Salió campeón del fútbol argentino, se refugió en Córdoba y explota un costado inexplorado: “Es mi etapa de disfrutar otras cosas”

Para comprender, quizás, el cambio de rumbo de Fernando Belluschi hay que retroceder varios años. En Los Quirquinchos, su pueblo natal, ubicado en la provincia de Santa Fe, Alfredo Belluschi –artísticamente conocido con el apellido Belusi– fue una de las voces más distinguidas del tango rosarino a finales de la década del 50’. Un poco más acá en el tiempo, su sobrino Rogelio, quien fuera también abuelo de Fernando, también afinó su oído con las notas de un bandoneón. Por eso, no es casual que el exjugador de River, San Lorenzo, Newell’s, selección argentina, entre otros tantos, encontrara en la música –principalmente en el rock & roll– un escape en medio de una lesión prolongada que, a los 41 años, lo llevó a replantearse qué hacer de su vida.
“A Alfredo no llegué a escucharlo demasiado, más allá de algunas grabaciones o vinilos que me mostró mi abuelo. De hecho, en la pensión de Newell’s, las personas más grandes me preguntaban si tenía algún nexo familiar con el cantante”, recordó Belluschi, en diálogo con LA NACION, desde Río Cuarto, Córdoba, una ciudad que le dio la oportunidad de jugar en Estudiantes, un club que milita en la segunda división del fútbol argentino.
A finales de 2023, Belluschi sufrió una severa lesión contra Deportivo Maipú que lo obligó a pasar por el quirófano. El diagnóstico: rotura de ligamentos cruzados. Tras dos operaciones –la segunda para mejorar los resultados de la intervención inicial- el talentoso mediocampista campeón con Newell’s se replanteó la posibilidad de colgar los botines.
“No me considero un exjugador, pero a la vez fui perdiendo mucho las ganas. No sé qué pasará cuando esté bien. Estoy en la etapa de disfrutar otras cosas como llevar a mis hijas a hockey, estar con la familia y que me deje de doler la rodilla para estar bien en la vida y no para saber si puedo volver a jugar al fútbol”, exclamó sobre su presente, con vistas a un porvenir alejado de una cancha de fútbol: ser periodista -o entrevistador- de bandas de rock.
A los 41, con el retiro respirándole en la nuca, entendió que la música no solo era un lugar donde poder descargarse, sino también un hábitat para desarrollarse.
“A veces uno en la vorágine de ser futbolista solamente se relaciona con colegas o gente relacionada con el deporte y no abre una puerta al resto del mundo. Vivimos en una burbuja”, subrayó, a modo de autocrítica.
Club Atlético Rock & Roll: el proyecto que desvela a Belluschi
“Si hay alguien que no pensé nunca que iba a dedicarse a esto eras vos”, escuchó Belluschi de parte de un periodista amigo. El origen de la chicana, de quien hoy puede considerarse su colega, radica en el perfil bajo que mantuvo Belluschi durante su carrera y el escaso contacto con los medios de comunicación.
La llegada a Río Cuarto, en 2022, marcó un antes y un después en su vida. No solo encontró la tranquilidad de jugar en un club sin presiones, alejado del run run mediático, sino que le sirvió para conectarse con la música desde un lugar más periodístico. Por intermedio de Leandro, manager de Kapanga, el ex River conoció al dueño del bar Elvis, donde diferentes bandas suben al escenario y brindan un show más íntimo para un público acotado.
Rolinga desde la pensión, como se describe, Belluschi entendió que debía explotar una faceta alternativa. Fue ahí donde nació Club Atlético Rock & Roll, un espacio físico donde explora el detrás de escena de los músicos y los lleva a rememorar sus inicios y la vinculación -si la hay- con el fútbol.
“La idea no es hacer una entrevista formal con las bandas, que no se hable solamente de lo que están acostumbrados a hablar. Si al músico le preguntás del último disco, de un show específico es lo mismo que cuando a nosotros (por los futbolistas) nos preguntan qué sensaciones nos queda después de un partido. Siento que todo queda ahí y no hay más nada, no hay sentimiento y es muy temporal. Las notas que hacemos están enfocadas a que el músico se abra, exprese con pasión qué siente al grabar un disco y eso es lo más divertido”, detalló para representar no solo su sentir, sino el espíritu de un proyecto que lleva un año en la plataforma Youtube.
La conexión con el rock & roll se generó a los 13 años. El recuerdo de escuchar el álbum Despedazo por mil partes de La Renga lo trasladó a otra dimensión. Lo conectó con su abuelo Rogelio y Alfredo Belluschi, de quien solo escuchó algunas piezas musicales.
En la pensión de Newell’s Old Boys, el club que lo vio nacer y lo catapultó a la fama tras la obtención del título en 2004, el mediocampista pasó horas y horas junto a Iván Borghello y otros compañeros escuchando CD’s de Los Piojos, Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota y la Mancha de Rolando. “Los gastábamos los CD’s”, recordó, entre risas, sobre una semilla que germinó años después.
“A veces la vida te lleva a lugares que no esperás. Lo más loco es que me siento cómodo, tengo buenas devoluciones de las entrevistas por parte de los músicos y eso me incentiva”, destacó Belluschi, quien entrevistó a Los Pérez García, Cuarteto de Nos, Piti Fernández, Conociendo Rusia, Kapanga, Estelares y otras tantas más que pasan por un estudio que se improvisa en el momento.
Boca compró su pase, nunca lo supo y terminó jugando… en River
Fernando Belluschi cumplió dos sueños en Newell’s: debutar en Primera División y ser campeón. Lo que no sabía –ni tampoco dimensionó en su momento- es que Boca le compró la mitad de su pase sin que él, ni su representante, lo supiesen. “Me enteré por los diarios que me había comprado Boca”, explicó, 20 años después, curado de espanto de los manejos dirigenciales en el ambiente del fútbol.
“(Eduardo) López –presidente de Newell’s- vendió la mitad de mi pase a Boca con (Mauricio) Macri de presidente. Nunca se comunicaron conmigo. Ni tampoco me contó López. Lo que sí tenía entendido es que llegado cierto tiempo pasaba automáticamente a ser propiedad de Boca”, detalló sobre una situación particular, desprolija, que lo vinculó por un tiempo a uno de los clubes más representativos del país.
Sin embargo, antes de que se active la cláusula, Daniel Passarella, entrenador de River en 2006, se encargó personalmente de viajar a Rosario y seducir al jugador, quien no lo dudó ante la búsqueda de un cambio de aire.
“Recuerdo que vino River con una propuesta firme, me ofreció un contrato y no lo dudé. De lo otro no sabía demasiado, así que decidí jugar en un lugar donde se interesaron por mí”, destacó sobre su paso al Millonario entre 2006 y 2008 antes de recalar en el Viejo continente donde vistió las camisetas de Olympiakos, Porto, Genoa y el Bursapor de Turquía.
Tras un largo camino recorrido, Belluschi indicó, a modo de resumen, que en el podio de su carrera se encuentra el título con Newell’s (2004), la consagración con el Porto en la Europa League 2011 y sus apariciones en la selección argentina donde vivió, desde adentro, los ciclos de José Pekerman, Alfio Basile, Sergio Batista, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli.
Sentado en el sillón de su casa, con un pequeño resabio por la incertidumbre de no saber cómo responderá su rodilla de aquí en más, Belluschi, en compañía de su esposa e hijas, encara un proceso de introspección que lo tiene como interlocutor, periodista, comunicador, productor y otros roles que le impiden encasillarse. “No sé cómo llamarlo”, cerró.
Para comprender, quizás, el cambio de rumbo de Fernando Belluschi hay que retroceder varios años. En Los Quirquinchos, su pueblo natal, ubicado en la provincia de Santa Fe, Alfredo Belluschi –artísticamente conocido con el apellido Belusi– fue una de las voces más distinguidas del tango rosarino a finales de la década del 50’. Un poco más acá en el tiempo, su sobrino Rogelio, quien fuera también abuelo de Fernando, también afinó su oído con las notas de un bandoneón. Por eso, no es casual que el exjugador de River, San Lorenzo, Newell’s, selección argentina, entre otros tantos, encontrara en la música –principalmente en el rock & roll– un escape en medio de una lesión prolongada que, a los 41 años, lo llevó a replantearse qué hacer de su vida.
“A Alfredo no llegué a escucharlo demasiado, más allá de algunas grabaciones o vinilos que me mostró mi abuelo. De hecho, en la pensión de Newell’s, las personas más grandes me preguntaban si tenía algún nexo familiar con el cantante”, recordó Belluschi, en diálogo con LA NACION, desde Río Cuarto, Córdoba, una ciudad que le dio la oportunidad de jugar en Estudiantes, un club que milita en la segunda división del fútbol argentino.
A finales de 2023, Belluschi sufrió una severa lesión contra Deportivo Maipú que lo obligó a pasar por el quirófano. El diagnóstico: rotura de ligamentos cruzados. Tras dos operaciones –la segunda para mejorar los resultados de la intervención inicial- el talentoso mediocampista campeón con Newell’s se replanteó la posibilidad de colgar los botines.
“No me considero un exjugador, pero a la vez fui perdiendo mucho las ganas. No sé qué pasará cuando esté bien. Estoy en la etapa de disfrutar otras cosas como llevar a mis hijas a hockey, estar con la familia y que me deje de doler la rodilla para estar bien en la vida y no para saber si puedo volver a jugar al fútbol”, exclamó sobre su presente, con vistas a un porvenir alejado de una cancha de fútbol: ser periodista -o entrevistador- de bandas de rock.
A los 41, con el retiro respirándole en la nuca, entendió que la música no solo era un lugar donde poder descargarse, sino también un hábitat para desarrollarse.
“A veces uno en la vorágine de ser futbolista solamente se relaciona con colegas o gente relacionada con el deporte y no abre una puerta al resto del mundo. Vivimos en una burbuja”, subrayó, a modo de autocrítica.
Club Atlético Rock & Roll: el proyecto que desvela a Belluschi
“Si hay alguien que no pensé nunca que iba a dedicarse a esto eras vos”, escuchó Belluschi de parte de un periodista amigo. El origen de la chicana, de quien hoy puede considerarse su colega, radica en el perfil bajo que mantuvo Belluschi durante su carrera y el escaso contacto con los medios de comunicación.
La llegada a Río Cuarto, en 2022, marcó un antes y un después en su vida. No solo encontró la tranquilidad de jugar en un club sin presiones, alejado del run run mediático, sino que le sirvió para conectarse con la música desde un lugar más periodístico. Por intermedio de Leandro, manager de Kapanga, el ex River conoció al dueño del bar Elvis, donde diferentes bandas suben al escenario y brindan un show más íntimo para un público acotado.
Rolinga desde la pensión, como se describe, Belluschi entendió que debía explotar una faceta alternativa. Fue ahí donde nació Club Atlético Rock & Roll, un espacio físico donde explora el detrás de escena de los músicos y los lleva a rememorar sus inicios y la vinculación -si la hay- con el fútbol.
“La idea no es hacer una entrevista formal con las bandas, que no se hable solamente de lo que están acostumbrados a hablar. Si al músico le preguntás del último disco, de un show específico es lo mismo que cuando a nosotros (por los futbolistas) nos preguntan qué sensaciones nos queda después de un partido. Siento que todo queda ahí y no hay más nada, no hay sentimiento y es muy temporal. Las notas que hacemos están enfocadas a que el músico se abra, exprese con pasión qué siente al grabar un disco y eso es lo más divertido”, detalló para representar no solo su sentir, sino el espíritu de un proyecto que lleva un año en la plataforma Youtube.
La conexión con el rock & roll se generó a los 13 años. El recuerdo de escuchar el álbum Despedazo por mil partes de La Renga lo trasladó a otra dimensión. Lo conectó con su abuelo Rogelio y Alfredo Belluschi, de quien solo escuchó algunas piezas musicales.
En la pensión de Newell’s Old Boys, el club que lo vio nacer y lo catapultó a la fama tras la obtención del título en 2004, el mediocampista pasó horas y horas junto a Iván Borghello y otros compañeros escuchando CD’s de Los Piojos, Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota y la Mancha de Rolando. “Los gastábamos los CD’s”, recordó, entre risas, sobre una semilla que germinó años después.
“A veces la vida te lleva a lugares que no esperás. Lo más loco es que me siento cómodo, tengo buenas devoluciones de las entrevistas por parte de los músicos y eso me incentiva”, destacó Belluschi, quien entrevistó a Los Pérez García, Cuarteto de Nos, Piti Fernández, Conociendo Rusia, Kapanga, Estelares y otras tantas más que pasan por un estudio que se improvisa en el momento.
Boca compró su pase, nunca lo supo y terminó jugando… en River
Fernando Belluschi cumplió dos sueños en Newell’s: debutar en Primera División y ser campeón. Lo que no sabía –ni tampoco dimensionó en su momento- es que Boca le compró la mitad de su pase sin que él, ni su representante, lo supiesen. “Me enteré por los diarios que me había comprado Boca”, explicó, 20 años después, curado de espanto de los manejos dirigenciales en el ambiente del fútbol.
“(Eduardo) López –presidente de Newell’s- vendió la mitad de mi pase a Boca con (Mauricio) Macri de presidente. Nunca se comunicaron conmigo. Ni tampoco me contó López. Lo que sí tenía entendido es que llegado cierto tiempo pasaba automáticamente a ser propiedad de Boca”, detalló sobre una situación particular, desprolija, que lo vinculó por un tiempo a uno de los clubes más representativos del país.
Sin embargo, antes de que se active la cláusula, Daniel Passarella, entrenador de River en 2006, se encargó personalmente de viajar a Rosario y seducir al jugador, quien no lo dudó ante la búsqueda de un cambio de aire.
“Recuerdo que vino River con una propuesta firme, me ofreció un contrato y no lo dudé. De lo otro no sabía demasiado, así que decidí jugar en un lugar donde se interesaron por mí”, destacó sobre su paso al Millonario entre 2006 y 2008 antes de recalar en el Viejo continente donde vistió las camisetas de Olympiakos, Porto, Genoa y el Bursapor de Turquía.
Tras un largo camino recorrido, Belluschi indicó, a modo de resumen, que en el podio de su carrera se encuentra el título con Newell’s (2004), la consagración con el Porto en la Europa League 2011 y sus apariciones en la selección argentina donde vivió, desde adentro, los ciclos de José Pekerman, Alfio Basile, Sergio Batista, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli.
Sentado en el sillón de su casa, con un pequeño resabio por la incertidumbre de no saber cómo responderá su rodilla de aquí en más, Belluschi, en compañía de su esposa e hijas, encara un proceso de introspección que lo tiene como interlocutor, periodista, comunicador, productor y otros roles que le impiden encasillarse. “No sé cómo llamarlo”, cerró.
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