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Financiamiento focalizado: la IA cambió el ecosistema de emprendedores tecnológicos

CÓRDOBA.- Unas 1200 startups tecnológicas se registraron en la Argentina en 2024 beneficiadas por la ley de Economía del Conocimiento, que busca incentivar al sector. El país cuenta con el quinto ecosistema emprendedor más importante de Latinoamérica y ocupa el puesto 47° a nivel mundial, con un valor estimado de US$12.000 millones, según datos de StartupBlink. En este contexto, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) genera cambios fuertes en el interés de los inversores. El análisis es cada vez más fino, lo que obliga a los creadores a “seguir sorprendiendo”, dicen los expertos.

“Las probabilidades de convertirse en unicornio son menores ahora. El camino es muy complejo, con muchas trampas en el medio. Ya es difícil ser una empresa serie A, demostrar que se tienen clientes y poder de tracción; muchas arrancaron pero hay menos en comparación con años anteriores”. La definición del nuevo contexto es de Matías Woloski, cofundador de la firma Auth0, creada en 2013 y que, después de transformarse en el quinto unicornio argentino, se vendió en 2021 por US$6500 millones a una compañía estadounidense.

Auth0 se focalizó en autenticar la identidad de usuarios digitales. Hace casi dos décadas ese era un problema para el que Woloski y su socio Eugenio Pace diseñaron una solución. El timing fue clave para crecer.

Sobre ese punto vuelve Woloski en diálogo con LA NACION. “Se van resolviendo problemas, subiendo el nivel de abstracción. Hoy no tendría sentido crear autenticación. Con la IA hay mucho software para crear pero más específico, más vertical. ¿Se podría haber hecho antes? Sí, pero ir al mayor mercado posible es siempre un atractivo, hoy hay que ir específicamente a una industria”. En esa línea, también remarca que hay menos financiación disponible, que se acabó el boom del 2021/2022.

Matías Woloski, cofundador de Auth0:

El empresario participó de la Experiencia Endeavor Córdoba, el encuentro de emprendedores más grande del país que reunió a unas 6000 personas. Luciano Nicora, presidente de la organización y general partner en Pampa Start, insiste en que “emprender es animarse a decidir, aunque te tiemble un poco el pulso. Es aprender a pedir, a contar bien lo que hacés para que otros se sumen. Y es entender que no hay forma de emprender sin estar todo el tiempo aprendiendo”.

Radicado en Uruguay, Woloski sigue trabajando como consultor de startups a la vez que “explora la educación con IA, cómo va a cambiar. Hay una gran oportunidad para mejorar, para una educación más experiencial en la que los chicos puedan seguir sus intereses, trabajar en proyectos reales”. El año pasado inició Portal Bosque, un proyecto educativo y cultural en seis hectáreas donde se encuentran tecnología, naturaleza y experiencias.

Auge de las fintechs

Ariel Sdbar, cofundador de Cocos Capital -una fintech con 150 empleados y tres millones de usuarios, la segunda en volumen de transacciones en el país- sostiene que en la Argentina “todavía hay mucho para crecer. Arrancamos como una empresa de inversiones y adoptamos las transacciones. Es lo que está pasando en el mercado, cada uno va aportando su expertise”.

Define que estas empresas han demostrado ser “resilientes” a los cambios políticos y regulatorios de los últimos tiempos. Incluso algunos terminaron generando más incentivos para su uso; es una industria que creció mucho en base a estas turbulencias”.

Ariel Sdbar, de Cocos Capital:

La empresa, además de sus servicios financieros, desempeña un papel activo en el ecosistema emprendedor ya que ofrece financiamiento y asesoramiento estratégico a startups en etapas tempranas. Coincide con Woloski que el “furor por compañías de mucho capital se ‘pinchó’ después de 2022; hubo una caída muy fuerte en los mercados tecnológicos de las empresas que generaban mucho valor. Ahora se está recuperando y es un buen momento”.

Hace casi dos años Cocos compró la mitad de Allaria, una compañía de fondos comunes de inversión, para ampliar su oferta en ese segmento del mercado. Sdbar sostiene que en la actual coyuntura, con “más tranquilidad macroeconómica, es posible proyectar a más largo plazo. El de los argentinos es un público más experto, conoce más de economía, de usar dos monedas, de entender el efecto inflación, tiene implícita la idea del carry trade en la cabeza. Eso, para nosotros, es una oportunidad. Ofrecemos herramientas sofisticadas de inversión”.

Precisa que lo más habitual es el uso de varias fintech. “No es una competencia, no nos robamos market share. Los usuarios tienen varias igual que operan con varios bancos y tarjetas”.

Cambió el foco

Fundador de Aivo, una compañía dedicada al desarrollo de IA conversacional en 2012 que fue vendida en 2023 a la líder del sector, Martín Frascaroli admite que cuando plantearon su propuesta “pensaba que era Terminator. Nos adelantamos al mercado y el proceso fue bastante complejo. Adelantarse siempre es doloroso; la posibilidad de pérdida es muy grande”.

Advierte que ahora “no es una obligación” incorporar IA pero las empresas que no tengan la capacidad de cambiar “es altamente posible que pierdan competitividad. La adopción de internet tardó una década porque requería de instalación; la IA corre en cualquier dispositivo y un empleado rinde hasta 50% más aplicándola, haciendo mucho más potentes las compañías”.

“Cuando empezamos la impresión de los clientes era que les estábamos mintiendo -relata-. La salida era ‘si no funciona, no pagan’. La IA era algo futurista. El Chat GTP hizo algo fantástico que es entender (entonces lo hacíamos nosotros) y escribir (que era lo que hacía la empresa). Hay que tener en cuenta que las decisiones de las compañías las toman las personas que tienen sus intereses individuales, cobran su bono, muchos tratan de achicar sus riesgos”.

Frascaroli, que ahora vive en España, hace poco asumió como director de Innovación Tecnológica en la Fundación Álex Rivera, que impulsa la independencia de personas con discapacidad intelectual. Además, apoya a emprendedores en sus estrategias.

Martín Fracaroli, creador de Aivo, señala que

Ratifica que, en los últimos años, hubo una transformación. Explica que el foco ya no es el hypergrowth (crecimiento ultra rápido) sino el profit (ganancia). “La IA reduce costos de desarrollo, exige pensar de forma distinta, generó un nuevo tipo de demanda. Veo emprendedores obstinados en entrar en un mundo que es distinto, donde la inversión es diferente; se puede hacer mucho con poco -añade-. Hoy hubiera requerido el 20% de lo que usamos en Aivo”.

De hecho, emprendieron sin capital, con una deuda. Hicieron una primera ronda de inversión en 2012, de la que participó Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre y levantaron más capital en otra segunda rueda, en 2016. La “visión global”, dice, la tuvieron “desde el día cero. Fuimos siempre consistentes en lo que queríamos hacer”.

Frente al nuevo panorama, Frascaroli apunta que los emprendedores deben “ser buenos vendiendo, orquestando y no poniendo códigos. Deben ser más colaborativos. Hay una nueva era muy acelerada por la IA, está todo en proceso de transformación”.

Diversión con mix

Medio siglo lleva en el mercado la cordobesa Neverland, enfocada en centros de entretenimiento familiares, opera 28 en el país. Luciana Periales, sobrina de Marcelo, el fundador, está al frente de la empresa y, además, en noviembre asumirá la presidencia de la Asociación Internacional de Parques (IAAPA), que nuclea a 9000 parques de diversos tipos, zoos, museos y centros para la familia. Hace años que integra la organización, donde se codea con ejecutivos de todo el mundo. Periales participó del encuentro de Endeavor porque le entusiasma hablar con quienes están decididos a emprender, “lo que implica arriesgar recursos, tiempo, salir de la zona de confort, tener capacidad de ser resiliente. Hacemos proyectos que a veces no funcionan y hay que seguir. Claro que se va desarrollando una gimnasia, se aprende”.

Acostumbrados a competir con todo lo que implique entretenimiento -desde un juego de cartas al último modelo de la play station- el público al que apuntan es desde la niñez hasta los 17 años, aunque en los locales más grandes tienen más oportunidades de desarrollar propuestas como una cancha de fútbol interactiva.

Luciana Periales (CEO de Neverland) e Ignacio Galarza (CEO de Torneos)Luciana Periales quedo al frente de Neverland en 2013

“La tecnología nos ayuda a un fin mayor que es entretener -describe Periales-. El concepto va mutando y en los últimos años a más velocidad. La pandemia aceleró la transformación, pero hay montañas rusas y carruseles hace un siglo; la experiencia física no quedó fuera de moda. Sí se crean con nuevas tecnologías”.

La compañía -que ganó tres veces el premio mundial al mejor centro de entretenimiento familiar del mundo- no produce juegos, los compra. En algunos casos adquieren las bases e innovan en cómo aplicarlos. El desafío es, precisamente, “seguir sorprendiendo, innovar todo el tiempo. Antes un chico de cuatro años se divertía con un juego que hacía movimiento, ahora usa la realidad virtual. Atraen los equipos que son interactivos, que permiten competir”.

La empresaria admite que la crisis que generó la pandemia al sector dejó una situación compleja, a la que se sumaron los problemas que hubo en la Argentina para importar. Lentamente va repuntando la industria. “La inversión de los centros familiares es la que más crece en el mundo y en la región; en Brasil hay una dinámica muy fuerte”, apunta.

CÓRDOBA.- Unas 1200 startups tecnológicas se registraron en la Argentina en 2024 beneficiadas por la ley de Economía del Conocimiento, que busca incentivar al sector. El país cuenta con el quinto ecosistema emprendedor más importante de Latinoamérica y ocupa el puesto 47° a nivel mundial, con un valor estimado de US$12.000 millones, según datos de StartupBlink. En este contexto, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) genera cambios fuertes en el interés de los inversores. El análisis es cada vez más fino, lo que obliga a los creadores a “seguir sorprendiendo”, dicen los expertos.

“Las probabilidades de convertirse en unicornio son menores ahora. El camino es muy complejo, con muchas trampas en el medio. Ya es difícil ser una empresa serie A, demostrar que se tienen clientes y poder de tracción; muchas arrancaron pero hay menos en comparación con años anteriores”. La definición del nuevo contexto es de Matías Woloski, cofundador de la firma Auth0, creada en 2013 y que, después de transformarse en el quinto unicornio argentino, se vendió en 2021 por US$6500 millones a una compañía estadounidense.

Auth0 se focalizó en autenticar la identidad de usuarios digitales. Hace casi dos décadas ese era un problema para el que Woloski y su socio Eugenio Pace diseñaron una solución. El timing fue clave para crecer.

Sobre ese punto vuelve Woloski en diálogo con LA NACION. “Se van resolviendo problemas, subiendo el nivel de abstracción. Hoy no tendría sentido crear autenticación. Con la IA hay mucho software para crear pero más específico, más vertical. ¿Se podría haber hecho antes? Sí, pero ir al mayor mercado posible es siempre un atractivo, hoy hay que ir específicamente a una industria”. En esa línea, también remarca que hay menos financiación disponible, que se acabó el boom del 2021/2022.

Matías Woloski, cofundador de Auth0:

El empresario participó de la Experiencia Endeavor Córdoba, el encuentro de emprendedores más grande del país que reunió a unas 6000 personas. Luciano Nicora, presidente de la organización y general partner en Pampa Start, insiste en que “emprender es animarse a decidir, aunque te tiemble un poco el pulso. Es aprender a pedir, a contar bien lo que hacés para que otros se sumen. Y es entender que no hay forma de emprender sin estar todo el tiempo aprendiendo”.

Radicado en Uruguay, Woloski sigue trabajando como consultor de startups a la vez que “explora la educación con IA, cómo va a cambiar. Hay una gran oportunidad para mejorar, para una educación más experiencial en la que los chicos puedan seguir sus intereses, trabajar en proyectos reales”. El año pasado inició Portal Bosque, un proyecto educativo y cultural en seis hectáreas donde se encuentran tecnología, naturaleza y experiencias.

Auge de las fintechs

Ariel Sdbar, cofundador de Cocos Capital -una fintech con 150 empleados y tres millones de usuarios, la segunda en volumen de transacciones en el país- sostiene que en la Argentina “todavía hay mucho para crecer. Arrancamos como una empresa de inversiones y adoptamos las transacciones. Es lo que está pasando en el mercado, cada uno va aportando su expertise”.

Define que estas empresas han demostrado ser “resilientes” a los cambios políticos y regulatorios de los últimos tiempos. Incluso algunos terminaron generando más incentivos para su uso; es una industria que creció mucho en base a estas turbulencias”.

Ariel Sdbar, de Cocos Capital:

La empresa, además de sus servicios financieros, desempeña un papel activo en el ecosistema emprendedor ya que ofrece financiamiento y asesoramiento estratégico a startups en etapas tempranas. Coincide con Woloski que el “furor por compañías de mucho capital se ‘pinchó’ después de 2022; hubo una caída muy fuerte en los mercados tecnológicos de las empresas que generaban mucho valor. Ahora se está recuperando y es un buen momento”.

Hace casi dos años Cocos compró la mitad de Allaria, una compañía de fondos comunes de inversión, para ampliar su oferta en ese segmento del mercado. Sdbar sostiene que en la actual coyuntura, con “más tranquilidad macroeconómica, es posible proyectar a más largo plazo. El de los argentinos es un público más experto, conoce más de economía, de usar dos monedas, de entender el efecto inflación, tiene implícita la idea del carry trade en la cabeza. Eso, para nosotros, es una oportunidad. Ofrecemos herramientas sofisticadas de inversión”.

Precisa que lo más habitual es el uso de varias fintech. “No es una competencia, no nos robamos market share. Los usuarios tienen varias igual que operan con varios bancos y tarjetas”.

Cambió el foco

Fundador de Aivo, una compañía dedicada al desarrollo de IA conversacional en 2012 que fue vendida en 2023 a la líder del sector, Martín Frascaroli admite que cuando plantearon su propuesta “pensaba que era Terminator. Nos adelantamos al mercado y el proceso fue bastante complejo. Adelantarse siempre es doloroso; la posibilidad de pérdida es muy grande”.

Advierte que ahora “no es una obligación” incorporar IA pero las empresas que no tengan la capacidad de cambiar “es altamente posible que pierdan competitividad. La adopción de internet tardó una década porque requería de instalación; la IA corre en cualquier dispositivo y un empleado rinde hasta 50% más aplicándola, haciendo mucho más potentes las compañías”.

“Cuando empezamos la impresión de los clientes era que les estábamos mintiendo -relata-. La salida era ‘si no funciona, no pagan’. La IA era algo futurista. El Chat GTP hizo algo fantástico que es entender (entonces lo hacíamos nosotros) y escribir (que era lo que hacía la empresa). Hay que tener en cuenta que las decisiones de las compañías las toman las personas que tienen sus intereses individuales, cobran su bono, muchos tratan de achicar sus riesgos”.

Frascaroli, que ahora vive en España, hace poco asumió como director de Innovación Tecnológica en la Fundación Álex Rivera, que impulsa la independencia de personas con discapacidad intelectual. Además, apoya a emprendedores en sus estrategias.

Martín Fracaroli, creador de Aivo, señala que

Ratifica que, en los últimos años, hubo una transformación. Explica que el foco ya no es el hypergrowth (crecimiento ultra rápido) sino el profit (ganancia). “La IA reduce costos de desarrollo, exige pensar de forma distinta, generó un nuevo tipo de demanda. Veo emprendedores obstinados en entrar en un mundo que es distinto, donde la inversión es diferente; se puede hacer mucho con poco -añade-. Hoy hubiera requerido el 20% de lo que usamos en Aivo”.

De hecho, emprendieron sin capital, con una deuda. Hicieron una primera ronda de inversión en 2012, de la que participó Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre y levantaron más capital en otra segunda rueda, en 2016. La “visión global”, dice, la tuvieron “desde el día cero. Fuimos siempre consistentes en lo que queríamos hacer”.

Frente al nuevo panorama, Frascaroli apunta que los emprendedores deben “ser buenos vendiendo, orquestando y no poniendo códigos. Deben ser más colaborativos. Hay una nueva era muy acelerada por la IA, está todo en proceso de transformación”.

Diversión con mix

Medio siglo lleva en el mercado la cordobesa Neverland, enfocada en centros de entretenimiento familiares, opera 28 en el país. Luciana Periales, sobrina de Marcelo, el fundador, está al frente de la empresa y, además, en noviembre asumirá la presidencia de la Asociación Internacional de Parques (IAAPA), que nuclea a 9000 parques de diversos tipos, zoos, museos y centros para la familia. Hace años que integra la organización, donde se codea con ejecutivos de todo el mundo. Periales participó del encuentro de Endeavor porque le entusiasma hablar con quienes están decididos a emprender, “lo que implica arriesgar recursos, tiempo, salir de la zona de confort, tener capacidad de ser resiliente. Hacemos proyectos que a veces no funcionan y hay que seguir. Claro que se va desarrollando una gimnasia, se aprende”.

Acostumbrados a competir con todo lo que implique entretenimiento -desde un juego de cartas al último modelo de la play station- el público al que apuntan es desde la niñez hasta los 17 años, aunque en los locales más grandes tienen más oportunidades de desarrollar propuestas como una cancha de fútbol interactiva.

Luciana Periales (CEO de Neverland) e Ignacio Galarza (CEO de Torneos)Luciana Periales quedo al frente de Neverland en 2013

“La tecnología nos ayuda a un fin mayor que es entretener -describe Periales-. El concepto va mutando y en los últimos años a más velocidad. La pandemia aceleró la transformación, pero hay montañas rusas y carruseles hace un siglo; la experiencia física no quedó fuera de moda. Sí se crean con nuevas tecnologías”.

La compañía -que ganó tres veces el premio mundial al mejor centro de entretenimiento familiar del mundo- no produce juegos, los compra. En algunos casos adquieren las bases e innovan en cómo aplicarlos. El desafío es, precisamente, “seguir sorprendiendo, innovar todo el tiempo. Antes un chico de cuatro años se divertía con un juego que hacía movimiento, ahora usa la realidad virtual. Atraen los equipos que son interactivos, que permiten competir”.

La empresaria admite que la crisis que generó la pandemia al sector dejó una situación compleja, a la que se sumaron los problemas que hubo en la Argentina para importar. Lentamente va repuntando la industria. “La inversión de los centros familiares es la que más crece en el mundo y en la región; en Brasil hay una dinámica muy fuerte”, apunta.

 Para las startups, sumar capital requiere de un trabajo más intenso; el desafío es seguir sorprendiendo  LA NACION

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