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Quién era Bernardo Adrián Seltzer, el padre de familia que murió en la masacre de Villa Crespo

Por años, Bernardo Adrián Seltzer fue sinónimo de éxito profesional y vida familiar plena. Nacido el 6 de enero de 1972 en Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires, y criado en la localidad de Rivera, Seltzer construyó una carrera sólida en el mundo de los agronegocios, al tiempo que cultivaba una imagen de disfrute, vínculos afectivos y estabilidad. Sin embargo, su nombre quedó trágicamente asociado a una de las noticias policiales más estremecedoras del año: la muerte de toda su familia en su departamento de Villa Crespo a manos de su esposa.

Seltzer era un profesional respetado en el sector agroindustrial. Desde 2001 asesoraba a Granar S.A., una firma dedicada a la comercialización de granos que cotiza en la bolsa de valores. Su rol como analista y corredor lo posicionó como una figura clave en el asesoramiento de operaciones del rubro. En los últimos años, también había incursionado en el negocio inmobiliario, con inversiones en Paraguay, lo que demostraba su versatilidad y visión empresarial.

En su perfil de LinkedIn, se destacaban sus más de dos décadas de experiencia en el sector, así como su compromiso con el análisis de mercados y la toma de decisiones estratégicas. Era, sin duda, un hombre que había sabido construir una carrera sólida y reconocida.

Casado con Laura Fernanda Leguizamón, de 51 años, oriunda de Lanús, Seltzer era padre de dos hijos: Ian, de 15 años, e Ivo, de 12. Los cuatro fueron encontrados muertos el miércoles 21 de mayo dentro del departamento situado en el 6° “A” de Aguirre 295.

El matrimonio en uno de sus viajes

La familia compartía momentos que parecían sacados de una postal: vacaciones en Uruguay a principios de año, un viaje a República Dominicana en octubre para celebrar el cumpleaños de Laura, y eventos escolares como la finalización del primario de Ivo en el colegio ORT, cuyas imágenes fueron compartidas con orgullo en redes sociales.

En Instagram, Seltzer mostraba su pasión por el vino —su bebida favorita—, con fotos de copas brillantes, etiquetas reconocidas y momentos de disfrute con amigos y seres queridos. Su vida digital reflejaba una existencia plena, marcada por el goce de los pequeños placeres y los vínculos afectivos. También era fanático de Boca Juniors.

La tragedia que sacudió a Villa Crespo

El miércoles 21 de mayo, todo cambió. Los cuerpos de Seltzer, su esposa y sus dos hijos fueron hallados sin vida en su departamento de la calle Aguirre, en el barrio porteño de Villa Crespo. La escena fue descubierta por una empleada doméstica que ingresó al lugar con sus propias llaves alrededor de las 13:30. No había signos de violencia en la puerta, lo que descartó un robo como móvil del hecho.

En un primer momento, la Policía de la Ciudad manejó la hipótesis de que Seltzer había asesinado a su familia con un cuchillo de cocina y luego se había quitado la vida. La presencia del arma blanca cerca de su cuerpo reforzaba esa teoría inicial. Sin embargo, con el correr de las horas y tras los primeros análisis forenses, la investigación dio un giro inesperado: las sospechas comenzaron a centrarse en Laura Leguizamón, quien, según fuentes policiales y familiares, presentaba una patología psiquiátrica.

El matrimonio tenía dos hijos menores de edad que también fueron encontrados muertos

La División Homicidios y la Policía Científica trabajan intensamente para esclarecer los hechos. Mientras tanto, la comunidad judía, a la que pertenecía la familia, expresó su dolor a través de un comunicado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA): “Con gran conmoción, recibimos la noticia de que los cuatro integrantes de la familia de Bernardo Sergio Seltzer fueron hallados hoy, sin vida, en su departamento de la calle Aguirre 295. Acompañamos a los seres queridos de la familia en este momento de profundo dolor”.

El caso de Bernardo Adrián Seltzer pone en evidencia el abismo que puede existir entre la imagen pública y la realidad íntima. Lo que parecía una vida de armonía y logros terminó en una tragedia que aún no encuentra explicación definitiva. La conmoción social es profunda, no solo por la brutalidad del hecho, sino por el desconcierto que genera ver caer una fachada de felicidad construida durante años.

Seltzer, el hombre que cataba vinos con amigos, que asesoraba a empresas del agro, que invertía en ladrillos y que celebraba los logros de sus hijos, se convirtió en el protagonista involuntario de una historia que nadie imaginó. Su perfil, hasta ahora asociado al éxito y la estabilidad, quedó marcado por una tragedia que aún busca respuestas.

En redes sociales, ambos compartían postales de sus viajes

El amor por su familia

La imagen pública de Bernardo Adrián Seltzer como un hombre de familia no era solo una construcción en redes sociales. En 2017, durante una disertación en el Congreso “Argentina, Supermercado del Mundo”, Seltzer habló con emoción sobre su esposa e hijos, a quienes definió como “uno de los bienes más preciados” de su vida. “Tengo dos hijos hermosos, una esposa amorosa, fantástica, que agradezco muchísimo a la vida haberla encontrado”, expresó ante el auditorio, mientras mostraba una foto familiar. Su discurso reflejaba no solo orgullo, sino también una profunda valoración de su entorno íntimo.

En ese mismo evento, Seltzer reflexionó sobre la importancia de cuidar lo que uno ama y evitar errores que pudieran dañar esa armonía. “¿Qué hago con mi familia, que es uno de los bienes más preciados que tengo?”, se preguntó en voz alta, para luego responder con una advertencia: “Me comporto, como hay que hacerlo, para que no me suceda lo que le pasa a la gente de la farándula, que dice ‘uy, cometí un error, no sabía que me estaban grabando’”. Estas palabras, que en su momento pasaron desapercibidas, hoy resuenan con una carga trágica, en medio de una investigación que aún intenta desentrañar qué ocurrió realmente en el departamento de Villa Crespo.

Por años, Bernardo Adrián Seltzer fue sinónimo de éxito profesional y vida familiar plena. Nacido el 6 de enero de 1972 en Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires, y criado en la localidad de Rivera, Seltzer construyó una carrera sólida en el mundo de los agronegocios, al tiempo que cultivaba una imagen de disfrute, vínculos afectivos y estabilidad. Sin embargo, su nombre quedó trágicamente asociado a una de las noticias policiales más estremecedoras del año: la muerte de toda su familia en su departamento de Villa Crespo a manos de su esposa.

Seltzer era un profesional respetado en el sector agroindustrial. Desde 2001 asesoraba a Granar S.A., una firma dedicada a la comercialización de granos que cotiza en la bolsa de valores. Su rol como analista y corredor lo posicionó como una figura clave en el asesoramiento de operaciones del rubro. En los últimos años, también había incursionado en el negocio inmobiliario, con inversiones en Paraguay, lo que demostraba su versatilidad y visión empresarial.

En su perfil de LinkedIn, se destacaban sus más de dos décadas de experiencia en el sector, así como su compromiso con el análisis de mercados y la toma de decisiones estratégicas. Era, sin duda, un hombre que había sabido construir una carrera sólida y reconocida.

Casado con Laura Fernanda Leguizamón, de 51 años, oriunda de Lanús, Seltzer era padre de dos hijos: Ian, de 15 años, e Ivo, de 12. Los cuatro fueron encontrados muertos el miércoles 21 de mayo dentro del departamento situado en el 6° “A” de Aguirre 295.

El matrimonio en uno de sus viajes

La familia compartía momentos que parecían sacados de una postal: vacaciones en Uruguay a principios de año, un viaje a República Dominicana en octubre para celebrar el cumpleaños de Laura, y eventos escolares como la finalización del primario de Ivo en el colegio ORT, cuyas imágenes fueron compartidas con orgullo en redes sociales.

En Instagram, Seltzer mostraba su pasión por el vino —su bebida favorita—, con fotos de copas brillantes, etiquetas reconocidas y momentos de disfrute con amigos y seres queridos. Su vida digital reflejaba una existencia plena, marcada por el goce de los pequeños placeres y los vínculos afectivos. También era fanático de Boca Juniors.

La tragedia que sacudió a Villa Crespo

El miércoles 21 de mayo, todo cambió. Los cuerpos de Seltzer, su esposa y sus dos hijos fueron hallados sin vida en su departamento de la calle Aguirre, en el barrio porteño de Villa Crespo. La escena fue descubierta por una empleada doméstica que ingresó al lugar con sus propias llaves alrededor de las 13:30. No había signos de violencia en la puerta, lo que descartó un robo como móvil del hecho.

En un primer momento, la Policía de la Ciudad manejó la hipótesis de que Seltzer había asesinado a su familia con un cuchillo de cocina y luego se había quitado la vida. La presencia del arma blanca cerca de su cuerpo reforzaba esa teoría inicial. Sin embargo, con el correr de las horas y tras los primeros análisis forenses, la investigación dio un giro inesperado: las sospechas comenzaron a centrarse en Laura Leguizamón, quien, según fuentes policiales y familiares, presentaba una patología psiquiátrica.

El matrimonio tenía dos hijos menores de edad que también fueron encontrados muertos

La División Homicidios y la Policía Científica trabajan intensamente para esclarecer los hechos. Mientras tanto, la comunidad judía, a la que pertenecía la familia, expresó su dolor a través de un comunicado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA): “Con gran conmoción, recibimos la noticia de que los cuatro integrantes de la familia de Bernardo Sergio Seltzer fueron hallados hoy, sin vida, en su departamento de la calle Aguirre 295. Acompañamos a los seres queridos de la familia en este momento de profundo dolor”.

El caso de Bernardo Adrián Seltzer pone en evidencia el abismo que puede existir entre la imagen pública y la realidad íntima. Lo que parecía una vida de armonía y logros terminó en una tragedia que aún no encuentra explicación definitiva. La conmoción social es profunda, no solo por la brutalidad del hecho, sino por el desconcierto que genera ver caer una fachada de felicidad construida durante años.

Seltzer, el hombre que cataba vinos con amigos, que asesoraba a empresas del agro, que invertía en ladrillos y que celebraba los logros de sus hijos, se convirtió en el protagonista involuntario de una historia que nadie imaginó. Su perfil, hasta ahora asociado al éxito y la estabilidad, quedó marcado por una tragedia que aún busca respuestas.

En redes sociales, ambos compartían postales de sus viajes

El amor por su familia

La imagen pública de Bernardo Adrián Seltzer como un hombre de familia no era solo una construcción en redes sociales. En 2017, durante una disertación en el Congreso “Argentina, Supermercado del Mundo”, Seltzer habló con emoción sobre su esposa e hijos, a quienes definió como “uno de los bienes más preciados” de su vida. “Tengo dos hijos hermosos, una esposa amorosa, fantástica, que agradezco muchísimo a la vida haberla encontrado”, expresó ante el auditorio, mientras mostraba una foto familiar. Su discurso reflejaba no solo orgullo, sino también una profunda valoración de su entorno íntimo.

En ese mismo evento, Seltzer reflexionó sobre la importancia de cuidar lo que uno ama y evitar errores que pudieran dañar esa armonía. “¿Qué hago con mi familia, que es uno de los bienes más preciados que tengo?”, se preguntó en voz alta, para luego responder con una advertencia: “Me comporto, como hay que hacerlo, para que no me suceda lo que le pasa a la gente de la farándula, que dice ‘uy, cometí un error, no sabía que me estaban grabando’”. Estas palabras, que en su momento pasaron desapercibidas, hoy resuenan con una carga trágica, en medio de una investigación que aún intenta desentrañar qué ocurrió realmente en el departamento de Villa Crespo.

 El padre de la familia que apareció muerta era un profesional respetado en el sector agroindustrial  LA NACION

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