Advertencia de un influyente think tank sobre la economía argentina

CÓRDOBA.- A dos meses de iniciada la “tercera etapa” del plan económico de Javier Milei, el Ieral de la Fundación Mediterránea proyecta que la recuperación de la actividad hacia adelante será más lenta y que la inflación podría llegar a octubre en niveles más bajos que los actuales, a la vez que alertó sobre los problemas de competitividad. Las luces amarillas la marcan, por ejemplo, la aceleración de las importaciones industriales desde Brasil. “Es un problema que no lo puede resolver la política cambiaria”, señaló el economista Osvaldo Giordano.
Planteó que la “acelerada” baja de la inflación decidida por el Gobierno pone en evidencia y profundiza la “vulnerabilidad productiva”. Los déficits de productividad, dijo, se vienen acumulando desde hace mucho tiempo y por eso “urgen” las reformas, como la tributaria y la laboral, incluidas en el Pacto de Mayo, que se firmó hace casi un año entre Nación y la mayoría de los gobernadores.
Los industriales vienen planteando la preocupación sobre la falta de competitividad, en especial con Brasil, donde muchas empresas argentinas también producen y pueden importar directamente. En esa línea, Jorge Vasconcelos analizó la evolución del intercambio de comercio exterior industrial en los primeros cinco meses del año: las importaciones argentinas de origen brasileño subieron 50%, mientras que las exportaciones a ese país muestran variación cero en igual período. Los datos de mayo muestran que esa brecha de 50 puntos porcentuales entre la variación de las importaciones y la de las exportaciones se ha ampliado a 63 puntos y las estimaciones dan un déficit de US$5.000 millones en el comercio bilateral este año.
La investigadora Laura Caullo completó el panorama con que, una vez recuperada la estabilidad macroeconómica, mejorar la productividad laboral es clave. Según datos del Banco Mundial, entre 2011 y 2023 la de la Argentina cayó 12% (una tendencia agudizada desde 2018).
En los países asiáticos, en ese lapso, creció entre 17% y 25%; en Chile mejoró 11% y en Brasil -aunque con altibajos- está por encima del local. Estados Unidos y Alemania, mercados laborales más maduros y con niveles de ingreso más elevados, mostraron un alza del 16% y del 4%, respectivamente.
“Es cierto que en Brasil hay una depreciación de su moneda -añadió Giordano-, pero avanzaron en reformas laboral y previsional y en algo de lo tributario. No se puede resolver el problema de competitividad con la política cambiaria, que podría dar algún alivio con un dólar más cercano a los $1.300, sino que hay que dar respuestas con modificaciones estructurales”.
Sostuvo que demorarlas hasta después de las elecciones de octubre, como parece indicar la dinámica oficialista, es darle “un excesivo significado a ese comicio, ya que aun yéndole muy bien a La Libertad Avanza necesitará de acuerdos. Los gobernadores con los que tiene que encarar las reformas, seguirán siendo los mismos”.
Perspectivas
La Mediterránea entiende que el fuerte dinamismo de importaciones de bienes y servicios reales, incluido turismo (por el emisivo podrían salir unos US$10.000 millones, calculó Marcos Cohen Arazi), está llevando el resultado de la cuenta corriente del balance de pagos de un superávit de 1% del PIB en 2024 a un déficit que podría acercarse a los dos puntos del PIB en 2025.
Giordano indicó que la recuperación económica que fue “en V” hasta marzo se “aletargaría”. Enfatizó que hay que diferenciar entre “recuperación y crecimiento, para el cual es clave la productividad”.
Sobre el plan para que los argentinos “usen los dólares del colchón”, el economista señaló que “puede ser eficaz” y dijo que el proyecto de ley enviado al Congreso para blindar a los ahorristas que usen esas divisas “está bien diseñado. No es un relajamiento de normas, aunque siempre es injusto para el que pagó”.
CÓRDOBA.- A dos meses de iniciada la “tercera etapa” del plan económico de Javier Milei, el Ieral de la Fundación Mediterránea proyecta que la recuperación de la actividad hacia adelante será más lenta y que la inflación podría llegar a octubre en niveles más bajos que los actuales, a la vez que alertó sobre los problemas de competitividad. Las luces amarillas la marcan, por ejemplo, la aceleración de las importaciones industriales desde Brasil. “Es un problema que no lo puede resolver la política cambiaria”, señaló el economista Osvaldo Giordano.
Planteó que la “acelerada” baja de la inflación decidida por el Gobierno pone en evidencia y profundiza la “vulnerabilidad productiva”. Los déficits de productividad, dijo, se vienen acumulando desde hace mucho tiempo y por eso “urgen” las reformas, como la tributaria y la laboral, incluidas en el Pacto de Mayo, que se firmó hace casi un año entre Nación y la mayoría de los gobernadores.
Los industriales vienen planteando la preocupación sobre la falta de competitividad, en especial con Brasil, donde muchas empresas argentinas también producen y pueden importar directamente. En esa línea, Jorge Vasconcelos analizó la evolución del intercambio de comercio exterior industrial en los primeros cinco meses del año: las importaciones argentinas de origen brasileño subieron 50%, mientras que las exportaciones a ese país muestran variación cero en igual período. Los datos de mayo muestran que esa brecha de 50 puntos porcentuales entre la variación de las importaciones y la de las exportaciones se ha ampliado a 63 puntos y las estimaciones dan un déficit de US$5.000 millones en el comercio bilateral este año.
La investigadora Laura Caullo completó el panorama con que, una vez recuperada la estabilidad macroeconómica, mejorar la productividad laboral es clave. Según datos del Banco Mundial, entre 2011 y 2023 la de la Argentina cayó 12% (una tendencia agudizada desde 2018).
En los países asiáticos, en ese lapso, creció entre 17% y 25%; en Chile mejoró 11% y en Brasil -aunque con altibajos- está por encima del local. Estados Unidos y Alemania, mercados laborales más maduros y con niveles de ingreso más elevados, mostraron un alza del 16% y del 4%, respectivamente.
“Es cierto que en Brasil hay una depreciación de su moneda -añadió Giordano-, pero avanzaron en reformas laboral y previsional y en algo de lo tributario. No se puede resolver el problema de competitividad con la política cambiaria, que podría dar algún alivio con un dólar más cercano a los $1.300, sino que hay que dar respuestas con modificaciones estructurales”.
Sostuvo que demorarlas hasta después de las elecciones de octubre, como parece indicar la dinámica oficialista, es darle “un excesivo significado a ese comicio, ya que aun yéndole muy bien a La Libertad Avanza necesitará de acuerdos. Los gobernadores con los que tiene que encarar las reformas, seguirán siendo los mismos”.
Perspectivas
La Mediterránea entiende que el fuerte dinamismo de importaciones de bienes y servicios reales, incluido turismo (por el emisivo podrían salir unos US$10.000 millones, calculó Marcos Cohen Arazi), está llevando el resultado de la cuenta corriente del balance de pagos de un superávit de 1% del PIB en 2024 a un déficit que podría acercarse a los dos puntos del PIB en 2025.
Giordano indicó que la recuperación económica que fue “en V” hasta marzo se “aletargaría”. Enfatizó que hay que diferenciar entre “recuperación y crecimiento, para el cual es clave la productividad”.
Sobre el plan para que los argentinos “usen los dólares del colchón”, el economista señaló que “puede ser eficaz” y dijo que el proyecto de ley enviado al Congreso para blindar a los ahorristas que usen esas divisas “está bien diseñado. No es un relajamiento de normas, aunque siempre es injusto para el que pagó”.
Incluso la productividad de Brasil, que es baja, está por encima de la local; las importaciones industriales desde ese socio comercial aumentaron 50% entre enero y mayo, pero no se movieron las exportaciones LA NACION