Cierre de listas del peronismo: Mayra Mendoza se sumó a último minuto y los intendentes muestran su peso como candidatos

El cierre de listas en el peronismo, prorrogado por el sugestivo corte de luz en La Plata, dejó algunas sorpresas de último momento. No solo el kirchnerismo ubicó a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en la lista de la tercera sección electoral como número tres, tal como adelantó LA NACION este lunes, sino que también quedó a las claras el poder de otros intendentes, que se postularán tanto a la Legislatura como a los concejos de sus ciudades.
La idea del peronismo es mover todo el aparato para hacer valer su peso territorial. Ese que no tiene La Libertad Avanza (LLA) y tampoco alcanza en su alianza con Pro.
Entre los candidatos a legisladores aparecen el histórico intendente de José C. Paz, Mario Ishii, tercero en la lista de la primera sección -que tiene como uno a Gabriel Katopodis y como dos a Malena Galmarini-; y Mariano Cascallares, de Almirante Brown, que se ubica detrás de Mayra Mendoza, en el cuarto lugar de la tercera sección.
Esto en base a los datos oficiales que recién se conocieron a las 17 de este lunes.
La candidatura de Mayra
La posición de Mayra será después de la vicegobernadora Verónica Magario, que encabeza y no asumiría, y de Facundo Tignanelli, otro camporista acérrimo. La intendenta de Quilmes era la preferida de la expresidenta Cristina Kirchner para reemplazar su candidatura en la tercera sección, que quedó imposibilitada tras la condena en la causa Vialidad, pero no tuvo el respaldo del gobernador Axel Kicillof, que decidió impulsar a su vice y se impuso en medio de negociaciones de altísimo voltaje el domingo -al punto que saltó parte de la red eléctrica platense-.
Desde La Cámpora incluso aseguraban este lunes que Mendoza dejará su cargo en la intendencia para asumir en diciembre en la Cámara de Diputados provincial. Ya desde antes del cierre, Cristina Kirchner había bajado la orden: los suyos que se postularan debían asumir, al contrario de las testimoniales que florecieron en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, sobre todo entre los intendentes.
En el caso de que Mayra deje el municipio, quedaría a cargo de la actual presidenta del Concejo quilmeño, Eva Mieri, que tomó trascendencia en estos últimos días cuando quedó detenida en el marco de la causa por los desmanes en el exterior de la vivienda del diputado nacional libertario José Luis Espert.
Con los vínculos detonados en Fuerza Patria -el sello con que el peronismo compite en estas elecciones-, a través de esta movida La Cámpora busca blindar la Legislatura con dirigentes propios y así tomar parte en la gestión de Kicillof en los dos años que le quedan en La Plata. Calculan que ponen en juego 15 bancas y que ubicaron la misma cantidad de dirigentes con altas chances de renovar, pese a que el comando de la primera (la más populosa) y la tercera sección fueron para Kicillof.
Matanceros Magario y Tignanelli, Mendoza -que es la jefa comunal preferida de Cristina Kirchner- suma otro territorio, Quilmes, a los primeros puestos de la lista. Deberán enfrentarse al ahora libertario Maximiliano Bondarenko, el excomisario elegido por Karina Milei y Sebastián Pareja para la sección bastión del peronismo.
La relación del gobernador con el hijo presidencial, el diputado nacional Máximo Kirchner, no fluye desde hace tiempo, pero se friccionó aún más cuando el mandatario bonaerense inició su proceso de independencia para construir su propio espacio rodeado por intendentes y se negó a acomodar el calendario electoral a la estrategia de la expresidenta. Ahora está rota.
El MDF le dio a Kicillof también poder de fuego en este armado de listas, en el que se sentó a la mesa como una parte más de la coalición, para exigir sus lugares ante el jefe de La Cámpora y el del Frente Renovador, Sergio Massa, que por estas horas intenta transmitir desde lo discursivo una versión de unidad que tambaleó hasta último minuto en la furia del fin de semana en la Gobernación.
El cierre de listas en el peronismo, prorrogado por el sugestivo corte de luz en La Plata, dejó algunas sorpresas de último momento. No solo el kirchnerismo ubicó a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en la lista de la tercera sección electoral como número tres, tal como adelantó LA NACION este lunes, sino que también quedó a las claras el poder de otros intendentes, que se postularán tanto a la Legislatura como a los concejos de sus ciudades.
La idea del peronismo es mover todo el aparato para hacer valer su peso territorial. Ese que no tiene La Libertad Avanza (LLA) y tampoco alcanza en su alianza con Pro.
Entre los candidatos a legisladores aparecen el histórico intendente de José C. Paz, Mario Ishii, tercero en la lista de la primera sección -que tiene como uno a Gabriel Katopodis y como dos a Malena Galmarini-; y Mariano Cascallares, de Almirante Brown, que se ubica detrás de Mayra Mendoza, en el cuarto lugar de la tercera sección.
Esto en base a los datos oficiales que recién se conocieron a las 17 de este lunes.
La candidatura de Mayra
La posición de Mayra será después de la vicegobernadora Verónica Magario, que encabeza y no asumiría, y de Facundo Tignanelli, otro camporista acérrimo. La intendenta de Quilmes era la preferida de la expresidenta Cristina Kirchner para reemplazar su candidatura en la tercera sección, que quedó imposibilitada tras la condena en la causa Vialidad, pero no tuvo el respaldo del gobernador Axel Kicillof, que decidió impulsar a su vice y se impuso en medio de negociaciones de altísimo voltaje el domingo -al punto que saltó parte de la red eléctrica platense-.
Desde La Cámpora incluso aseguraban este lunes que Mendoza dejará su cargo en la intendencia para asumir en diciembre en la Cámara de Diputados provincial. Ya desde antes del cierre, Cristina Kirchner había bajado la orden: los suyos que se postularan debían asumir, al contrario de las testimoniales que florecieron en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, sobre todo entre los intendentes.
En el caso de que Mayra deje el municipio, quedaría a cargo de la actual presidenta del Concejo quilmeño, Eva Mieri, que tomó trascendencia en estos últimos días cuando quedó detenida en el marco de la causa por los desmanes en el exterior de la vivienda del diputado nacional libertario José Luis Espert.
Con los vínculos detonados en Fuerza Patria -el sello con que el peronismo compite en estas elecciones-, a través de esta movida La Cámpora busca blindar la Legislatura con dirigentes propios y así tomar parte en la gestión de Kicillof en los dos años que le quedan en La Plata. Calculan que ponen en juego 15 bancas y que ubicaron la misma cantidad de dirigentes con altas chances de renovar, pese a que el comando de la primera (la más populosa) y la tercera sección fueron para Kicillof.
Matanceros Magario y Tignanelli, Mendoza -que es la jefa comunal preferida de Cristina Kirchner- suma otro territorio, Quilmes, a los primeros puestos de la lista. Deberán enfrentarse al ahora libertario Maximiliano Bondarenko, el excomisario elegido por Karina Milei y Sebastián Pareja para la sección bastión del peronismo.
La relación del gobernador con el hijo presidencial, el diputado nacional Máximo Kirchner, no fluye desde hace tiempo, pero se friccionó aún más cuando el mandatario bonaerense inició su proceso de independencia para construir su propio espacio rodeado por intendentes y se negó a acomodar el calendario electoral a la estrategia de la expresidenta. Ahora está rota.
El MDF le dio a Kicillof también poder de fuego en este armado de listas, en el que se sentó a la mesa como una parte más de la coalición, para exigir sus lugares ante el jefe de La Cámpora y el del Frente Renovador, Sergio Massa, que por estas horas intenta transmitir desde lo discursivo una versión de unidad que tambaleó hasta último minuto en la furia del fin de semana en la Gobernación.
Pese a la dura resistencia de Kicillof para que encabece, lugar que quedó para Magario, La Cámpora logró sumarla y asegura que asumirá; el peronismo aprovechó hasta última hora el sugestivo corte de luz del domingo LA NACION