Argentina de Nutrición y la Sociedad Argentina de Psoriasis.

 Integrantes del Foro de Sociedades Médicas Argentinas emitieron un comunicado donde advierten la gravedad del presente que vive el sistema  LA NACION

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