El Gobierno postergó por 3 meses la entrada en vigor del nuevo Código Procesal Penal y abrió una pelea con los fiscales

El Gobierno postergó por un plazo “excepcional e improrrogable” de tres meses la implementación del nuevo Código Procesal Penal Federal en la Justicia federal y en la justicia en lo penal económico, que estaba previsto para el 11 de agosto.
El Ministerio de Justicia dijo que lo hizo “como consecuencia de reiterados reclamos del Ministerio Público Fiscal, vinculados a la falta de preparación suficiente para investigar casos complejos en esta jurisdicción”.
Así lo mencionó en un comunicado oficial, que levantó una polvareda de protestas entre los fiscales, ya que consideran que se los está señalando como poco preparados para afrontar casos complejos.
“Es inaudito. Se suspende por falta de recursos, no porque no estemos preparados. Si nosotros llevamos adelante las investigaciones más complejas, investigamos y llevamos a la condena a un vicepresidente y a una presidenta por corrupción y hoy tenemos el caso más saliente, con los cuadernos de las coimas. ¡Cómo que hay una falta de preparación suficiente para investigar casos complejos!“, se indignó un encumbrado fiscal de Comodoro Py.
“Este Gobierno considera que la transformación cultural iniciada es irreversible, que el sistema judicial penal federal cuenta con recursos suficientes para poner en marcha esta reforma”, señaló el comunicado del ministerio que encabeza Mariano Cúneo Libarona. Y añadió: “La Justicia debe adaptarse a un país austero, sin privilegios ni excusas corporativas”.
El tono no se corresponde con el diálogo que vienen manteniendo la procuración, a cargo de Eduardo Casal, con Cúneo Libarona, que impulsa la puesta en marcha del nuevo código en todo el país.
“Desde el inicio de la implementación, y de forma permanente, este Ministerio ha brindado asistencia técnica, financiera e institucional”, dijo el Gobierno. Los fiscales, en tanto, se quejan de que no les dieron lo que pidieron: recursos, computadoras, personal.
Dice el comuncado que durante años hubo “desidia y desinversión por parte de la casta política y judicial, que postergó injustificadamente la implementación de un sistema que acorta la duración de los procesos y permite la ejecución de una política criminal estratégica y racional”.
“Las deficiencias edilicias y tecnológicas no justifican ni habilitan que se incumpla una ley vigente desde hace más de una década”, señaló el Ministerio.
Y concluyó con el párrafo que mas enervó a los fiscales: “No obstante, como consecuencia de reiterados reclamos del Ministerio Público Fiscal, vinculados a la falta de preparación suficiente para investigar casos complejos en esta jurisdicción, esta cartera resuelve diferir la entrada en vigencia por un plazo excepcional e improrrogable de tres meses”.
El ministerio difundió luego un texto en el que señala que “esta decisión tiene como único objetivo remover obstáculos políticos y corporativos y garantizar en esta jurisdicción una plena coordinación entre los tres poderes del Estado”.
El nuevo sistema comenzará a regir en la Justicia Federal de la Ciudad de Buenos Aires a partir del próximo 10 de noviembre de 2025, dice el parte oficial.
Señala que el cronograma establecido para las demás jurisdicciones se mantendrá sin modificaciones y que la implementación del sistema acusatorio no admite retrocesos”.
“La ciudadanía exige una Justicia transparente, ágil y eficaz; la ley debe ser aplicada y este Gobierno no va a aceptar que se posterguen los cambios que el país necesita”, señala el mensaje donde se anuncia la postergación.
El nuevo Código Procesal Penal Federal ya se puso en marcha en Salta y Jujuy y está en funcionamiento desde este año en Santa Fe, Rosario, Mar del Plata, Neuquén, Mendoza, San Luis, San Juan, General Roca, Comodoro Rivadavia y Río Negro.
Su funcionamiento se basa en que los jueces dejan de estar a cargo del proceso y la investigación queda en manos de los fiscales. Hay oralidad en cada incidencia con audiencias públicas y grabadas y desaparece el expediente de papel.
La Cámara en lo Penal Económico pidió hace una semana suspender la implementación porque cuenta con solo dos jueces de los seis que deben integrar ese tribunal. Y los fiscales vienen advirtiendo sobre los problemas de implementación. El Ministerio de Justicia les cedió un edificio de la ex ESMA para su uso, pero surgieron problemas para su utilización.
El Procurador Casal le envió cerca de 30 notas a Cúneo Libarona reclamando más recursos. La última fue el 2 de julio, cuando le reiteró un preocupante panorama de insuficiencias y obstáculos que, de no atenderse, podría comprometer la eficacia del sistema.
El documento, que amplía un diagnóstico previo de mayo, subraya que las condiciones actuales del Ministerio Público Fiscal (MPF) resultan insuficientes para el normal desempeño bajo el nuevo modelo procesal.
La preocupación se centra en varias áreas críticas. Por ejemplo, no se actualizaron los créditos presupuestarios, y por el contrario, la Secretaría de Hacienda pidió reducir un 2,5% los fondos ya otorgados.
Asimismo, se mencionaron falencias de personal por la asimetría entre la cantidad de jueces, funcionarios y empleados del Poder Judicial de la Nación en comparación con los de las fiscalías. En las jurisdicciones federales de la Capital Federal, el Poder Judicial cuenta con 71 jueces, frente a 40 fiscales, y 1532 funcionarios y empleados, contra 569 del Ministerio Público.
Por eso, Casal reclamó la incorporación de personal, con el agravante de que el proceso de traspaso del Poder Judicial al Ministerio Público Fiscal requiere más tiempo que el que demanda la puesta en marcha del nuevo código.
A estos problemas se suman las dificultades que originan la falta de jueces (33% de los juzgados sin cubrir), ya que la falta de integración de tribunales y la necesidad de un cuarto juez para juicios prolongados dificulta la programación de audiencias.
También hay problemas con los edificios actuales, que no son apropiados. Casal dijo que hay retrasos en capacitación y formación y carencias tecnológicas. Y reclamó sin éxito computadoras potenciadas y licencias de software específicas.
Con el nuevo Código, los fiscales asumen la investigación y requieren cuerpos periciales propios, por lo que pidieron traspasar los del Poder Judicial.
Ante este panorama, el Gobierno decidió posponer el nuevo Código por tres meses, pero responsabilizó a los fiscales por la decisión, lo que los hizo estallar en protestas.
El Gobierno postergó por un plazo “excepcional e improrrogable” de tres meses la implementación del nuevo Código Procesal Penal Federal en la Justicia federal y en la justicia en lo penal económico, que estaba previsto para el 11 de agosto.
El Ministerio de Justicia dijo que lo hizo “como consecuencia de reiterados reclamos del Ministerio Público Fiscal, vinculados a la falta de preparación suficiente para investigar casos complejos en esta jurisdicción”.
Así lo mencionó en un comunicado oficial, que levantó una polvareda de protestas entre los fiscales, ya que consideran que se los está señalando como poco preparados para afrontar casos complejos.
“Es inaudito. Se suspende por falta de recursos, no porque no estemos preparados. Si nosotros llevamos adelante las investigaciones más complejas, investigamos y llevamos a la condena a un vicepresidente y a una presidenta por corrupción y hoy tenemos el caso más saliente, con los cuadernos de las coimas. ¡Cómo que hay una falta de preparación suficiente para investigar casos complejos!“, se indignó un encumbrado fiscal de Comodoro Py.
“Este Gobierno considera que la transformación cultural iniciada es irreversible, que el sistema judicial penal federal cuenta con recursos suficientes para poner en marcha esta reforma”, señaló el comunicado del ministerio que encabeza Mariano Cúneo Libarona. Y añadió: “La Justicia debe adaptarse a un país austero, sin privilegios ni excusas corporativas”.
El tono no se corresponde con el diálogo que vienen manteniendo la procuración, a cargo de Eduardo Casal, con Cúneo Libarona, que impulsa la puesta en marcha del nuevo código en todo el país.
“Desde el inicio de la implementación, y de forma permanente, este Ministerio ha brindado asistencia técnica, financiera e institucional”, dijo el Gobierno. Los fiscales, en tanto, se quejan de que no les dieron lo que pidieron: recursos, computadoras, personal.
Dice el comuncado que durante años hubo “desidia y desinversión por parte de la casta política y judicial, que postergó injustificadamente la implementación de un sistema que acorta la duración de los procesos y permite la ejecución de una política criminal estratégica y racional”.
“Las deficiencias edilicias y tecnológicas no justifican ni habilitan que se incumpla una ley vigente desde hace más de una década”, señaló el Ministerio.
Y concluyó con el párrafo que mas enervó a los fiscales: “No obstante, como consecuencia de reiterados reclamos del Ministerio Público Fiscal, vinculados a la falta de preparación suficiente para investigar casos complejos en esta jurisdicción, esta cartera resuelve diferir la entrada en vigencia por un plazo excepcional e improrrogable de tres meses”.
El ministerio difundió luego un texto en el que señala que “esta decisión tiene como único objetivo remover obstáculos políticos y corporativos y garantizar en esta jurisdicción una plena coordinación entre los tres poderes del Estado”.
El nuevo sistema comenzará a regir en la Justicia Federal de la Ciudad de Buenos Aires a partir del próximo 10 de noviembre de 2025, dice el parte oficial.
Señala que el cronograma establecido para las demás jurisdicciones se mantendrá sin modificaciones y que la implementación del sistema acusatorio no admite retrocesos”.
“La ciudadanía exige una Justicia transparente, ágil y eficaz; la ley debe ser aplicada y este Gobierno no va a aceptar que se posterguen los cambios que el país necesita”, señala el mensaje donde se anuncia la postergación.
El nuevo Código Procesal Penal Federal ya se puso en marcha en Salta y Jujuy y está en funcionamiento desde este año en Santa Fe, Rosario, Mar del Plata, Neuquén, Mendoza, San Luis, San Juan, General Roca, Comodoro Rivadavia y Río Negro.
Su funcionamiento se basa en que los jueces dejan de estar a cargo del proceso y la investigación queda en manos de los fiscales. Hay oralidad en cada incidencia con audiencias públicas y grabadas y desaparece el expediente de papel.
La Cámara en lo Penal Económico pidió hace una semana suspender la implementación porque cuenta con solo dos jueces de los seis que deben integrar ese tribunal. Y los fiscales vienen advirtiendo sobre los problemas de implementación. El Ministerio de Justicia les cedió un edificio de la ex ESMA para su uso, pero surgieron problemas para su utilización.
El Procurador Casal le envió cerca de 30 notas a Cúneo Libarona reclamando más recursos. La última fue el 2 de julio, cuando le reiteró un preocupante panorama de insuficiencias y obstáculos que, de no atenderse, podría comprometer la eficacia del sistema.
El documento, que amplía un diagnóstico previo de mayo, subraya que las condiciones actuales del Ministerio Público Fiscal (MPF) resultan insuficientes para el normal desempeño bajo el nuevo modelo procesal.
La preocupación se centra en varias áreas críticas. Por ejemplo, no se actualizaron los créditos presupuestarios, y por el contrario, la Secretaría de Hacienda pidió reducir un 2,5% los fondos ya otorgados.
Asimismo, se mencionaron falencias de personal por la asimetría entre la cantidad de jueces, funcionarios y empleados del Poder Judicial de la Nación en comparación con los de las fiscalías. En las jurisdicciones federales de la Capital Federal, el Poder Judicial cuenta con 71 jueces, frente a 40 fiscales, y 1532 funcionarios y empleados, contra 569 del Ministerio Público.
Por eso, Casal reclamó la incorporación de personal, con el agravante de que el proceso de traspaso del Poder Judicial al Ministerio Público Fiscal requiere más tiempo que el que demanda la puesta en marcha del nuevo código.
A estos problemas se suman las dificultades que originan la falta de jueces (33% de los juzgados sin cubrir), ya que la falta de integración de tribunales y la necesidad de un cuarto juez para juicios prolongados dificulta la programación de audiencias.
También hay problemas con los edificios actuales, que no son apropiados. Casal dijo que hay retrasos en capacitación y formación y carencias tecnológicas. Y reclamó sin éxito computadoras potenciadas y licencias de software específicas.
Con el nuevo Código, los fiscales asumen la investigación y requieren cuerpos periciales propios, por lo que pidieron traspasar los del Poder Judicial.
Ante este panorama, el Gobierno decidió posponer el nuevo Código por tres meses, pero responsabilizó a los fiscales por la decisión, lo que los hizo estallar en protestas.
Aplazó la implementación del nuevo sistema de juicios en Comodoro Py; un mensaje de Cúneo Libarona provocó malestar entre los fiscales, que piden más recursos LA NACION