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La obsesión que Guillermo Francella le contó a Mario Pergolini en el debut de Otro día perdido: “Todo ordenado”

Guillermo Francella estuvo en el primer programa de Otro día perdido (eltrece) que conduce Mario Pergolini. En su visita, habló de su vida privada y deslizó algunas intimidades que el público no conocía acerca de su personalidad. En particular, sacó a la luz su obsesión por el orden, una manía que no puede dejar de repetir desde hace años y que, a pesar de su edad, mermó muy poco.

Francella es uno de los actores más queridos por los argentinos, ya que gracias a sus actuaciones en televisión y cine se ganó el corazón de miles. Más allá de su fama, supo preservar parte de la privacidad propia y de su entorno, por lo que todavía existen conductas, gustos y rasgos de su carácter que son desconocidos para muchos.

Guillermo Francella reconoció que tiene una obsesión con el orden

Con la idea de desvelar alguno de ellos, Pergolini fue directo al hueso y le consultó por algo inquietante para el actor: “Vos sos muy obsesivo, de tener todo muy ordenado. Tenés los papeles guardados y en folio, incluso doblás la ropa ¿Vos hiciste terapia? No lo digo como algo malo, sino como bueno”.

Al escucharlo, entre risas, el actor respondió: “Es fuerte lo que me dice, en lugar de ponderar la actitud que uno tiene, no. De verdad que la ropa no tanto, pero todo lo otro sí. Muchos me dicen que por qué no delego. Que ponga a una chica o a un chico universitario que le encantaría hacer esto. Pero delegué dos veces y no funcionó”. A su vez, agregó: “Lo que pasa es que ellos me decían ‘si lo querés hacer a tu manera, yo no lo puedo hacer a tu manera’. A lo largo de mi vida me sentí muy cómodo haciéndolo. No lo padezco. Es verdad que si delego estaría más estresado”. Ante esto, Pergolini asintió: “Claro, te sentirías estresado en pensar si lo están haciendo bien”.

Francella justificó que ser ordenado le da felicidad. Es una conducta que repitió siempre

“Exactamente. Yo soy así, con terapia, sin terapia, de cualquier manera”, sostuvo Francella. Al mismo tiempo, el conductor le consultó: “¿Y con tus hijos eras así?”. “Sí, obvio. Pero hace rato que ya viven solos. Y cuando voy a sus casas y veo algo, ellos me ponen la carita y me dicen ‘ya está’. Esa etapa ya término y yo me siento solo porque ya no puedo mandar”.

Antes de concluir con el tema, reiteró: “Lamentablemente, no soy el mismo de antes, de ser la usina de todo. No digo del sustento económico, sino de estar arriba de todos. Es más fuerte. Yo siempre hablo del mago con los platitos, que van volando… Cuando todos ellos giran, yo me fumo un habano. Ahora, cuando uno me corcovea, estoy frito”.

Francella contó que a esta edad mermó su obsesión con el orden aunque tiene momentos en los que intenta sugerirle a sus hijos cambios en sus casas conforme a sus gustos

Esa misma manera estricta de ser también la aplica a la responsabilidad laboral, ya que en cada guion que le toca interpretar, sigue al pie de la letra lo que dice y trata de no improvisar.

Más allá de ese dato que se llevó la atención de los espectadores en la noche de Otro día perdido, el actor también hizo un repaso de su carrera. Manifestó que atraviesa un momento de plenitud en el vínculo con sus hijos y su trabajo. A la vez, remarcó que no quiere tener Instagram u otras redes sociales porque las considera tóxicas en “estos tiempos crispados”, aunque entiende que son necesarias para ciertas cuestiones.

Guillermo Francella estuvo en el primer programa de Otro día perdido (eltrece) que conduce Mario Pergolini. En su visita, habló de su vida privada y deslizó algunas intimidades que el público no conocía acerca de su personalidad. En particular, sacó a la luz su obsesión por el orden, una manía que no puede dejar de repetir desde hace años y que, a pesar de su edad, mermó muy poco.

Francella es uno de los actores más queridos por los argentinos, ya que gracias a sus actuaciones en televisión y cine se ganó el corazón de miles. Más allá de su fama, supo preservar parte de la privacidad propia y de su entorno, por lo que todavía existen conductas, gustos y rasgos de su carácter que son desconocidos para muchos.

Guillermo Francella reconoció que tiene una obsesión con el orden

Con la idea de desvelar alguno de ellos, Pergolini fue directo al hueso y le consultó por algo inquietante para el actor: “Vos sos muy obsesivo, de tener todo muy ordenado. Tenés los papeles guardados y en folio, incluso doblás la ropa ¿Vos hiciste terapia? No lo digo como algo malo, sino como bueno”.

Al escucharlo, entre risas, el actor respondió: “Es fuerte lo que me dice, en lugar de ponderar la actitud que uno tiene, no. De verdad que la ropa no tanto, pero todo lo otro sí. Muchos me dicen que por qué no delego. Que ponga a una chica o a un chico universitario que le encantaría hacer esto. Pero delegué dos veces y no funcionó”. A su vez, agregó: “Lo que pasa es que ellos me decían ‘si lo querés hacer a tu manera, yo no lo puedo hacer a tu manera’. A lo largo de mi vida me sentí muy cómodo haciéndolo. No lo padezco. Es verdad que si delego estaría más estresado”. Ante esto, Pergolini asintió: “Claro, te sentirías estresado en pensar si lo están haciendo bien”.

Francella justificó que ser ordenado le da felicidad. Es una conducta que repitió siempre

“Exactamente. Yo soy así, con terapia, sin terapia, de cualquier manera”, sostuvo Francella. Al mismo tiempo, el conductor le consultó: “¿Y con tus hijos eras así?”. “Sí, obvio. Pero hace rato que ya viven solos. Y cuando voy a sus casas y veo algo, ellos me ponen la carita y me dicen ‘ya está’. Esa etapa ya término y yo me siento solo porque ya no puedo mandar”.

Antes de concluir con el tema, reiteró: “Lamentablemente, no soy el mismo de antes, de ser la usina de todo. No digo del sustento económico, sino de estar arriba de todos. Es más fuerte. Yo siempre hablo del mago con los platitos, que van volando… Cuando todos ellos giran, yo me fumo un habano. Ahora, cuando uno me corcovea, estoy frito”.

Francella contó que a esta edad mermó su obsesión con el orden aunque tiene momentos en los que intenta sugerirle a sus hijos cambios en sus casas conforme a sus gustos

Esa misma manera estricta de ser también la aplica a la responsabilidad laboral, ya que en cada guion que le toca interpretar, sigue al pie de la letra lo que dice y trata de no improvisar.

Más allá de ese dato que se llevó la atención de los espectadores en la noche de Otro día perdido, el actor también hizo un repaso de su carrera. Manifestó que atraviesa un momento de plenitud en el vínculo con sus hijos y su trabajo. A la vez, remarcó que no quiere tener Instagram u otras redes sociales porque las considera tóxicas en “estos tiempos crispados”, aunque entiende que son necesarias para ciertas cuestiones.

 El actor estuvo como invitado al primer programa del conductor y explicó por qué le gusta tener todo “prolijo”, pese a que ahora mermó su manía que arrastra desde años  LA NACION

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