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Inversión de US$6 millones: una de las mayores cooperativas agrícolas del país inaugurará una planta de insumos biológicos

En un contexto donde los insumos biológicos ganan cada vez más terreno en la agricultura, una de las cooperativas agrícolas más grandes del país decidió dar un paso estratégico: destinó US$6 millones a la construcción de una planta propia en Ramallo, Buenos Aires. Se trata de Agricultores Federados Argentinos SCL (AFA), que inaugurará pasado mañana una nueva unidad productiva en el Parque Industrial Comirsa, bautizada BioAFA.

En diálogo con LA NACION, José Luis Nardia, gerente de Insumos de la cooperativa y responsable del proyecto, explicó que la iniciativa surgió como parte de un proceso de transformación del mercado de insumos, marcado por la búsqueda de alternativas más sostenibles y el avance de nuevas tecnologías. “Esto se enmarca en una tendencia global que otorga cada vez mayor importancia a los insumos más amigables con el ambiente. En ese grupo están los bioestimulantes y productos biológicos, que además hacen más eficiente el uso de fitosanitarios. No los reemplazan, pero los complementan. Esa eficiencia se refleja en menor dosis o mejor rendimiento del producto. En algunos casos puntuales, los biofúngicos o bioinsecticidas pueden llegar a sustituir agroquímicos, aunque su principal función sigue siendo la de acompañamiento”, explicó.

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Nosotros hace mucho tiempo que venimos comercializando productos, pero siempre lo hicimos a través de convenios con terceras empresas. Esta vez decidimos producirlos nosotros”, agregó.

La planta BioAFA comenzó a construirse en febrero de 2024. Cuenta con una superficie de 1700 metros cuadrados y estará equipada con tecnología de última generación para fermentación, formulación y envasado. En su primer año operativo se espera que produzca alrededor de 600.000 dosis, con capacidad para cubrir más de 1,5 millones de hectáreas por campaña.

Así como ya venimos trabajando con una planta de fitosanitarios, surgió también la idea de desarrollar una nueva planta de biológicos. La apuesta es ampliar hacia productos desarrollados con insumos naturales, destinados a mejorar la productividad, pero con menor impacto”, agregó Nardia. AFA ya cuenta con una planta de formulación de herbicidas, insecticidas, fungicidas y coadyuvantes.

Insumos

El primer desarrollo de BioAFA será una línea de inoculantes para soja. Según Nardia, se trata de una formulación “tope de gama” que marcará el inicio de futuras líneas de productos bajo la marca propia de la cooperativa.

Los biológicos ganan presencia en el mundo

El crecimiento de este tipo de insumos está influenciado tanto por la demanda interna como por la evolución del mercado internacional. “Son ambas cosas. Por un lado, hay una demanda directa de nuestros socios y productores. Y, por otro, interés de otras empresas”, explicó. En países como Brasil o Uruguay, el uso de biofungicidas e insecticidas naturales está más avanzado, mientras que en la Argentina la adopción es creciente, aunque con ritmos dispares.

A pesar del avance, Nardia aclaró que los biológicos no reemplazarán completamente a los agroquímicos tradicionales en el corto plazo. “No creo que los biológicos reemplacen a los productos tradicionales, al menos en el corto o mediano plazo. Tal vez dentro de unas décadas sí. Hoy son un complemento dentro de una agricultura más amigable, ecológica y sostenible. También tienen que ser sostenibles en el tiempo. Que el productor pueda ver los beneficios.”

El ejecutivo advirtió que uno de los principales desafíos del segmento radica en los tiempos necesarios para observar resultados. “Yo lo describo como una venta artesanal, porque se necesitan productos de calidad, condiciones adecuadas, seguimiento técnico y la posibilidad de que el productor vea los resultados. Esto implica un trabajo de posventa. A diferencia de un herbicida, que sus efectos se ven rápidamente al secar la maleza, en este caso los beneficios se ven más adelante. Mejor enraizamiento, desarrollo de la planta y mayor potencial de rendimiento al final de la campaña”, explicó.

Los biológicos complementan los agroquímicos

Con más de 92 años de trayectoria, Agricultores Federados Argentinos cuenta actualmente con más de 36.000 asociados activos, presencia en más de 130 localidades distribuidas en 10 provincias argentinas y una red de 26 Centros Cooperativos Primarios. Su casa central está en Rosario, Santa Fe, y emplea a unas 1700 personas en todo el país.

La puesta en marcha de BioAFA se suma a una serie de iniciativas con las que la cooperativa busca mantenerse vigente, competitiva y al servicio de sus asociados. “No venimos a reemplazar todo lo que se usa hoy, pero sí a sumar una herramienta más. Una herramienta que responde a lo que viene. Queremos que nuestros productores tengan acceso a esa tecnología desde el primer momento”, concluyó Nardia.

En un contexto donde los insumos biológicos ganan cada vez más terreno en la agricultura, una de las cooperativas agrícolas más grandes del país decidió dar un paso estratégico: destinó US$6 millones a la construcción de una planta propia en Ramallo, Buenos Aires. Se trata de Agricultores Federados Argentinos SCL (AFA), que inaugurará pasado mañana una nueva unidad productiva en el Parque Industrial Comirsa, bautizada BioAFA.

En diálogo con LA NACION, José Luis Nardia, gerente de Insumos de la cooperativa y responsable del proyecto, explicó que la iniciativa surgió como parte de un proceso de transformación del mercado de insumos, marcado por la búsqueda de alternativas más sostenibles y el avance de nuevas tecnologías. “Esto se enmarca en una tendencia global que otorga cada vez mayor importancia a los insumos más amigables con el ambiente. En ese grupo están los bioestimulantes y productos biológicos, que además hacen más eficiente el uso de fitosanitarios. No los reemplazan, pero los complementan. Esa eficiencia se refleja en menor dosis o mejor rendimiento del producto. En algunos casos puntuales, los biofúngicos o bioinsecticidas pueden llegar a sustituir agroquímicos, aunque su principal función sigue siendo la de acompañamiento”, explicó.

Una revancha para el maíz: tres líderes hablan de lo último para un cultivo Fórmula 1

Nosotros hace mucho tiempo que venimos comercializando productos, pero siempre lo hicimos a través de convenios con terceras empresas. Esta vez decidimos producirlos nosotros”, agregó.

La planta BioAFA comenzó a construirse en febrero de 2024. Cuenta con una superficie de 1700 metros cuadrados y estará equipada con tecnología de última generación para fermentación, formulación y envasado. En su primer año operativo se espera que produzca alrededor de 600.000 dosis, con capacidad para cubrir más de 1,5 millones de hectáreas por campaña.

Así como ya venimos trabajando con una planta de fitosanitarios, surgió también la idea de desarrollar una nueva planta de biológicos. La apuesta es ampliar hacia productos desarrollados con insumos naturales, destinados a mejorar la productividad, pero con menor impacto”, agregó Nardia. AFA ya cuenta con una planta de formulación de herbicidas, insecticidas, fungicidas y coadyuvantes.

Insumos

El primer desarrollo de BioAFA será una línea de inoculantes para soja. Según Nardia, se trata de una formulación “tope de gama” que marcará el inicio de futuras líneas de productos bajo la marca propia de la cooperativa.

Los biológicos ganan presencia en el mundo

El crecimiento de este tipo de insumos está influenciado tanto por la demanda interna como por la evolución del mercado internacional. “Son ambas cosas. Por un lado, hay una demanda directa de nuestros socios y productores. Y, por otro, interés de otras empresas”, explicó. En países como Brasil o Uruguay, el uso de biofungicidas e insecticidas naturales está más avanzado, mientras que en la Argentina la adopción es creciente, aunque con ritmos dispares.

A pesar del avance, Nardia aclaró que los biológicos no reemplazarán completamente a los agroquímicos tradicionales en el corto plazo. “No creo que los biológicos reemplacen a los productos tradicionales, al menos en el corto o mediano plazo. Tal vez dentro de unas décadas sí. Hoy son un complemento dentro de una agricultura más amigable, ecológica y sostenible. También tienen que ser sostenibles en el tiempo. Que el productor pueda ver los beneficios.”

El ejecutivo advirtió que uno de los principales desafíos del segmento radica en los tiempos necesarios para observar resultados. “Yo lo describo como una venta artesanal, porque se necesitan productos de calidad, condiciones adecuadas, seguimiento técnico y la posibilidad de que el productor vea los resultados. Esto implica un trabajo de posventa. A diferencia de un herbicida, que sus efectos se ven rápidamente al secar la maleza, en este caso los beneficios se ven más adelante. Mejor enraizamiento, desarrollo de la planta y mayor potencial de rendimiento al final de la campaña”, explicó.

Los biológicos complementan los agroquímicos

Con más de 92 años de trayectoria, Agricultores Federados Argentinos cuenta actualmente con más de 36.000 asociados activos, presencia en más de 130 localidades distribuidas en 10 provincias argentinas y una red de 26 Centros Cooperativos Primarios. Su casa central está en Rosario, Santa Fe, y emplea a unas 1700 personas en todo el país.

La puesta en marcha de BioAFA se suma a una serie de iniciativas con las que la cooperativa busca mantenerse vigente, competitiva y al servicio de sus asociados. “No venimos a reemplazar todo lo que se usa hoy, pero sí a sumar una herramienta más. Una herramienta que responde a lo que viene. Queremos que nuestros productores tengan acceso a esa tecnología desde el primer momento”, concluyó Nardia.

 AFA construyó en Ramallo un establecimiento con capacidad de producción para cubrir más de 1,5 millones de hectáreas por campaña  LA NACION

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