Marcos Galperin contó detalles de su salida como CEO de Mercado Libre y reveló que usó la IA para escribir su carta de renuncia
La carta fue lo último. El proceso, en cambio, había empezado más de una década antes. Marcos Galperin pensó su salida como CEO de Mercado Libre durante años. Pero fue recién en mayo, cuando se anunció la transición y nombró a Ariel Szarfsztejn como su sucesor -quien asumirá en enero de 2026- que avanzó. El mensaje que publicó entonces, breve y calculado, lo escribió en 15 minutos y lo pulió con inteligencia artificial antes de enviárselo a su equipo.
Semanas después del anuncio, el fundador de la compañía repasó el sinuoso camino hacia esa decisión, habló del disciplinado modelo de liderazgo y la cultura de trabajo en el gigante del e-commerce, y ofreció su mirada sobre la política en la Argentina.
“La carta fue por lejos lo más fácil; lo último que hice. En 15 minutos la escribí, la pasé a ChatGPT para pulir y la mandé a mi equipo”, confiesa al comienzo del último lanzamiento de Escaladores, el podcast que reúne testimonios de las personas más importantes de Mercado Libre y fue creado por el socio sénior de Bain & Co., Federico Eisner. En una serie de tres episodios de unos 40 minutos cada uno, Galperin también cuenta la trastienda de la compañía que emplea a más de 76.000 personas a nivel global.
“Hay muchas declaraciones mías en las que dije que a los 40 años me iba a retirar. Después dije a los 45, y después ya no dije más nada, porque todos los que reportaban a mí empezaban a hacer cuentas y eso generaba ansiedad”, afirma. Revela que el verdadero barómetro para su retiro fue la competencia con Amazon, que llegó a Latinoamérica con su desembarco en Brasil, en 2012, con la venta de libros electrónicos y contenido por streaming. Luego, la empresa de Jeff Bezos expandió sus operaciones a México en 2015, ofreciendo una gama más amplia de productos físicos. Con esto, reconoce Galperin, su paso al costado como CEO se corrió 10 años. “Ese tal vez fue el desafío más importante que tuvimos hasta ahora”, subraya en su primera entrevista después de la que le dio a José del Rio en LA NACION meses atrás.
No tenía necesidad ni ganas de dejar Mercado Libre. “Es un lugar fascinante, cambiante, dinámico, y donde se puede agregar valor en poco tiempo”, define. Enumera –algunos– logros de la empresa fundada en un garage: ingresos aproximados de 30.000 millones de dólares al año y un crecimiento del 50% anual, entre otras loas para su emprendimiento devenido en la empresa argentina de mayor valor en el mundo. La decisión, dice con la voz algo quebrada, le costó “muchísimo” y fue muy charlada con su mujer, Karina, a quien define como la compañera de vida que lo banca en todo.
Galperin se puso condiciones: que la compañía estuviera “muy bien”, que se sintiera confiado en su sucesor y en el equipo, y que su hija menor hubiera terminado el colegio secundario. “Me di cuenta de que mi cerebro me estaba engañando, que después de cumplir con todas las condiciones que me ponía, me inventaba excusas”, dice. Así, en enero de este año comenzó a carburar el operativo de su salida, y destaca a su socio brasileño, Stelleo Tolda, como alguien clave para el proceso.
“Hace cuatro años yo le pedí a Stelleo que diera un paso al costado [en su rol de presidente de la empresa] para poder ofrecerle el puesto a Ari, porque necesitábamos verlo en un rol de mayor responsabilidad”, explica Galperin. Así comenzó el entrenamiento para el CEO que tomará las riendas de la empresa a partir de enero de 2026. “Una cosa es tener un plan de sucesión y otra es ejecutarlo”, indica, y advierte: “Fueron momentos de mucha, mucha carga emocional; todo lo que me costó era por mí, por mis emociones. Racionalmente siempre entendí que era la decisión correcta, y eso me deja muy tranquilo”.
Modelo disciplinado
Existen en el mundo sólo 12 fundadores de empresas valoradas hoy en más de US$100.000 millones y que lideraron sus compañías por 25 o más años. La lista, advierte Federico Eisner, la encabeza Bezos y tiene a Galperin en el puesto 8 del ranking mundial.
“Para mí esto fue siempre un camino. No existe la cima. Siempre vi el objetivo como disfrutar el proceso. Empezar Mercado Libre fue tortuoso, muy angustiante, y es de lo poco que no extraño. Pero más allá de eso, siempre disfruté el camino y no siento que haya una cima; es una montaña que no termina nunca”, observa el CEO en sus últimos meses en función.
Galperin define su compañía como un equipo de deporte de élite. “Nos llevamos muy bien, pero todos somos conscientes de que somos un equipo, no una familia”, explica. Acude a una analogía futbolera para desentrañar los manejos en MELI: “Si sos el 9 y erraste tres goles, vas al banco, y hasta tal vez conviene que no estés y seas parte de la comunidad que apoya”, plantea. “Los que entran a la cancha tienen que meter goles”, insiste.
Y es que en la industria, subraya, no hay tiempo para grandes celebraciones ni homenajes. “La industria no para y la competencia está entrenando para ganarte. Es muy competitivo, muy cambiante. Además, creo que es más divertido mirar para adelante que mirar para atrás”.
Una de las claves que Galperin atribuye al éxito de Mercado Libre es la forma en la que se discuten las ideas. “Nunca una decisión es mía o de alguien”, dice y continúa: “Creo que una de las razones por las que nos ha ido tan bien es ese proceso, que es sanísimo. Es un proceso de honestidad cruel, de discutir las ideas sin que nos importe lo políticamente correcto, sin que nadie se ofenda, porque realmente no hay malas intenciones”.
De nuevo sobre su salida como CEO, insiste en que nadie lo “obligó” a tomar la decisión. “Estoy dando el ejemplo, estoy renunciando a mi sueldo, a mi cargo, a la posición, porque quien lidere esta empresa no puede estar enfocado en Mercado Libre y en otras cosas. MercadoLibre tiene que ser tu vida. Así que eso también es dar el ejemplo, y creo que eso es lo más importante: liderar con el ejemplo. Antes era el capitán, y ahora voy a ser técnico”, resume.
Lanza entonces una chicana a otros gigantes de la industria. “No me veo ni comprando un medio ni mandando cohetes a la Luna ni a Marte. Me apasiona Mercado Libre y no me veo ni metiéndome en la política ni yéndome a eso. Tal vez termine ahí, eh. No quiere decir que no lo voy a hacer, pero no es lo que me gusta ni lo que siento, y hoy no lo visualizo para nada”, abre.
El legado
En América Latina hay 600 millones de personas: 100 millones utilizan Mercado Libre o Mercado Pago. “A mí no me deja de emocionar nunca”, dice el experto en negocios graduado en Stanford. Y anticipa: “Hay muchas otras áreas donde creo que Mercado Libre va a mirar, y donde creemos que podemos agregar valor, nos vamos a meter”.
“Tener a todo el mundo conectado con todo el mundo es algo que el cerebro humano no tiene la capacidad de entender. El poder conectar a costo marginal a 8000 millones de personas en tiempo inmediato hace que todo cambie, ni hablar en educación. El conocimiento dejó de ser algo de las élites, debería estar completamente masificado, y es algo que me frustra muchísimo”.
Convencido de que su trabajo duro y esfuerzo cosecharon los frutos en la empresa que construyó hace 26 años, dice que le cuesta quedarse callado cuando lo atacan, pero que está aprendiendo en esa dirección. “Lo que hemos hecho está buenísimo para la región en general y está particularmente bueno para la Argentina”, advierte, y agrega: “Siento la tranquilidad de que Mercado Libre llegó a un lugar tan claro y tan evidente que no hace falta más salir a defenderlo de algunas críticas que son realmente patéticas”.
Galperin se convirtió, sobre todo desde el triunfo de Javier Milei en la carrera presidencial de 2023, en un ávido usuario en las redes. A pesar de celebrar públicamente medidas económicas del oficialismo –algo que no solía hacer con otros gobiernos– asegura que la política no le interesa. “La política realmente no me interesa. Me frustra mucho, me frustra muchísimo ver muchas veces a las sociedades confundidas yendo en el camino equivocado, y me gusta ser protagonista, no me gusta ser observador”, dice.
Así, contrasta el universo de la política con su compañía: “El mundo de la política no tiene nada que ver con lo que es Mercado Libre, que es un lugar donde se dice la verdad de frente, se busca lo mejor. El mundo de la política es realmente lo opuesto a eso, y no me interesa, no me gusta”, sigue.Hacia el final de su paso por el podcast, Galperin vuelve a su familia, algo que casi siempre deja en reserva. “Karina me baja a tierra y es muy curiosa mi relación con ella. Somos dos personas muy distintas y nos adoramos. Me ha bancado ciegamente en todas y me complementa muy bien; me hace muy bien. Muchas de las cosas que la gente admira de mí no se dan cuenta de que detrás de eso está Karina. Es la compañera en mi proyecto más importante: mis hijos, que son todo, ellos son los que voy a dejar”, cierra.
La carta fue lo último. El proceso, en cambio, había empezado más de una década antes. Marcos Galperin pensó su salida como CEO de Mercado Libre durante años. Pero fue recién en mayo, cuando se anunció la transición y nombró a Ariel Szarfsztejn como su sucesor -quien asumirá en enero de 2026- que avanzó. El mensaje que publicó entonces, breve y calculado, lo escribió en 15 minutos y lo pulió con inteligencia artificial antes de enviárselo a su equipo.
Semanas después del anuncio, el fundador de la compañía repasó el sinuoso camino hacia esa decisión, habló del disciplinado modelo de liderazgo y la cultura de trabajo en el gigante del e-commerce, y ofreció su mirada sobre la política en la Argentina.
“La carta fue por lejos lo más fácil; lo último que hice. En 15 minutos la escribí, la pasé a ChatGPT para pulir y la mandé a mi equipo”, confiesa al comienzo del último lanzamiento de Escaladores, el podcast que reúne testimonios de las personas más importantes de Mercado Libre y fue creado por el socio sénior de Bain & Co., Federico Eisner. En una serie de tres episodios de unos 40 minutos cada uno, Galperin también cuenta la trastienda de la compañía que emplea a más de 76.000 personas a nivel global.
“Hay muchas declaraciones mías en las que dije que a los 40 años me iba a retirar. Después dije a los 45, y después ya no dije más nada, porque todos los que reportaban a mí empezaban a hacer cuentas y eso generaba ansiedad”, afirma. Revela que el verdadero barómetro para su retiro fue la competencia con Amazon, que llegó a Latinoamérica con su desembarco en Brasil, en 2012, con la venta de libros electrónicos y contenido por streaming. Luego, la empresa de Jeff Bezos expandió sus operaciones a México en 2015, ofreciendo una gama más amplia de productos físicos. Con esto, reconoce Galperin, su paso al costado como CEO se corrió 10 años. “Ese tal vez fue el desafío más importante que tuvimos hasta ahora”, subraya en su primera entrevista después de la que le dio a José del Rio en LA NACION meses atrás.
No tenía necesidad ni ganas de dejar Mercado Libre. “Es un lugar fascinante, cambiante, dinámico, y donde se puede agregar valor en poco tiempo”, define. Enumera –algunos– logros de la empresa fundada en un garage: ingresos aproximados de 30.000 millones de dólares al año y un crecimiento del 50% anual, entre otras loas para su emprendimiento devenido en la empresa argentina de mayor valor en el mundo. La decisión, dice con la voz algo quebrada, le costó “muchísimo” y fue muy charlada con su mujer, Karina, a quien define como la compañera de vida que lo banca en todo.
Galperin se puso condiciones: que la compañía estuviera “muy bien”, que se sintiera confiado en su sucesor y en el equipo, y que su hija menor hubiera terminado el colegio secundario. “Me di cuenta de que mi cerebro me estaba engañando, que después de cumplir con todas las condiciones que me ponía, me inventaba excusas”, dice. Así, en enero de este año comenzó a carburar el operativo de su salida, y destaca a su socio brasileño, Stelleo Tolda, como alguien clave para el proceso.
“Hace cuatro años yo le pedí a Stelleo que diera un paso al costado [en su rol de presidente de la empresa] para poder ofrecerle el puesto a Ari, porque necesitábamos verlo en un rol de mayor responsabilidad”, explica Galperin. Así comenzó el entrenamiento para el CEO que tomará las riendas de la empresa a partir de enero de 2026. “Una cosa es tener un plan de sucesión y otra es ejecutarlo”, indica, y advierte: “Fueron momentos de mucha, mucha carga emocional; todo lo que me costó era por mí, por mis emociones. Racionalmente siempre entendí que era la decisión correcta, y eso me deja muy tranquilo”.
Modelo disciplinado
Existen en el mundo sólo 12 fundadores de empresas valoradas hoy en más de US$100.000 millones y que lideraron sus compañías por 25 o más años. La lista, advierte Federico Eisner, la encabeza Bezos y tiene a Galperin en el puesto 8 del ranking mundial.
“Para mí esto fue siempre un camino. No existe la cima. Siempre vi el objetivo como disfrutar el proceso. Empezar Mercado Libre fue tortuoso, muy angustiante, y es de lo poco que no extraño. Pero más allá de eso, siempre disfruté el camino y no siento que haya una cima; es una montaña que no termina nunca”, observa el CEO en sus últimos meses en función.
Galperin define su compañía como un equipo de deporte de élite. “Nos llevamos muy bien, pero todos somos conscientes de que somos un equipo, no una familia”, explica. Acude a una analogía futbolera para desentrañar los manejos en MELI: “Si sos el 9 y erraste tres goles, vas al banco, y hasta tal vez conviene que no estés y seas parte de la comunidad que apoya”, plantea. “Los que entran a la cancha tienen que meter goles”, insiste.
Y es que en la industria, subraya, no hay tiempo para grandes celebraciones ni homenajes. “La industria no para y la competencia está entrenando para ganarte. Es muy competitivo, muy cambiante. Además, creo que es más divertido mirar para adelante que mirar para atrás”.
Una de las claves que Galperin atribuye al éxito de Mercado Libre es la forma en la que se discuten las ideas. “Nunca una decisión es mía o de alguien”, dice y continúa: “Creo que una de las razones por las que nos ha ido tan bien es ese proceso, que es sanísimo. Es un proceso de honestidad cruel, de discutir las ideas sin que nos importe lo políticamente correcto, sin que nadie se ofenda, porque realmente no hay malas intenciones”.
De nuevo sobre su salida como CEO, insiste en que nadie lo “obligó” a tomar la decisión. “Estoy dando el ejemplo, estoy renunciando a mi sueldo, a mi cargo, a la posición, porque quien lidere esta empresa no puede estar enfocado en Mercado Libre y en otras cosas. MercadoLibre tiene que ser tu vida. Así que eso también es dar el ejemplo, y creo que eso es lo más importante: liderar con el ejemplo. Antes era el capitán, y ahora voy a ser técnico”, resume.
Lanza entonces una chicana a otros gigantes de la industria. “No me veo ni comprando un medio ni mandando cohetes a la Luna ni a Marte. Me apasiona Mercado Libre y no me veo ni metiéndome en la política ni yéndome a eso. Tal vez termine ahí, eh. No quiere decir que no lo voy a hacer, pero no es lo que me gusta ni lo que siento, y hoy no lo visualizo para nada”, abre.
El legado
En América Latina hay 600 millones de personas: 100 millones utilizan Mercado Libre o Mercado Pago. “A mí no me deja de emocionar nunca”, dice el experto en negocios graduado en Stanford. Y anticipa: “Hay muchas otras áreas donde creo que Mercado Libre va a mirar, y donde creemos que podemos agregar valor, nos vamos a meter”.
“Tener a todo el mundo conectado con todo el mundo es algo que el cerebro humano no tiene la capacidad de entender. El poder conectar a costo marginal a 8000 millones de personas en tiempo inmediato hace que todo cambie, ni hablar en educación. El conocimiento dejó de ser algo de las élites, debería estar completamente masificado, y es algo que me frustra muchísimo”.
Convencido de que su trabajo duro y esfuerzo cosecharon los frutos en la empresa que construyó hace 26 años, dice que le cuesta quedarse callado cuando lo atacan, pero que está aprendiendo en esa dirección. “Lo que hemos hecho está buenísimo para la región en general y está particularmente bueno para la Argentina”, advierte, y agrega: “Siento la tranquilidad de que Mercado Libre llegó a un lugar tan claro y tan evidente que no hace falta más salir a defenderlo de algunas críticas que son realmente patéticas”.
Galperin se convirtió, sobre todo desde el triunfo de Javier Milei en la carrera presidencial de 2023, en un ávido usuario en las redes. A pesar de celebrar públicamente medidas económicas del oficialismo –algo que no solía hacer con otros gobiernos– asegura que la política no le interesa. “La política realmente no me interesa. Me frustra mucho, me frustra muchísimo ver muchas veces a las sociedades confundidas yendo en el camino equivocado, y me gusta ser protagonista, no me gusta ser observador”, dice.
Así, contrasta el universo de la política con su compañía: “El mundo de la política no tiene nada que ver con lo que es Mercado Libre, que es un lugar donde se dice la verdad de frente, se busca lo mejor. El mundo de la política es realmente lo opuesto a eso, y no me interesa, no me gusta”, sigue.Hacia el final de su paso por el podcast, Galperin vuelve a su familia, algo que casi siempre deja en reserva. “Karina me baja a tierra y es muy curiosa mi relación con ella. Somos dos personas muy distintas y nos adoramos. Me ha bancado ciegamente en todas y me complementa muy bien; me hace muy bien. Muchas de las cosas que la gente admira de mí no se dan cuenta de que detrás de eso está Karina. Es la compañera en mi proyecto más importante: mis hijos, que son todo, ellos son los que voy a dejar”, cierra.
“La pasé por ChatGPT para pulir y la mandé a mi equipo”, sostuvo en un podcast; contó además que tenía tomada la decisión hacía tiempo, pero la competencia con Amazon la postergó LA NACION