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Elon Musk prepara su venganza política contra Trump con un tercer partido: ¿puede tener éxito?

WASHINGTON.- Si en la política norteamericana el dinero tiene la palabra, entonces Elon Musk está desgañitándose. Tras haber gastado 288 millones de dólares para aupar hasta la Casa Blanca a Donald Trump y sus aliados, hoy Musk parece tener un nuevo mensaje ante la inminente aprobación de la mastodóntica ley impositiva e inmigratoria del presidente: O se alinean con la agenda de recorte de gastos, o dejan su cargo.

No hay duda de que en un tiempo de desconfianza generalizada en el sistema político y las instituciones democráticas el hombre más rico del mundo podría tener un impacto considerable. Pero su amenaza de esta semana de lanzar un tercer partido político grande en Estados Unidos fue recibida con un escepticismo generalizado, y los críticos enumeran la cantidad de intentos fallidos durante década para quebrar el bipartidismo de la política norteamericana, incluso de otros titanes de los negocios menos grandes que él.

Pero los actuales problemas de Musk exceden en mucho el adverso historial de los intentos tripartidistas: tras su violenta incursión en la política, su emporio empresario está en problemas, su enfrentamiento con Trump y su costoso y fallido intento de elegir a un juez de la Corte Suprema de Wisconsin erosionaron su capital político, y su popularidad se desplomó cuando el Departamento de Eficiencia Gubernamental que él mismo creó para supervisar el recorte del gasto público, trastocó por completo el funcionamiento del gobierno federal y expuso aún más su imagen y su personaje, que generan polarización entre los norteamericanos.

De hecho, hasta algunos de los propios partidarios de Musk expresan dudas sobre el rumbo que planea tomar el millonario, y preferirían que se centre en las innovaciones y negocios que impulsaron su patrimonio neto hasta los casi 400.000 millones de dólares.

Pero como lo demostró con su improbable intento de comprar Twitter y con su papel protagónico en las elecciones de 2024, Musk ya ha superado las expectativas en otras ocasiones. Como mínimo, su apuesta a la política podría complicarles la vida a los legisladores que según él faltaron a su promesa de recortar el gasto.

Elon Musk anunció que se postularía como tercera fuerza en las próximas primarias

“¡Todos los miembros del Congreso que hicieron campaña a favor de la reducción del gasto público y que inmediatamente luego votaron a favor del mayor aumento de deuda de la historia deberían avergonzarse!”, escribió Musk esta semana en X, la plataforma de redes sociales que compró cuando aún se llamaba Twitter. “Y voy a hacer que pierdan sus primarias el año que viene aunque sea lo último que haga en este mundo”.

Musk, que no respondió a la solicitud de comentarios, ya tiene identificado su próximo objetivo: la campaña por la reelección de Thomas Massie, representante republicano por Kentucky, que se opone al paquete legislativo emblema de Trump. Alentado a apoyar a Massie por el excongresista republicano Justin Amash, —un rival de Trump que se declaró independiente con un artículo de opinión de 2019 donde denunciaba que el sistema bipartidista era una “amenaza existencial”—, Musk respondió: “Lo voy a hacer”.

Massie no respondió a la solicitud de comentarios sobre Musk y la creación de un tercer partido, pero posteó un artículo de Fox News sobre los planes de Musk de donar aportes a su campaña. “Acaba de pasar algo interesante”, posteó Massie en X.

Thomas Massie se refirió en redes a la propuesta de Musk a financiar su campaña

Y como Trump ya está trabajando activamente para derrotar a Massie el próximo año, al parecer la elección en el norte de Kentucky será el primer round de enfrentamiento político entre los dos multimillonarios.

En el Capitolio, donde el martes por la tarde el Senado aprobó el enorme proyecto de ley de impuestos y gastos de Trump, nadie pareció muy alarmado por el anuncio de Musk. El lunes a la noche, cuando le preguntaron sobre la amenaza de Musk de castigar a los republicanos que alcen la mano a favor de la ley, el senador republicano por Oklahoma, Markwayne Mullin, dijo que el Congreso tiene mayores preocupaciones que el multimillonario. “No tiene la menor importancia y no cambia nada, ni siquiera se mencionó el tema”, dijo Mullin. “Si saliéramos corriendo cada vez que alguien dice algo sobre lo que votamos, viviríamos con miedo”.

Salvo que ese “alguien” sea Trump. Dos legisladores republicanos que están en desacuerdo con Trump esta semana se apuraron a decir que no buscarían la reelección. El lunes, el que anunció que se bajaba fue Don Bacon, representante por Nebraska, que había cuestionado los aranceles y la política de Trump hacia Rusia, y un día antes había sido Thom Tillis, senador por Carolina del Norte, quien declaró que no buscaría un tercer mandato después de que Trump prometiera castigarlo por oponerse a su paquete legislativo.

Esto deja a Massie como uno de los únicos focos de resistencia republicana a la agenda de Trump que quedan en el Congreso.

WASHINGTON, DC - MAY 30: Tesla CEO Elon Musk speaks alongside U.S. President Donald Trump to reporters in the Oval Office of the White House on May 30, 2025 in Washington, DC. Musk, who served as an adviser to Trump and led the Department of Government Efficiency, announced he would leave his role in the Trump administration to refocus on his businesses.  (Photo by Kevin Dietsch/Getty Images)

La decisión de Musk de presentarse como posible líder de un tercer partido plantea interrogantes sobre sus ideas políticas, ya que en pocos años pasó de ser un crítico de Trump con inclinaciones demócratas a ser a un acérrimo acólito republicano del presidente.

Los aliados de Trump se burlan de esta última encarnación del magnate.

“Es la ketamina la que habla en medio de la noche”, dijo Jim McLaughlin, el encuestador de Trump, en referencia a las informaciones periodísticas sobre el consumo de drogas de Musk, que él ha negado. “Hoy el Partido Republicano es Donald Trump, él es el movimiento conservador. Nadie necesita un tercer partido con Elon Musk”.

Una encuesta de Gallup del año pasado reveló que el 58% de los adultos norteamericanos cree que en Estados Unidos hace falta un tercer partido político debido a que tanto los republicanos como los demócratas “representan muy mal” al pueblo de Estados Unidos. Según Gallup, desde 2003 el apoyo a la existencia de un tercer partido oscila alrededor del 56%.

Pero la historia demuestra que los candidatos de los terceros partidos rara vez triunfan: Ross Perot, uno de los candidatos independientes a la presidencia más exitosos en la historia de Estados Unidos, obtuvo alrededor del 19% de los votos en la elección y ni un solo voto en el colegio electoral.

“Históricamente, el voto por un tercer partido es un voto perdido o que termina ayudando al ganador”, apunta Lee Drutman, investigador del centro de estudios New America. “Pero si lo que quiere Musk es sembrar el caos, marcar la cancha y generar disrupción, eso es mucho más fácil que ganar una elección.”

La creciente polarización política también complica las posibilidades de éxito de los potenciales candidatos de un tercer partido, agrega Drutman. En 1992, cuando se presentó Perot, tanto Bill Clinton como George H.W. Bush se postulaban como centristas, por eso el candidato independiente pudo hacer campaña diciendo que entre los dos partidos principales no había demasiada diferencia. Por el contrario, en las elecciones de 2024, las diferencias entre Kamala Harris y Donald Trump eran mucho más marcadas.

Según Drutman, lo que termina de complicar las cosas para los independientes es la diversidad política de Estados Unidos. “Si hubiera espacio para un partido de centro que fuese más popular que los demócratas o los republicanos, alguien ya lo habría organizado”, señala Drutman. “No es que haya una demanda insatisfecha a la espera de que aparezca en escena Elon Musk.”

Musk lanzó su idea de crear un nuevo partido hace casi un mes, el 5 de junio, tras días de denostar la reforma fiscal del Partido Republicano “y la toma de una deuda aplastante e insostenible”.

“¿Será el momento de crear un nuevo partido político que realmente represente al 80% que está en el medio?”, posteó Musk, junto con los resultados de una encuesta.

Desde entonces, el millonario publica regularmente sobre el tema del nuevo partido y sigue apuntando contra los legisladores que voten a favor de la reforma presupuestaria. “Si se aprueba esta descabellada reforma presupuestaria, al día siguiente presentamos la creación del Partido de Estados Unidos”, escribió Musk este lunes.

Traducción de Jaime Arrambide

WASHINGTON.- Si en la política norteamericana el dinero tiene la palabra, entonces Elon Musk está desgañitándose. Tras haber gastado 288 millones de dólares para aupar hasta la Casa Blanca a Donald Trump y sus aliados, hoy Musk parece tener un nuevo mensaje ante la inminente aprobación de la mastodóntica ley impositiva e inmigratoria del presidente: O se alinean con la agenda de recorte de gastos, o dejan su cargo.

No hay duda de que en un tiempo de desconfianza generalizada en el sistema político y las instituciones democráticas el hombre más rico del mundo podría tener un impacto considerable. Pero su amenaza de esta semana de lanzar un tercer partido político grande en Estados Unidos fue recibida con un escepticismo generalizado, y los críticos enumeran la cantidad de intentos fallidos durante década para quebrar el bipartidismo de la política norteamericana, incluso de otros titanes de los negocios menos grandes que él.

Pero los actuales problemas de Musk exceden en mucho el adverso historial de los intentos tripartidistas: tras su violenta incursión en la política, su emporio empresario está en problemas, su enfrentamiento con Trump y su costoso y fallido intento de elegir a un juez de la Corte Suprema de Wisconsin erosionaron su capital político, y su popularidad se desplomó cuando el Departamento de Eficiencia Gubernamental que él mismo creó para supervisar el recorte del gasto público, trastocó por completo el funcionamiento del gobierno federal y expuso aún más su imagen y su personaje, que generan polarización entre los norteamericanos.

De hecho, hasta algunos de los propios partidarios de Musk expresan dudas sobre el rumbo que planea tomar el millonario, y preferirían que se centre en las innovaciones y negocios que impulsaron su patrimonio neto hasta los casi 400.000 millones de dólares.

Pero como lo demostró con su improbable intento de comprar Twitter y con su papel protagónico en las elecciones de 2024, Musk ya ha superado las expectativas en otras ocasiones. Como mínimo, su apuesta a la política podría complicarles la vida a los legisladores que según él faltaron a su promesa de recortar el gasto.

Elon Musk anunció que se postularía como tercera fuerza en las próximas primarias

“¡Todos los miembros del Congreso que hicieron campaña a favor de la reducción del gasto público y que inmediatamente luego votaron a favor del mayor aumento de deuda de la historia deberían avergonzarse!”, escribió Musk esta semana en X, la plataforma de redes sociales que compró cuando aún se llamaba Twitter. “Y voy a hacer que pierdan sus primarias el año que viene aunque sea lo último que haga en este mundo”.

Musk, que no respondió a la solicitud de comentarios, ya tiene identificado su próximo objetivo: la campaña por la reelección de Thomas Massie, representante republicano por Kentucky, que se opone al paquete legislativo emblema de Trump. Alentado a apoyar a Massie por el excongresista republicano Justin Amash, —un rival de Trump que se declaró independiente con un artículo de opinión de 2019 donde denunciaba que el sistema bipartidista era una “amenaza existencial”—, Musk respondió: “Lo voy a hacer”.

Massie no respondió a la solicitud de comentarios sobre Musk y la creación de un tercer partido, pero posteó un artículo de Fox News sobre los planes de Musk de donar aportes a su campaña. “Acaba de pasar algo interesante”, posteó Massie en X.

Thomas Massie se refirió en redes a la propuesta de Musk a financiar su campaña

Y como Trump ya está trabajando activamente para derrotar a Massie el próximo año, al parecer la elección en el norte de Kentucky será el primer round de enfrentamiento político entre los dos multimillonarios.

En el Capitolio, donde el martes por la tarde el Senado aprobó el enorme proyecto de ley de impuestos y gastos de Trump, nadie pareció muy alarmado por el anuncio de Musk. El lunes a la noche, cuando le preguntaron sobre la amenaza de Musk de castigar a los republicanos que alcen la mano a favor de la ley, el senador republicano por Oklahoma, Markwayne Mullin, dijo que el Congreso tiene mayores preocupaciones que el multimillonario. “No tiene la menor importancia y no cambia nada, ni siquiera se mencionó el tema”, dijo Mullin. “Si saliéramos corriendo cada vez que alguien dice algo sobre lo que votamos, viviríamos con miedo”.

Salvo que ese “alguien” sea Trump. Dos legisladores republicanos que están en desacuerdo con Trump esta semana se apuraron a decir que no buscarían la reelección. El lunes, el que anunció que se bajaba fue Don Bacon, representante por Nebraska, que había cuestionado los aranceles y la política de Trump hacia Rusia, y un día antes había sido Thom Tillis, senador por Carolina del Norte, quien declaró que no buscaría un tercer mandato después de que Trump prometiera castigarlo por oponerse a su paquete legislativo.

Esto deja a Massie como uno de los únicos focos de resistencia republicana a la agenda de Trump que quedan en el Congreso.

WASHINGTON, DC - MAY 30: Tesla CEO Elon Musk speaks alongside U.S. President Donald Trump to reporters in the Oval Office of the White House on May 30, 2025 in Washington, DC. Musk, who served as an adviser to Trump and led the Department of Government Efficiency, announced he would leave his role in the Trump administration to refocus on his businesses.  (Photo by Kevin Dietsch/Getty Images)

La decisión de Musk de presentarse como posible líder de un tercer partido plantea interrogantes sobre sus ideas políticas, ya que en pocos años pasó de ser un crítico de Trump con inclinaciones demócratas a ser a un acérrimo acólito republicano del presidente.

Los aliados de Trump se burlan de esta última encarnación del magnate.

“Es la ketamina la que habla en medio de la noche”, dijo Jim McLaughlin, el encuestador de Trump, en referencia a las informaciones periodísticas sobre el consumo de drogas de Musk, que él ha negado. “Hoy el Partido Republicano es Donald Trump, él es el movimiento conservador. Nadie necesita un tercer partido con Elon Musk”.

Una encuesta de Gallup del año pasado reveló que el 58% de los adultos norteamericanos cree que en Estados Unidos hace falta un tercer partido político debido a que tanto los republicanos como los demócratas “representan muy mal” al pueblo de Estados Unidos. Según Gallup, desde 2003 el apoyo a la existencia de un tercer partido oscila alrededor del 56%.

Pero la historia demuestra que los candidatos de los terceros partidos rara vez triunfan: Ross Perot, uno de los candidatos independientes a la presidencia más exitosos en la historia de Estados Unidos, obtuvo alrededor del 19% de los votos en la elección y ni un solo voto en el colegio electoral.

“Históricamente, el voto por un tercer partido es un voto perdido o que termina ayudando al ganador”, apunta Lee Drutman, investigador del centro de estudios New America. “Pero si lo que quiere Musk es sembrar el caos, marcar la cancha y generar disrupción, eso es mucho más fácil que ganar una elección.”

La creciente polarización política también complica las posibilidades de éxito de los potenciales candidatos de un tercer partido, agrega Drutman. En 1992, cuando se presentó Perot, tanto Bill Clinton como George H.W. Bush se postulaban como centristas, por eso el candidato independiente pudo hacer campaña diciendo que entre los dos partidos principales no había demasiada diferencia. Por el contrario, en las elecciones de 2024, las diferencias entre Kamala Harris y Donald Trump eran mucho más marcadas.

Según Drutman, lo que termina de complicar las cosas para los independientes es la diversidad política de Estados Unidos. “Si hubiera espacio para un partido de centro que fuese más popular que los demócratas o los republicanos, alguien ya lo habría organizado”, señala Drutman. “No es que haya una demanda insatisfecha a la espera de que aparezca en escena Elon Musk.”

Musk lanzó su idea de crear un nuevo partido hace casi un mes, el 5 de junio, tras días de denostar la reforma fiscal del Partido Republicano “y la toma de una deuda aplastante e insostenible”.

“¿Será el momento de crear un nuevo partido político que realmente represente al 80% que está en el medio?”, posteó Musk, junto con los resultados de una encuesta.

Desde entonces, el millonario publica regularmente sobre el tema del nuevo partido y sigue apuntando contra los legisladores que voten a favor de la reforma presupuestaria. “Si se aprueba esta descabellada reforma presupuestaria, al día siguiente presentamos la creación del Partido de Estados Unidos”, escribió Musk este lunes.

Traducción de Jaime Arrambide

 Tras invertir millones en apoyar al expresidente, el magnate lanzó duras críticas contra el paquete legislativo del presidente y advirtió que financiará campañas contra los congresistas republicanos que respalden el aumento de la deuda  LA NACION

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